viernes 19 abril 2024

Israel. Cautela e incertidumbre tras el anuncio de la «pausa» en la reforma judicial de Netanyahu

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Jerusalén. Luego de que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, anunciara que «pausará» su controvertida reforma judicial hasta después de la pascua judía tras más de doce semanas de protestas, la cautela prevalece entre los opositores al proyecto. Por su parte, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, recibiráá al primer ministro israelí en Washington en los próximos meses, según reportó ‘The New York Times’.

La prudencia prevaleció el martes 28 de marzo en Israel tras el anuncio de Benjamin Netanyahu de la «pausa» en el proyecto de reforma de la justicia que divide profundamente al país, con todo por hacer para permitir el fin de la crisis.

El primer ministro «consiguió convertir una aplastante derrota en un empate con bonitas palabras», declaró Nahum Barnea, editorialista del diario ‘Yediot Aharonot’. «Diga lo que diga o vaya a decir, pocos le creen; creo que la confianza en él no es grande ni siquiera entre los manifestantes de derechas que acudieron ayer por millares», prosiguió, refiriéndose a una primera contramanifestación celebrada el lunes por la noche en Jerusalén por partidarios de la reforma.

El proyecto de reforma judicial ha sido denunciado en las calles desde que fue anunciado a principios de enero por uno de los gobiernos más derechistas que ha conocido Israel, y ha dado lugar a uno de los mayores movimientos de movilización popular del país.

Para el Ejecutivo de Netanyahu, la reforma pretende reequilibrar los poderes reduciendo las prerrogativas del Tribunal Supremo, que el Gobierno considera politizado, en favor del Parlamento. Sus detractores, por el contrario, consideran que la reforma corre el riesgo de desembocar en una deriva antiliberal o autoritaria e insisten en la amplitud de las manifestaciones contra la reforma desde hace semanas.

Tras una jornada de intensificación de las protestas y la aparición de tensiones en el seno de la mayoría gobernante, Netanyahu anunció en un discurso el lunes por la noche que había «decidido hacer una pausa» en el examen del proyecto para dar «una oportunidad al diálogo real» con vistas a adoptar un texto más consensuado durante la sesión parlamentaria de verano, cuya apertura está prevista para el 30 de abril.

Decenas de miles de israelíes salieron a la calle el domingo por la noche y el lunes tras el anuncio el domingo de la destitución del ministro de Defensa, Yoav Gallant, que había exigido la víspera la congelación de la reforma ante el gran movimiento de reservistas que se negaban a cumplir sus obligaciones militares.

El lunes, el presidente israelí, Isaac Herzog, había pedido la «paralización inmediata» de la legislación sobre esta reforma.

Reaccionando rápidamente al anuncio de Benjamin Netanyahu, los dos principales líderes de la oposición, los centristas Yair Lapid y Benny Gantz, dijeron estar dispuestos a discutir con el Gobierno, pero bajo la égida del presidente, al tiempo que advirtieron al Ejecutivo contra cualquier engaño.

«Más vale tarde que nunca», dijo Benny Gantz. «Iremos inmediatamente a la residencia del presidente con la mano tendida», añadió, instando a Benjamin Netanyahu a «detener las amenazas» y a enviar un equipo a casa de Isaac Herzog.

El martes, los comentaristas políticos se mostraron escépticos sobre las intenciones de Benjamin Netanyahu.

Por su parte, según recoge este martes el periódico estadounidense ‘The New York Times’, el presidente Joe Biden estaría dispuesto a reunirse con el premier israelí en la Casa Blanca en los próximos meses. Ayer, el mismo medio publicaba un informe sobre cómo los funcionarios de Washington, a través de los embajadores, presionaron a las autoridades israelíes para desescalar las tensiones.

Una milicia bajo la autoridad de Itamar Ben Gvir Su discurso se produjo tras largas negociaciones con sus socios de extrema derecha, entre ellos el ministro de Seguridad Interior, Itamar Ben Gvir, que, según la prensa, había amenazado con abandonar el Gobierno si se producía una pausa en la reforma.

El partido de Itamar Ben Gvir anunció, antes de la declaración de Benjamin Netanyahu, la firma de un acuerdo entre ambos, que concede al ministro nuevas prerrogativas, entre ellas la creación de una «Guardia Nacional» civil bajo su autoridad, cuyos detalles no fueron revelados.

«Es una victoria para los manifestantes, pero quien realmente hizo doblegarse y pisotear a Netanyahu es Itamar Ben Gvir […] obtuvo de él una promesa escandalosa: la creación de una milicia que estará bajo sus órdenes», denunció Yossi Verter, corresponsal político de Haaretz, en la portada del diario de izquierdas.

Otra figura clave del Gobierno, el ministro de Finanzas Betzalel Smotrich, jefe del partido de extrema derecha Sionismo Religioso, aseguró el lunes tras el discurso de Benjamin Netanyahu que «la reforma [seguiría] adelante y se producirían los cambios necesarios en el sistema judicial y la democracia israelí».

Uno de los grupos impulsores de las manifestaciones contra la reforma anunció la continuación de la protesta «mientras no se detenga completamente el golpe judicial».

Dos sondeos difundidos el lunes por la noche por la televisión israelí muestran una pérdida de confianza en el partido Likud de Benjamin Netanyahu, que perdería 7 escaños en caso de elecciones, mientras que la coalición en el poder sólo dispone de una escasa mayoría en el Parlamento, con 64 diputados (de 120).

INT/ag.agencias.europapress/rp.

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