Sao Paulo. La decisión del regulador ambiental de Brasil, Ibma, de bloquear el proyecto petrolero en la Amazonía de la petrolera estatal Petrobras ha expuesto las tensiones en la coalición del presidente Lula da Silva entre defensores del medio ambiente y aquellos que priorizan el desarrollo económico.
Ibama dijo el miércoles por la noche que bloquearía una solicitud de la petrolera estatal Petrobras <PETR4.SA> para perforar en la desembocadura del Amazonas cerca de Amapá, en una decisión muy esperada que siguió a una recomendación técnica de expertos de Ibama de rechazar la proyecto.
En un comunicado, Petrobras dijo que planeaba presentar una apelación para que Ibama reconsiderara su decisión, diciendo que «cumplió estrictamente con todos los requisitos del proceso de concesión de licencias».
La decisión del Ibama, supervisada por la ministra de Medio Ambiente de Lula, la ecologista mundialmente reconocida Marina Silva, ha irritado a algunos dentro de la coalición gobernante.
Lula, que proviene del noreste pobre, ha apostado su reputación internacional para revertir el retroceso ambiental bajo su predecesor de extrema derecha, el expresidente Jair Bolsonaro. Pero también está bajo presión para generar el crecimiento que tanto necesitan las regiones pobres y subdesarrolladas del norte y el noreste, y quiere que la estatal Petrobras sea un motor de ese crecimiento.
El senador Randolfe Rodrigues, representante del estado de Amapá, dijo que el Ibama tomó una decisión de gran impacto económico para el estado sin tomar en cuenta la opinión de los amapeños ni de su gobierno estatal. Rodrigues es un importante aliado de Lula que dirigió su campaña presidencial el año pasado.
«Lucharemos contra esta decisión», escribió Rodrigues en Twitter y agregó que «la gente de Amapá quiere tener derecho a ser escuchada». Más tarde anunció que dejaría su partido, la Red de Sostenibilidad de centroizquierda, a la luz de la decisión.
La Red de Sostenibilidad fue fundada a principios de la década de 2010 por Silva, el ministro de Medio Ambiente, quien nombró al titular del Ibama, Rodrigo Agostinho.
Agostinho dijo a GloboNews TV el jueves que se permitiría a Petrobras presentar una nueva solicitud para perforar en la región, pero señaló que los estudios presentados por la firma hasta la fecha no eran suficientes para autorizar la medida.
Petrobras dijo en su presentación que no perdía la esperanza en sus planes de desarrollar una región rica en petróleo con reservas potenciales de hasta 14.000 millones de barriles de petróleo.
«La compañía sigue comprometida con el desarrollo del margen ecuatorial brasileño», dijo, y agregó que «garantizaría la seguridad energética del país».
A pesar de las intenciones declaradas de Petrobras, el fallo efectivamente pone fin a todo desarrollo futuro de los prospectos petroleros inexplorados en la desembocadura del río Amazonas, dijo a Reuters la ex jefa de Ibama, Suely Araujo.
Araujo dijo que incluso si Petrobras emprende los estudios más profundos solicitados por Ibama, la última palabra aún recaería en el regulador. «La decisión es final», dijo, y agregó que esperaba que Lula apoyara el fallo de Ibama.
Los derechos de exploración en el área se subastaron en 2013, pero las grandes petroleras BP (BP.L) y TotalEnergies (TTEF.PA) se retiraron debido al costo de los estudios costa afuera y las dificultades para obtener licencias de perforación, mientras que Petrobras siguió adelante. .
Ni la oficina de Lula ni el Ministerio de Medio Ambiente respondieron a las solicitudes de comentarios.
En un comunicado, Greenpeace dijo que Ibama había enfatizado la necesidad de «una transición energética justa, en lugar de insistir en otra frontera de exploración petrolera en el contexto de la crisis climática».
Ibama ha «aplazado el fin del mundo», proclamó el grupo ecologista Observatorio do Clima.
INT/ag.agencias.europapress/re.rp
