La comunicación la hizo en un mensaje que subió a Twitter, en el que señaló, en referencia al 10 de diciembre próximo: “Ese día le entregaré la banda presidencial a quien haya sido elegido” por el pueblo.
El mensaje de Fernández por las redes sociales llevó el tituló “Mi decisión”; allí argumentó que la medida es para dedicarse enteramente a resolver la crisis económica; fue enfático en reclamar una PASO para democratizar al Frente de Todos.
Esa decisión era demandada desde hace tiempo por el kirchnerismo, que le pedía que se corriera de la disputa electoral para que Cristina Kirchner pudiera definir la estrategia electoral. Sin embargo, en el pasaje final del mensaje Fernández insiste varias veces con que debe haber una PASO para “democratizar” el espacio.
A lo largo de un video de más de siete minutos Fernández cuenta, con voz en off y sobre imágenes de archivo que van desde la época de jefe de Gabinete de Néstor Kirchner hasta el presente, las razones del sorpresivo anuncio. Apeló para ello a un recurso típico del kirchnerismo: un video con anuncio sorpresa, tal como Cristina Kirchner había hecho cuando dijo que él sería su candidato a presidente.
Anoche el Presidente habló con su círculo íntimo para transmitirles su decisión; el video se grabó rápidamente para poder difundirlo hoy mismo; el impacto del recrudecimiento de la crisis económica
Fernández llamó al jefe de Gabinete, Agustín Rossi; al secretario General de la Presidencia, Julio Vitobello; al canciller Santiago Cafiero y a la portavoz Gabriela Cerrutti. Con algunos, incluso, se quedó charlando hasta pasada la medianoche. A todos les comunicó que se iba a bajar de la reelección y que lo quería anunciar esta misma mañana.
El entorno íntimo de Fernández percibía desde hace varios días que el Presidente desistiría de ir por la reelección. No porque el Presidente se los transmitiera directamente, como una decisión tomada. Pero en las conversaciones cotidianas se traslucía que había desistido de jugar. “Era claro que estaba macerando la decisión, pero era un proceso muy interno de él. No decía que se iba a bajar, pero se intuía que iba a ser así. Ayer a la medianoche hablamos y me dijo que creía que este era el momento”, dijo a este medio un importante funcionario nacional.
Desde hace varias semanas que funcionarios que orbitan cerca del Presidente empezaron a pensar en su futuro bajo la hipótesis de que el primer mandatario daría un paso al costado. Algunas figuras del riñón presidencial, de hecho, comenzaron a colaborar con Daniel Scioli, aún cuando se siguen referenciando en el jefe de Estado. Y Rossi, actual mano derecha de Fernández en la diaria, dijo públicamente que -si su jefe se bajaba- analizaría presentarse como candidato presidencial. Lo dijo con la bendición de Fernández.
El Presidente venía, desde hace meses, obsesionado con dos cuestiones de cara al armado de la estrategia electoral: evitar el “dedo” de Cristina Kirchner en la confección de las listas y asegurarse que -si él no era candidato- hubiera un postulante del oficialismo que defienda a la gestión nacional durante la campaña.
Es por eso que viene machacando con que la interna del Frente de Todos se debe dirimir en las urnas, con una PASO. Si bien hay interlocutores de las distintas tribus del oficialismo que trabajan en un “reglamento” para una eventual competencia interna, dada la catástrofe económica y la inestabilidad financiera que está atravesando el Gobierno, son muchos los dirigentes que no descartan que finalmente decante un candidato de unidad por el peronismo.
La duda que queda es si Fernández apoyará a un delfín o se declarará prescindente. “Debe concentrarse en resolver los problemas de los argentinos. Se pone al frente de las PASO y el armado electoral”, fue el mensaje oficial que transmitió hoy la Casa Rosada junto al tuit del anuncio. “Alberto quiere que alguien de su núcleo esté representado en la boleta, aunque difícilmente se ponga en jefe de campaña de nadie”, opinó un colaborador presidencial.
p/ag.ln.agencias.vfn/gr.rp.