martes 8 octubre 2024

Cuaderno de opiniones. CELAC: el nuevo escenario de los desvaríos de Alberto Fernández

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Argentina es motivo de asombro por su larga decadencia, pero no lo es menos ahora por su curiosa degradación del presidencialismo

Por Dr. Jorge Enríquez (*)

3 de Febrero de 2023

La cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), que se desarrolló en Buenos Aires, fue el escenario de nuevos papelones del presidente de la Nación. Y no solo por un episodio más bien anecdótico, cuando este, que no logra superar sus permanentes confusiones, dio por iniciadas las sesiones de la “Cumbre de las Américas”, sino por otras expresiones que son graves precisamente porque no son furcios, sino que reflejan ideas sumamente preocupantes.

La posible presencia en nuestro país de dictadores como los de Cuba, Nicaragua y Venezuela despertó una ola de indignación. El rechazo generalizado, junto a las presentaciones y denuncias penales que formulamos algunos dirigentes de la oposición, encabezados por Patricia Bullrich, hicieron desistir a Nicolás Maduro de su viaje. Este dictadorzuelo es un paria internacional, que teme salir de su país porque puede ser detenido en virtud de los delitos de lesa humanidad que cometió y sus vinculaciones con el narcotráfico. Pero iba a ser muy bienvenido por el gobierno argentino, que tiene una fascinación por los regímenes autoritarios.

Consultada la portavoz presidencial sobre los cuestionamientos a Maduro, respondió: “No es que nos parece todo bien lo que está sucediendo en Venezuela, pero mucho menos nos parece todo mal”. No, no es una parodia realizada por los actores Ariel Tarico o Rolo Villar. Lo dijo la señora Cerruti, sin ponerse colorada. La frase intenta un equilibrio, pero como mucho menos le parece todo mal que todo bien, habrá que concluir que aprueba la dictadura de Maduro.

Alberto Fernández fue menos oblicuo que su vocera. Mientras lamentaba la ausencia de Maduro, sostuvo que era necesario fortalecer “la institucionalidad y la democracia, ante una derecha recalcitrante y fascista”. Es decir, para fortalecer la democracia hay que defender a las dictaduras.

También, ya envalentonado, expresó: “Tengo la tranquilidad de haberle dicho al norte que, mientras en el norte vuelan misiles, en el sur se profundiza el hambre”. Y agregó que pidió “ante todos los foros que la guerra se termine y que deje de condenar al hambre a América latina”. La frase es asombrosa, porque sugiere que la guerra contra Ucrania fue promovida por “el norte”, es decir, los Estados Unidos (o tal vez la OTAN), cuando es obvio que la inició el este, es decir, Rusia. Un observador poco avisado podría interpretar que la guerra que se está librando es entre Estados Unidos y Ucrania. Putin no aparece en el cuadro, acaso porque cuando la invasión a Ucrania era inminente Fernández lo fue a visitar y le dijo que quería que la Argentina fuera la puerta de entrada a Latinoamérica para Rusia. Es un régimen lo suficientemente autoritario y corrupto como para agradar al paladar kirchnerista.

Lula, que coquetea con el kirchnerismo y el chavismo, pero no come vidrio, en su país gobierna con una coalición que incluye a la centroderecha. Para encono de la jefa espiritual del movimiento, Cristina Fernández de Kirchner, no la fue a saludar al Senado. En cambio, luego se dirigió a la República Oriental del Uruguay, donde mantuvo conversaciones con el presidente Luis Lacalle Pou y visitó al ex mandatario José “Pepe” Mujica en su propia casa.

A propósito del presidente oriental, este no tuvo el menor empacho en decir la verdad de manera simple y clara en la cumbre que Fernández creía que era de las Américas, al criticar la falta de democracia, libertad y derechos humanos de muchos países que conforman ese organismo regional. Una lección del país al que el ministro de Economía, Sergio Massa llamó despectivamente el “hermano menor” y que debería ser un ejemplo para nosotros por su estabilidad política y económica, y, sobre todo, por su civilidad, de la que da elocuente cuenta el trato cordial y respetuoso entre los ex presidentes Julio María Sanguinetti y Pepe Mujica.

Fernández saca pecho ante el “norte”, pero se va a barajas ante su propio ministro del Interior, Wado de Pedro, que hace decir por todos los medios a su “entorno” su enojo con el presidente porque no lo invitó a una reunión.

La Argentina es motivo de asombro por su larga decadencia, pero no lo es menos ahora por su curiosa degradación del presidencialismo.

(*)Ex diputado nacional. Presidente Asociación Civil Justa Causa

P/ag.jorge enrríquez./rp.

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