El Cairo-Jerusalén-Gaza. Funcionarios de Estados Unidos, Egipto, Israel y Qatar se reunieron el martes en El Cairo en otro intento por acordar una tregua en Gaza, mientras crecían los llamados a Israel para que frene un ataque planeado contra el enclave meridional repleta de más de un millón de desplazados.
Rafah, cuya población antes de la guerra era de unas 300.000 personas, está repleta de personas sin hogar que viven en campamentos de tiendas y refugios improvisados y que huyeron allí de los bombardeos israelíes en zonas más al norte de Gaza durante más de cuatro meses de guerra.
Israel dice que quiere expulsar a los terroristas de Hamás de sus escondites en Rafah y liberar a los rehenes israelíes allí retenidos, y está haciendo planes para evacuar a los civiles palestinos atrapados. Pero no se ha presentado ningún plan y las agencias de ayuda dicen que los desplazados no tienen otro lugar adonde ir en el territorio devastado.
Los tanques israelíes bombardearon el sector oriental de Rafah durante la noche, provocando oleadas de pánico, dijeron los residentes.
Dijeron que las personas desplazadas -decenas hasta el momento- habían comenzado a abandonar Rafah después de los bombardeos y ataques aéreos israelíes en los últimos días.
Rafah es vecino de Egipto, pero El Cairo ha dejado claro que no permitirá un éxodo de refugiados a través de la frontera.
En la capital de Egipto se estan realizando esfuerzos renovados para asegurar una tregua en una guerra cuyo impacto se ha extendido por todo el Medio Oriente. El diario egipcio Al Qahera News, vinculado al Estado egipcio, dijo que habían comenzado conversaciones en las que participan funcionarios estadounidenses, qataríes, egipcios e israelíes.
«Las partes están buscando una fórmula que sea aceptable para Hamás, que dice que sólo es posible firmar un acuerdo una vez que se base en el compromiso israelí de poner fin a su guerra y retirar sus fuerzas de Gaza», dijo un funcionario palestino. Reuters.
El funcionario dijo que Hamás había dicho a los participantes que no confía en que Israel no reanude la guerra si los rehenes israelíes retenidos por terroristas palestinos son liberados.
Los rehenes fueron capturados durante la incursión de Hamás en el sur de Israel el 7 de octubre. Asegurar su regreso es una prioridad para el gobierno del primer ministro Benjamín Netanyahu, así como eliminar a Hamás, que gobierna el pequeño territorio costero.
Un alto funcionario de Hamas, Sami Abu Zuhri, culpó a Israel por la falta de progreso en los esfuerzos de paz hasta el momento. Hasta la fecha ha habido una tregua que duró una semana a finales de noviembre.
No hubo comentarios de Israel sobre el estado de las conversaciones. Dice que intenta minimizar las muertes de civiles y que los combatientes de Hamás se esconden entre los civiles, algo que el grupo niega.
La ministra alemana de Asuntos Exteriores, Annalena Baerbock, que visitará Israel el miércoles, dijo respecto a Rafah que Israel tenía derecho a defenderse del terrorismo, pero eso no significaba expulsar a la población.
Sudáfrica pidió el martes a la Corte Mundial que considere si el plan de Israel de extender su ofensiva a Rafah requería medidas de emergencia adicionales para salvaguardar los derechos de los palestinos.
En un caso presentado por Sudáfrica, la Corte Internacional de Justicia ordenó el mes pasado a Israel que tomara todas las medidas a su alcance para impedir que sus tropas cometieran genocidio contra los palestinos en Gaza. Israel niega estar cometiendo genocidio y ha pedido al tribunal que rechace el caso de plano.
El gobierno de Pretoria expresó su preocupación de que una ofensiva provocaría más matanzas, daños y destrucción a gran escala.
Juliette Touma, portavoz de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos, UNRWA, dijo que no había sido informada de ningún plan de evacuación israelí para Rafah y que no formaba parte de él.
«¿A dónde van a evacuar a la gente? Dado que ningún lugar es seguro en toda la Franja de Gaza, el norte está destrozado, plagado de armas sin explotar, es prácticamente inhabitable», dijo.
La oficina humanitaria de la ONU también dijo que no participaría en ninguna evacuación forzosa.
El presidente estadounidense, Joe Biden, dijo el lunes que Washington estaba trabajando en un acuerdo de rehenes para llevar una calma «inmediata y sostenida» a Gaza durante al menos seis semanas.
Biden ha instado a Israel a abstenerse de una ofensiva en Rafah sin un plan viable para proteger a los civiles.
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