El expresidente boliviano Evo Morales elevó la tensión con el Gobierno de Luis Arce, al declararse en huelga de hambre para presionar por un diálogo, después de que sus seguidores tomaran varios puestos militares y retuvieran a dos centenares de uniformados, en el marco de las protestas y bloqueos que iniciaron hace casi tres semanas.
El expresidente boliviano Evo Morales es investigado por un caso de abuso que él niega y que sus seguidores consideran una «persecución judicial y política» por parte del Gobierno de Luis Arce, antiguo aliado del exmandatario, por lo que han emprendido protestas y bloqueos en todo el país.
La crisis se profundizó este viernes, cuando decenas de estos seguidores, entre campesinos e indígenas, tomaron tres unidades militares, según la agencia AFP.
El presidente Luis Arce describió el hecho como «traición a la Patria» tras atribuir la toma a «grupos armados» afines al exmandatario Evo Morales.
«Denunciamos ante el pueblo boliviano y la comunidad internacional que grupos armados afines a Evo Morales han tomado por asalto tres unidades militares en el Trópico de Cochabamba, reteniendo como rehenes a militares y a sus familias, y amenazando sus vidas», escribió Arce en la red social X.
En su mensaje, el presidente aseguró que la toma de instalaciones militares «por grupos irregulares en cualquier lugar del mundo es un delito de traición a la Patria» y una «afrenta» a la Constitución, las Fuerzas Armadas y «al propio pueblo boliviano, que rechaza de manera contundente los bloqueos criminales de Evo Morales, así como estas acciones delincuenciales».
La denuncia tiene lugar en un momento de altas tensiones, con partidarios de Morales blqueando carreteras en el centro del país y el Gobierno de Luis Arce intentando despejarlas.
En un video difundido por la prensa boliviana, se ve a 16 militares rodeados de campesinos que blanden de palos con la punta afilada.
El grupo de soldados, a través de un video, alertó que habían sido tomados como «rehenes» por seguidores de Morales dentro de centros militares en el Trópico de Cochabamba.
En la grabación, un grupo de soldados aparece de pie frente a una sede militar y se dirige al Gobierno de Luis Arce para pedirle que «no desbloquee la carretera de Parotani», en la región central de Cochabamba, ya que están rodeados por más de 2.000 ‘evistas’.
«Nos han cortado el agua, luz, nos han tomado como rehenes, pedimos la pronta solución, no intervengan los puntos de bloqueos ya que la vida de mis instructores y soldados (corre peligro), por favor mi general (…) estamos familiares, estamos padres, hijos, hermanos de familias enteras», pidió un militar, que no se identificó, a Arce.
Tras la denuncia de la toma de los cuarteles, el expresidente Morales pidió el viernes en redes sociales a sus seguidores suspender los bloqueos de carreteras que realizan hace 19 días.
Morales instó a «analizar un cuarto intermedio del bloqueo de caminos» para evitar «hechos de sangre», ante los operativos de militares y policías que buscan despejar las carreteras.
El exgobernante, además, anunció una huelga de hambre para exigir un diálogo con el Gobierno Arce que incluya una mediación internacional.
«He decidido, para viabilizar el diálogo, (que) voy a iniciar una huelga de hambre hasta que el Gobierno instale dos mesas de diálogo, primero por el tema económico y segundo por el tema político», señaló.
El bloqueo indefinido de caminos cumple ya tres semanas para exigir que el Gobierno retire los procesos judiciales por trata de personas y estupro contra Evo Morales, que consideran forman parte de una persecución política.
INT/ag.agencias.europapress/rp.