La Paz. El presidente electo, Luis Arce, afirmó a la agencia Reuters que no tiene previsto ningún rol en su gobierno para el expresidente Evo Morales. Puede venir al país cuando quiera, dijo Arce. Pero, Evo tiene varias causas pendientes en la Justicia, algunas de ellas por corrupción, lo que podría dificultar el ingreso a su país. Morales, reside como exiliado en la Argentina, desde donde efectuó un misterioso viaje relámpago a Venezuela con una permanencia de unas 48 horas.
La relación entre Arce y Morales transita por misteriosos senderos. Fuentes diplomáticas consideran que Arce, ex ministro de Economía y gestor de la transformación económica de Bolivia, mantendrá distancia con Evo. Señalan también que Morales tampoco tiene una buena relación con el vicepresidente electo, David Choquehuanca, al que expulso de su gobierno después de una gestión de once años como Canciller. Se evalúa, por lo tanto, que el ex mandatario tiene bajas posibilidades de influir en el gobierno de Arce, que asumirá sus funciones el próximo 8 de noviembre.
Este escenario que fue, de alguna manera, previsto por Evo, quién mantiene como exiliado en Argentina, una intensa relación con el presidente Alberto Fernández, llevó al jefe de Estado argentino a formular un pedido poco frecuente en las normas diplomáticas, ya que al felicitar a Luis Arce por su triunfo, le pidió ser invitado a su asunción a la que deseaba asistir acompañando a el ex mandatario Evo Morales.
Sorpresivamente Evo se fue a Venezuela. Donde su visita se ha mantenido en la más estricta reserva. Los motivos de este viaje son mantenidos en absoluto secreto. Se sabe que tuvo un encuentro privado con el dictador Nicolás Maduro. Solo algunas especulaciones señalan que habría buscado apoyo de Caracas a fin de poder intervenir sobre el futuro gobierno de Arce, del que se percibe totalmente desplazado. Los planes de Evo involucran entre otros aspectos, su propia situación personal, y poder avanzar sobre el restablecimiento de UNASUR, que fue recientemente reclamado por el presidente Alberto Fernández, y así poder influir desde allí ideológicamente en la región.
Tal vez Evo Morales no había sido informado sobre las últimas declaraciones del Papa Francisco ante el presidente de España, Pedro Sánchez, al que sorprendió con un inesperado discurso donde dijo: «Es muy triste cuando las ideologías se apoderan de la interpretación de una nación, de un país y desfiguran la patria», dijo el Sumo Pontífice «Las ideologías sectorizan, las ideologías deconstruyen la patria, no construyen», agregó a continuación.
La magnitud de las intenciones de Morales, guardadas en la profundidad de los secretos, de su entorno y los de Maduro, quedan en evidencia cuando desde el Palacio de Miraflores se fletó un avión especial para trasladar a Evo de desde Buenos Aires a Caracas y luego regresarlo. La aeronave, un Embraer Lineage 1000, matrícula YV3016, vuela bajo la identificación de la compañía estatal Conviasa, y se trata de un avión que está incorporado a la lista de sanciones que Estados Unidos aplicó a la aerolínea estatal venezolana, y que teóricamente debió haber sido retenido en Ezeiza.
Mientras tanto, en su primera acción antes que el presidente electo Luis Arce asuma, Evo Morales hizo su primera jugada política, emplazó al Tribunal Supremo Electoral (TSE) del país a levantar el proceso por fraude electoral iniciado, y libere a todos los detenidos puesto que los resultados de las elecciones del pasado domingo dieron la victoria a su partido, el Movimiento Al Socialismo (MAS) y se descartó así la posibilidad de fraude en las presidenciales de 2019. Por otra parte, Evo mantiene en reserva la fecha y la forma de su retorno a Bolivia, si bien ha declarado que habló sobre el tema con Arce.
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