viernes 29 marzo 2024

Cuaderno de opiniones. Institución policial y sociedad con mensajes confusos

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Por Dip.Nac UCR Carlos Fernández
Cuando uno combina, situación social y económica en creciente deterioro con un aumento gradual y sostenido de los niveles delictivos. Cuando la sociedad y la institución policial reciben mensajes confusos desde las más altas responsabilidades sobre temas estructurales, como la carencia de vivienda y la toma de tierras. Y todo sucede en medio de situaciones en las que se las somete a sobre exigencias y a un stress laboral pronunciado, con niveles de remuneración inadecuados y muy bajos.

Cuando resulta inocultable la falta de habilidad e idoneidad para resolver una crisis, resulta extraño coronar todos estos elementos con la sobreactuación del máximo responsable político, que plantea ambiciones de trascendencia inadecuadas para el momento por el que transitamos como sociedad.

Cuando asistimos a este tipo de espectáculos, los factores se combinan y potencian hasta convertirse en una fórmula perfecta para provocar una explosión de furia y protesta, como la que se expresa en distintos puntos de la provincia de Buenos Aires, protagonizada por la fuerza de seguridad más grande de la Argentina.

En momentos turbulentos como los que se viven, uno puede sentirse tentado por decir, era previsible, o, todos los relatos montados para ocultar la falta de rumbo, de visión y de gestión se desploman como un castillo de naipes.

Pero creo que lo más apropiado es intentar entender el momento y simplemente señalar que la oposición política actuando con responsabilidad, sin pretender protagonizar ni exigir reciprocidad, aporte lo que cree conveniente.

En tal sentido brindo mi opinión:

Primero, resulta imprescindible poner un freno inmediato a este conflicto, su permanencia en el tiempo amenaza con extender aún más la protesta a otros sectores con similares reclamos, y es hora de obrar con seriedad para comenzar a resolver cada uno de los problemas pendientes, con las limitaciones de la hora.

Segundo, que se llamen a silencio y se corra de escena a los funcionarios que vienen protagonizando debates públicos, cuyos pensamientos están en las antípodas. La contradicción flagrante en la que se sumergen dos integrantes del mismo espacio político no debería llamar la atención, en todo caso exigiría una explicación. Pero las consecuencias de estos comportamientos resultan aún más graves, ya que alteran enormemente a la sociedad y afectan a la gestión.

Tercero, es hora de comprometer un esfuerzo en común para brindar una respuesta adecuada a uno de los problemas más acuciantes para la sociedad, y en tal sentido, retomar el sendero del diálogo resulta imprescindible.

Cuarto, cuidar a los que nos cuidan resulta prioritario, no sólo a los integrantes de las fuerzas de seguridad, también a los que se desempeñan en el área de la salud y en cada uno de los servicios esenciales que permiten el funcionamiento de la sociedad.
Diputado Nacional Carlos A. Fernández UCR, Juntos por el Cambio
Carlos A. Fernández
Diputado de la Nación


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