“En primer lugar expresé la necesidad de recobrar la normalidad institucional, que el Congreso sesione urgente para mejorar los controles” declaró Mario Negri, presidente del bloque de la UCR y del interbloque de Juntos por el Cambio de la Cámara de Diputados de la Nación, después de haber participado de la reunión que líderes parlamentarios mantuvieron con Alberto Fernández, y agregó “pedimos la presencia del ministro de Economía en la Bicameral de deuda y el envío presupuesto 2020” pero “el ministro Guzmán dijo que no están aún dada las condiciones para enviar el presupuesto” afirmó el legislador.
Negri destacó: “Planteé también que haya más recursos para las provincias y la coparticipación de los Aportes del Tesoro Nacional a los municipios. Fundamentalmente, pedí proteger el aparato productivo evitando más desempleo y quiebre de empresas. Los bancos, a pesar de tener fondos en sus balances, no prestan a las PYMES por riesgo de pago; se necesitan más garantías del Estado y decisiones al respecto del Banco Central”.
El titular del interbloque Juntos por el Cambioi señaló que también se expuso la necesidad de un Consejo Productivo que reúna a economistas, referentes del sector productivo y dirigentes gremiales, para pensar cómo salir de la pandemia económica, teniendo en cuenta que ya se saben proyecciones sobre la caída global de toda la economía”.
Las declaraciones del máximo referente parlamentario de la oposición, dejan lugar al análisis político de los reclamos formulados al Poder Ejecutivo, porque conforman una agenda de temas vitales para el funcionamiento institucional. En primer lugar, queda expuesto un grave déficit en la relación oficialismo/oposición que la pandemia solo se ocupó de profundizar.
Conviene sincerar este punto para comprender lo que está ocurriendo: la falta de diálogo no es la causa de las diferencias, es apenas una de las consecuencias de dos concepciones opuestas sobre el ejercicio del poder, el funcionamiento del sistema, el apego a las normas y sobre el equilibrio de poderes, es decir, se está asistiendo a la confrontación de dos visiones muy diferentes sobre la república.
Al Presupuesto “la Ley de Leyes”, que según el mandato constitucional debe elevarse a las Cámaras antes del 15 de septiembre del año anterior al ejercicio a ejecutarse y debería estar vigente desde el 1 de enero. Si bien se debe considerar una serie de factores que impidieron su tratamiento en tiempo y forma, aquí también es indispensable sincerar el debate, porque resulta evidente la intencionalidad política del oficialismo: la ausencia de Presupuesto, sumada a las facultades extraordinarias que fueron delegadas por el Congreso, le permite al Poder Ejecutivo asignar fondos de manera discrecional, lo que siempre configura una tentación para el extravío del rumbo democrático.
En cuanto al planteo relacionado con la creación de un Consejo Productivo dedicado a pensar cómo se sale de la pandemia, no parece muy diferente a los reclamos de concertación que, en los hechos, fueron derivados a vía muerta o directamente rechazados por este gobierno o el que en su momento encabezara Cristina Fernández de Kirchner.
Mientras tanto, la crisis social y económica no se detiene, sumando angustia e incertidumbre a una sociedad inerme. En resumen y para decirlo con todas las letras: por un lado está el gobierno que puede dialogar y es el responsable de hacerlo, y por otro lado está la oposición, que quiere dialogar y no encuentra con quien.
CC/rp.
Recobrar normalidad Institucional y protección del aparato productivo, reclamó Juntos por el Cambio
