El día después de la decisión del presidente Alberto Fernández de declinar su candidatura a la reelección y en medio de la crisis política y económica que sacude al Gobierno, Máximo Kirchner volvió a agitar la interna del Frente de Todos al cuestionar que hay sectores del oficialismo que «ponen en duda su aporte por un lugar más o menos en las listas».
«No hay derecho a que alguien esté enojado y no ayude a discutir una nueva opción. Si hubo errores en estos tres años es bueno reconocerlo, pero es muy complejo si cada sector que integra del Frente de Todos todo el día está queriendo poner en duda su aporte por un lugar más o menos en las listas», lanzó Máximo Kirchner.
«Hace falta reconocer errores, sentarse a dialogar, discutir un programa y juntar los votos», señaló el jefe de La Cámpora.
Tras el paso al costado del Presidente, el oficialismo debate puertas adentro la posibilidad de avanzar en una candidatura de consenso, que podría ungir al ministro de Economía Sergio Massa, o definir al aspirante presidencial del oficialismo en unas PASO, como sugirió el jefe de Estado en el video en el que comunicó que se bajaba de la carrera electoral.
Kirchner volvió a apuntar a la interna después de sostener que él y el kirchnerismo duro hicieron «todo y más en 2019, resistiendo al macrismo» para que «el Frente de Todos se pudiera constituir». El diputado e hijo de la vicepresidenta lo dijo en un plenario de la militancia K porteña.
«Fuimos a buscar a cada dirigente más allá de las aseveraciones y comportamientos que habían tenido, no solo de la vicepresidenta sino de los compañeros, y todo para generar una opción superadora», señaló, en una clara referencia a Alberto Fernández, quien durante años había cuestionado en muy duros términos a Cristina Kirchner en distintas entrevistas.
En el acto en Ferro, un escenario caro al kirchnerismo que ahora albergará el Congreso del PJ el 16 mayo se hizo sentir el canto de los militantes. «Cristina presidenta», fue el grito que se repitió a cada instante.
El diputado reclamó, también, discutir «un programa de Gobierno» de cara a una posible nueva gestión del Frente de Todos y deslizó una crítica al presidente Alberto Fernández.
«Es necesario un compromiso inquebrantable de toda las partes del Frente de Todos de llevarlo adelante para no tener después dolores de cabeza», dijo Kirchner en una alusión que no tuvo otro destinatario que el Presidente, con el que no tiene diálogo hace más de un año.
«Cuando en un frente las miserias conducen a las virtudes, estamos condenados al fracaso», añadió el hijo de la Vicepresidenta.
Antes del plenario militante del kirchnerismo, el tercero desde el 11 de marzo, los organizadores del evento entre los que se contaron los camporistas Mariano Recalde y Paula Penacca, que también hablaron a la militancia, circuló un documento que pidió de manera explícita por la candidatura presidencial de Cristina Kirchner.
«El peronismo tiene el deber militante de crear las condiciones para que Cristina vuelva a la Casa Rosada», señala el texto de 4 páginas, que incluye dos citas al Papa.
Kirchner, en una extensa alocución en el que criticó el acuerdo con el FMI y la gestión del PRO en la Ciudad, dejó una reflexión que parece resumir su opinión sobre la administración de Fernández. «Nadie está exento de errores y equivocaciones, lo que tiene que saber siempre es gobernarlo. Primero para saber gobernar a la gente hay que gobernarse a uno mismo», dijo. Kirchner insistió con la idea de que su madre fue proscripta y aludió a una de las definiciones del Presidente en el video en el que comunicó que se bajaba.
«Démosle la lapicera a cada militante», había dicho el mandatario en su mensaje. El referente de La Cámpora aprovechó para contestarle: «En este espacio político las biromes siempre la han tenido los militantes, el problema que tenemos hoy es que las biromes quieren escribir un nombre y el Poder Judicial saca el nombre que quieren escribir esas biromes para esta elección , que nadie se pase de vivo», sentenció entre aplausos.
Kirchner concentró sus críticas al acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), al que calificó de «incumplible». «Maldigo hoy en día que no haya sido escuchada. No eran posicionamientos de poder, queríamos que a nuestro gobierno le fuera mejor, esa fue la intención», enfatizó.
Al final, de su discurso, el jefe de La Cámpora anticipó parte de la nueva línea discursiva del kirchnerismo, que rescatará aspectos del Gobierno que erosionó con críticas públicas. «Fue mucho mejor para el país que durante la pandemia estuviera Alberto Fernández y no Mauricio Macri en el Gobierno», sentenció.
P/ag.ln.db.cl.ifb.vfn/gr.