Mientras crece un clima de paranoia y el Gobierno le da rienda suelta a las teorías conspirativas, en La Libertad Avanza (LLA) esperan que el fiscal federal Carlos Stornelli ponga un foco en una presunta red de espionaje en la Cámara de Diputados.
Se trata del fiscal federal que ya impulsó la denuncia del Poder Ejecutivo por supuesta “inteligencia ilegal” en el Gobierno y que investiga la captación de conversaciones privadas de Karina Milei y de otros funcionarios nacionales.
La hermana del Presidente y Martín Menem están convencidos que, desde marzo de este año en adelante, se hicieron grabaciones irregulares durante reuniones de bloque y otros cónclaves políticos del oficialismo que se dieron intramuros, en la Cámara baja. Las sospechas de la cúpula karinista están puestas en los propios: creen que fueron diputados que integraban el bloque de La Libertad Avanza los que filtraron ese material. Y apuntan, una vez más, a los que recientemente se abrieron del bloque, desde Marcela Pagano hasta el puntano, Carlos D’Alessandro.
“Hay muchos audios de conversaciones privadas que desde hace meses llegan a los periodistas”, explicó una fuente de la cúpula de LLA que dijo que muchas de esas filtraciones buscan perjudicar a Martín Menem y a su círculo íntimo. Y detalló: “Esas grabaciones tuvieron más de un origen: se han reenviado a terceros audios que se mandaron a grupos de WhatsApp y que no debían trascender; hubo grabaciones hechas con celulares durante reuniones presenciales y también creemos que se utilizaron los micrófonos que tiene la Cámara como parte de su sistema de sonido para registrar conversaciones”, agregó.
En LLA no explican como, técnicamente, pudieron quedar registradas (para su posterior distribución) esas conversaciones que habrían sido captadas a través de los micrófonos que tiene la Cámara y que están instalados, por ejemplo, en los salones donde se hacen las reuniones de comisión. Pero abonan esa teoría y esperan que la Justicia lo investigue.
En las requisas que llevó adelante la Policía Federal no encontraron micrófonos ad hoc, fuera de los reglamentarios.
“También hay empleados que filtran información de reuniones privadas y se sacan fotos a las pantallas de los celulares desde distintos puntos del recinto. Esa información y esas imágenes terminan siempre en manos de periodistas”, abundaron en el “karinismo”. Y cerraron: “Creemos que hay un sistema de pseudo espionaje en la Cámara y un combo de intimidación”.
En la cúpula de LLA no distinguen que siempre -y en todas las gestiones- circuló información off the record sobre encuentros políticos en los despachos oficiales, tanto del Congreso como de la Casa Rosada. Alimentan, en cambio, la versión de una gran operación para desestabilizar al Gobierno. Pretenden, así, reencuadrar la polémica que se desató cuando se filtraron los primeros audios de Diego Spagnuolo, que -por su contenido- dieron origen a una causa en Comodoro Py por presuntos sobornos en la Agencia de Discapacidad (Andis).
Por eso, en las últimas horas, el Gobierno amplió la denuncia penal que hizo a partir de la filtración de los audios de Karina Milei. El Ministerio de Seguridad, en un escrito firmado por el director nacional de Normativa y Relaciones con los Poderes Judiciales, Fernando Soto, denunció la existencia de “una burda operación de inteligencia no institucional, prohibida por la Ley 25.520″ luego de que el canal de streaming Carnaval difundiera, una semana atrás, dos audios de la hermana del Presidente presuntamente registrados en la Casa Rosada.
Soto pidió que se investigue una línea específica, que partiría de presuntos sectores de la “oposición kirchnerista” y llegaría hasta el canal de streaming Carnaval, donde trabajan los periodistas Jorge Rial y Mauro Federico. Involucró, a su vez, a otros actores, como el tesorero de la AFA, Pablo Toviggino y el abogado Franco Bindi, pareja de Pagano.
“La trama revela una red viscosa y pestilente, que comprendería a operadores políticos y a esferas de inteligencia no institucionales”, rezó el escrito oficial.
El martes, horas después de radicada la denuncia del Poder Ejecutivo, un canal de streaming uruguayo publicó un nuevo audio de Karina Milei en el que ella hacía referencia a “Martín”. El titular de Diputados y Patricia Bullrich señalaron que se trataría de una conversación registrada de manera clandestina en el ámbito de la Cámara baja.
Soto ya hizo una ampliación de su denuncia para que Stornelli también investigue si hubo espionaje en el Congreso. “Se ha difundido un nuevo audio, que también habría sido obtenido en forma clandestina e ilegal, atribuido a Karina Milei en el que mencionaría al presidente de la Cámara de Diputados. Dicho audio, cuya veracidad no podemos afirmar, habría sido obtenido en forma ilícita y clandestina en la oficina de la Presidencia de la Honorable Cámara de Diputados”, escribió Soto en su segundo escrito.
No es la primera vez que se generan polémicas por audios de reuniones dentro de Diputados. En agosto del año pasado, durante el escándalo que se desató por la polémica visita de diputados oficialistas a represores detenidos en el penal de Ezeiza, circularon mensajes de WhatsApp y grabaciones hechas en reuniones del bloque de LLA. Una diputada, Rocío Bonacci -integrante de la comitiva que visitó Ezeiza- fue apuntada por filtrar la foto del grupo de libertarios junto a los represores.
Luego, desde las filas libertarias filtraron un audio de Lourdes Arrieta en pleno estado de crisis, en donde denunciaba frente a sus pares de bancada que había recibido amenazas de muerte y que le habían hecho “una cama”. “Martín, no tuviste los hue.. para defendernos”, se le escucha decir a la diputada en el audio. En aquel momento, desde el entorno de Arrieta, apuntaron a Lilia Lemoine por la filtración, una legisladora que es del riñón de los hermanos Milei y que está fuertemente enfrentada con Pagano.
Con el nivel de desconfianzas mutuas y rencillas que atraviesa al bloque de LLA en Diputados, no queda en claro si puede haber una real trama de espionaje ilegal o si se trata de operaciones caseras y “fuego amigo” entre integrantes de un mismo bloque que se detestan personalmente.
P/ag.agencias.ln.mj./gr.