La confirmación de la dupla cerró definitivamente las versiones e intrigas que crecieron en Unión por la Patria y dejaron de lado a otros que sonaban para el puesto como el ministro de Economía, Sergio Massa, y el gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, que ahora irá por la reelección en el distrito con más votos del país.
En los últimos días, Manzur había empapelado la Ciudad de Buenos Aires y sectores del Conurbano con afiches con la leyenda «Manzur Presidente». Este jueves cerca del mediodía el ministro y el gobernador se sacaron la foto de campaña.
La dupla tiene el sello y el apoyo de Cristina Kirchner, que tejió hasta último momento para que se conforme. De hecho, este miércoles la vice se reunió con Manzur en el Senado para terminar de pulir los detalles de las precandidaturas. La vice y el gobernador habían tenido diferencias políticas que ahora fueron zanjadas.
Es que en 2018, durante el gobierno de Mauricio Macri, Manzur afirmó que el ciclo de Cristina estaba «terminado». «Ya está, terminó; el de Cristina es un ciclo político que está concluido», sostuvo en una entrevista con Clarín.
Manzur y De Pedro armaron una relación desde que el camporista asumió como ministro del Interior. Su rol, entre otros, era tener vínculos con las provincias. Luego, durante unos meses, el tucumano fue su jefe formal, cuando quedó a cargo del Gabinete nacional.
Según fuentes oficiales, el miércoles el ministro llamó al gobernador de Tucumán y le propuso oficialmente ser su vice, una idea que ya estaba circulando en el peronismo. Los mandatarios del PJ querían que la fórmula tuviera «representación federal».
El gobernador incluso recibió a De Pedro en Tucumán, hace 11 días, cuando el PJ retuvo el control de la provincia y venció a Juntos por el Cambio en las elecciones. Manzur había tenido que declinar su candidatura a vicegobernador tras una decisión de la Corte Suprema de Justicia.
Esa noche en Tucumán el ministro del Interior fue el primero en llegar a la provincia para celebrar el triunfo de Osvaldo Jaldo.
Con la confirmación de De Pedro, oriundo de Mercedes, Cristina Kirchner se asegura un candidato fiel a ella, integrante de La Cámpora y que cumple con el requisito de ser parte de la «generación diezmada» como dijo en su último discurso en la Plaza de Mayo durante la celebración de los 20 años de la asunción de Néstor Kirchner.
En el Gabinete se lo consideraba «él» hombre de la vice. De Pedro fue quien encabezó la ola de renuncias de ministros tras la derrota en las PASO. Eso quebró su relación con Alberto Fernández, que no toleró la «traición». El camporista no le anticipó siquiera unos minutos la movida.
«Wado» De Pedro había activado un dispositivo descomunal de campaña tras el discurso de la vicepresidenta. Amplió su equipo de comunicación, empezó a girar por las provincias y salió a pegar afiches con su nombre y la leyenda «Presidente». Incluso algunos medios K armaron perfiles elogiosos sobre su figura y sus virtudes como candidato.
En el kirchnerismo destacan que el ahora candidato K tiene buenos vínculos con los gobernadores y llegada a algunos sectores del establishment y el círculo rojo que tanto denostan. Incluso tiene un trato menos tenso con el periodismo no K. Procura en este sentido diferenciarse de Máximo Kirchner y Andrés «El Cuervo» Larroque, otros líderes camporistas.
De Pedro también tiene vínculos en la Justicia. Su hermano de crianza Juan Ignacio Ustarroz es el representante por el Poder Ejecutivo en el Consejo de la Magistratura donde se eligen y sancionan jueces. Es parte de su círculo más íntimo y comparten los fines de semana en Mercedes, donde el candidato es oriundo y tiene un campo.
Este jueves, antes del anuncio, el intendente de Ensenada, el hiperkirchnerista Mario Secco, salió a pedir que la fórmula sea De Pedro -Manzur, un anticipo de lo que después pasó. «Ayer se vio una foto de Wado con Manzur y a la militancia le gusta eso», aseguró el intendente.
P/ag.agencias.cl.ifb.ln./gr.