Gaza-Jerusalén. Veinticuatro soldados israelíes murieron en el peor día de pérdidas de Israel en Gaza , dijo el ejército el martes, mientras sus fuerzas rodeaban la principal ciudad del sur de Gaza, atrapando a los residentes palestinos que intentaban huir.
Israel dijo que los objetivos de su guerra contra el movimiento terrorista Hamas que gobierna Gaza no habían cambiado y que se estaban haciendo esfuerzos para lograr la liberación de más de 100 rehenes israelíes.
El portavoz militar, el contraalmirante Daniel Hagari, dijo que 21 soldados murieron cuando dos edificios que habían minado para demoler explotaron después de que militantes dispararon contra un tanque cercano. Se informó que tres soldados murieron en otro ataque.
«Ayer vivimos uno de los días más difíciles desde que estalló la guerra», dijo el primer ministro Benjamín Netanyahu. «En nombre de nuestros héroes, por el bien de nuestras vidas, no dejaremos de luchar hasta lograr la victoria absoluta».
Cuando se le preguntó sobre los informes de los medios de comunicación de que se estaba discutiendo un acuerdo de alto el fuego, después de que Qatar dijera que los esfuerzos de mediación estaban en curso, el portavoz del gobierno israelí, Eylon Levy, dijo que los objetivos de la guerra no habían cambiado.
«La destrucción de las capacidades militares y de gobierno de Hamás en la Franja de Gaza y el regreso de todos los rehenes», dijo. «No habrá un alto el fuego que deje a los rehenes en Gaza y a Hamás en el poder».
Levy se negó a dar más detalles sobre los esfuerzos para liberar a los rehenes, que fueron llevados a Gaza tras el ataque del 7 de octubre en el que Hamas y otros militantes mataron a unos 1.200 israelíes, el desencadenante de la guerra. Levy dijo que había vidas en juego.
La muerte de los soldados se produjo el día en que las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) lanzaron su mayor operación en un mes, para apoderarse de las partes restantes de Khan Younis, la principal ciudad del sur de Gaza, que alberga a cientos de miles de palestinos desplazados.
«Durante el último día, las tropas de las FDI llevaron a cabo una extensa operación durante la cual rodearon Khan Younis», dijo el ejército, añadiendo que habían «eliminado» a decenas de combatientes.
Los tanques israelíes, avanzando hacia el oeste hacia el Mediterráneo, cerraron el camino hacia la costa el martes, bloqueando la ruta de escape para los civiles que intentaban llegar a Rafah, la última ciudad en el extremo sur de Gaza, ahora atestada con más de la mitad de los 2,3 millones de habitantes del enclave.
Al menos 195 palestinos murieron en el espacio de 24 horas, elevando la cifra documentada a 25.490, según funcionarios de salud palestinos, quienes dicen que se teme que miles de muertos más se pierdan entre los escombros.
El avance israelí ha bloqueado hospitales, lo que, según los funcionarios palestinos, hace imposible rescatar a los muertos y heridos. En el principal hospital Nasser de Khan Younis, el más grande que aún funciona en la Franja de Gaza, los cuerpos eran enterrados en el terreno porque no era seguro salir al cementerio.
Otro hospital de Khan Younis, Al-Khair, fue asaltado por tropas israelíes que arrestaron al personal, dijeron funcionarios palestinos, el hospital Al-Amal era inaccesible. La Media Luna Roja que lo administra dijo que un proyectil de tanque había alcanzado su sede en el cuarto piso allí, que un civil había muerto en la entrada y que los israelíes estaban disparando desde drones contra cualquiera que se moviera cerca.
Israel dice que los combatientes de Hamás operan dentro y alrededor de los hospitales, lo que el personal del hospital y Hamás niegan. Israel dijo el lunes que estaba haciendo esfuerzos para ayudar a mantener los hospitales en funcionamiento, entregando combustible y ayuda médica.
Los palestinos aclamaron las pérdidas israelíes como una victoria. «La resistencia dijo que iba a hacer de Gaza un cementerio para la ocupación, y esto es lo que está sucediendo», dijo Abu Khaled, refugiado en una escuela en Deir al-Balah, justo al norte de Khan Younis.
Mientras tanto, familiares y amigos lloraron a los soldados en funerales en todo Israel, tocando ataúdes envueltos en la bandera nacional y abrazándose unos a otros en su dolor.
El jefe del Estado Mayor militar de Israel, Herzi Halevi, hizo una declaración televisada después de visitar el lugar de la explosión. «Hoy sentimos el gran y doloroso precio de la guerra, pero la que libramos ahora es vital y justa», afirmó.
Aunque la guerra todavía cuenta con un apoyo público abrumador en Israel, está surgiendo descontento con la estrategia de Netanyahu: aniquilar a Hamas pero con sólo una vaga discusión sobre lo que debería seguir.
El sábado, Netanyahu dijo que Israel no podía renunciar al control de seguridad sobre «todo el territorio al oeste del río Jordán», un requisito que reconoció estaba en desacuerdo con la soberanía palestina , la base de la solución de dos Estados defendida durante décadas por el principal país aliado de Israel, Estados Unidos.
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