Moscú. Mientras las tropas rusas toman nuevas posiciones en el este de Ucrania, los altos mandos del Kremlin planean medidas con su aliada Belarús, que comparte frontera con el norte de Ucrania.
Este jueves, Moscú y Minsk firmaron un acuerdo para desplegar armas nucleares tácticas de Rusia en Belarús. El Kremlin eleva su apuesta bélica después de acusar a Occidente de involucrarse “directa e indirectamente” en el conflicto por el suministro de equipo militar a Kiev.
“El despliegue de armas nucleares no estratégicas es una respuesta eficaz a la política agresiva de los países hostiles a nosotros”, afirmó en la capital de Belarús el ministro de Defensa de ese país Viktor Khrenin, tras sellar el acuerdo con su homólogo ruso, Serguéi Shoigu.
Si bien las dos partes señalaron este jueves que dan ese nuevo paso en respuesta a lo que consideran “amenazas” de los aliados occidentales, la firma este 25 de mayo formaliza el pacto anunciado el pasado marzo por el presidente ruso, Vladimir Putin, y su homólogo bielorruso, Alexander Lukashenko.
Las armas nucleares tácticas se refieren a equipos de menor rendimiento diseñados para uso en el campo de batalla, a diferencia de las estratégicas capaces de aniquilar ciudades enteras. Rusia no ha revelado cuántas armas nucleares tácticas posee, pero el ministro ruso remarcó que su nación mantendrá el control de las armas y cualquier decisión sobre su uso.
“En el contexto de una escalada extremadamente aguda de amenazas en las fronteras occidentales de Rusia y Bielorrusia, se tomó la decisión de tomar contramedidas en la esfera militar-nuclear”, agregó Shoigu.
Pero Moscú también fortalece posiciones en el país que comparte frontera con Ucrania en momentos en que se prepara para la tan esperada contraofensiva de las tropas de Volodímir Zelenski.
Las partes involucradas atraviesan por una fase de mayor tensión luego de que en la reciente cumbre del G7, Estados Unidos, fabricante de los aviones de combate caza F-16, diera luz verde para que otros aliados entreguen ese tipo de aeronaves a Kiev y respaldara el entrenamiento de pilotos en esas aeronaves.
Hasta ahora, había sido una línea roja que el Gobierno de Joe Biden evitó cruzar en medio de los temores de que los aparatos puedan alcanzar territorio ruso y desencadenar un conflicto mayor.
La entrega de esos aparatos “reforzará enormemente” el espacio aéreo ucraniano, subrayó Zelenski, ya que los F-16 permitirán al país agredido disparar misiles de precisión con estándares de la OTAN. Por su prometido suministro, el Kremlin amenazó con «riesgos colosales».
INT/ag.agencias.europapress.ap/re.rp
