París. El presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha anunciado este miércoles a última hora que el país volverá al confinamiento nacional a partir de este viernes para hacer frente al avance del coronavirus. Lamenta que en Europa «todos estén sorprendidos por la evolución del virus» y dice que hace falta «humildad».
En un mensaje a la nación difundido a través de su cuenta de Twitter, el mandatario galo ha afirmado que es necesario «ir más allá» para detener el virus. «Decidí que era necesario imponer, a partir del viernes, el confinamiento», ha aseverado antes de lamentar que «tenemos que aceptar la situación de la epidemia» en Francia.
«El virus circula a una velocidad que, incluso las previsiones más pesimistas, no anticipaban», ha aseverado. Así, ha especificado que, «a diferencia de la primera ola, el conjunto de las regiones se encuentran hoy en día en alerta».
Si bien ha aclarado que «todas las medidas tomadas por el Gobierno han sido insuficientes», ha matizado que, como en primavera, los franceses podrán «salir a trabajar, acudir a una cita médica, hacer la compra o pasear». No obstante, las reuniones privadas estarán prohibidas, mientras que las guarderías y colegios seguirán abiertos.
«Hace falta sobre todo reconocer que, como nuestros vecinos, estamos sumergidos en la aceleración repentina de la epidemia, de un virus que parece ganar fuerza a medida que bajan las temperaturas. Hace falta, insisto, mucha humildad», ha matizado, aunque ha señalado que «todos en Europa están sorprendidos por la evolución del virus».
En este sentido, ha afirmado que algunos países, «como España, Irlanda y Países Bajos, han tomado medidas más duras que las nuestras» y ha expresado que «todos están desbordados por una segunda ola, que será seguro más dura que la primera».
En cuanto a la situación en las unidades de cuidados intensivos, ha alertado de que para mediados de noviembre se prevé que unos 9.000 pacientes se encuentren ingresados en estas unidades en toda Francia, lo que supone la «práctica totalidad» de la ocupación.
«En esta situación, mi responsabilidad es la de proteger a todos los franceses y, a pesar de las polémicas y las dificultades de las decisiones a tomar, asumo mi responsabilidad plenamente», ha subrayado antes de recordar que el 85 por ciento de los fallecidos a causa de la COVID-19 tienen más de 70 años.
OTRAS MEDIDAS
El presidente ha vuelto a instar a los trabajadores a que teletrabajen en la medida de lo posible y ha asegurado que el Gobierno apoyará a las empresas más pequeñas, que «tendrán que iniciar una transición digital».
Asimismo, ha señalado que las fronteras exteriores permanecerán cerradas «con algunas excepciones» y ha garantizado que «los franceses del extranjero podrán regresar», para lo que se pondrá en marcha la realización de pruebas rápidas.
Macron ha pedido a la población que «se quede en casa» aunque ha dicho ser consciente de que «no hay una economía próspera en una situación sanitaria deteriorada, con un virus que circula activamente». Es por ello, que ha pedido un sentido de la responsabilidad a toda la población. «El éxito depende de la buena ciudadanía de todos y cada uno de nosotros. Cada hora cuenta», ha insistido.
El presidente prevé que estas medidas se extiendan, al menos, hasta el 1 de diciembre. Así, ha explicado que este jueves el Parlamento someterá la cuestión a votación. El confinamiento será evaluado cada quince días para «ver si se pueden aliviar las restricciones». «Si manejamos mejor la situación en 15 días, podremos reabrir ciertos negocios», ha especificado.
El objetivo del Gobierno, que realiza 1,9 millones de test a la semana, es lograr que los casos diarios pasen de 40.000 a 5.000. «Debemos permanecer unidos y no ceder ante el veneno de la división», ha añadido.
En su cuenta de Twitter, Macron ha manifestado que «ama Francia», un país que «no permitirá que miles de sus conciudadanos mueran». «Esos no son nuestros valores», ha zanjado.
Todas estas medidas serán detalladas en mayor profundidad por el primer ministro, Jean Castex, este jueves a las 18.30.
SITUACIÓN ACTUAL
El Ministerio de Sanidad francés ha informado de que en el último día se han constatado otros 36.437 casos de COVID-19, unos 3.000 más que el día anterior, cuando se registraron 33.417 contagios. En total son 1,2 millones los infectados desde que comenzó la pandemia.
Además, 244 personas han muerto en las últimas 24 horas en los hospitales del país. Desde que estalló la crisis sanitaria en marzo han fallecido 35.785 personas. La cifra de hospitalizados es ahora de 15.177, de los cuales 2.145 se encuentran en la UCI.
El Gobierno se encuentra investigando actualmente 2.448 brotes en todo el país, de los cuales al menos 600 están vinculados a las residencias de ancianos y centros de día. La tasa de incidencia en todo el país es ya de 18,6 por ciento.
IN/BN/europapress/CC/rp.