Para el jefe de Estado la firma del nuevo Consenso Fiscal con 23 provincias implica «garantizar un crecimiento equilibrado» del país bajo un sistema «federal», al tiempo que criticó a la administración de la ciudad de Buenos Aires por negarse a rubricar ese convenio, que según funcionarios porteños se exige que los distritos que adhieren deben renunciar a los reclamos que tienen con el Estado Nacional.
En su discurso, Fernández ponderó la puesta en marcha del nuevo consenso fiscal porque, dijo, implica un «paso más para garantizar un crecimiento equilibrado en toda la Argentina, preservando la autonomía de las provincias y profundizando el sistema federal» planteó además que «es muy interesante poner en debate algo que nos hemos propuesto como un objetivo, que es buscar la progresividad del sistema recaudatorio para que paguen los que más tienen y dejen de pagar los que menos tienen, y que podamos poner en discusión en 2022 un impuesto como el Impuesto a la Herencia».
El gran ausente del encuentro fue el jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, que adelantó su rechazo al proyecto. Los gobernadores radicales Gerardo Morales (Jujuy), Rodolfo Suárez (Mendoza) y Gustavo Valdés (Corrientes), se comprometieron ante las principales autoridades de Juntos por el Cambio que no crearán nuevos impuestos ni incrementarán los existentes, como Ingresos Brutos, Sellos, Inmobiliario y Automotor, a pesar de adherir al pacto de la Casa Rosada.
La postura de Rodríguez Larreta generó diferencias en la coalición opositora, pero en el caso de haber apoyado la iniciativa del Gobierno nacional habría tenido que renunciar al reclamo que presentó ante la Corte Suprema. El mismo fue realizado en 2020 después de que el Ejecutivo le quitara un punto de la coparticipación, que retiró el financiamiento a la Policía de la Ciudad para dárselo a la Bonaerense.
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