Estados Unidos exigirá a las personas que viajen al país una prueba negativa de Covid-19 y guardar cuarentena, según anunció el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, en la presentación de su plan para abordar la pandemia en la nación norteamericana.
En este marco, Biden firmó órdenes ejecutivas para mantener a los trabajadores seguros de la pandemia, ampliar el acceso a los cuidados y tratamientos contra el virus y para promover que los viajes hacia Estados Unidos sean seguros.
Según indicó en un mensaje televisado, las personas que viajen al país tendrán que presentar una prueba diagnóstica de la COVID-19 con resultado negativo y guardar cuarentena a su llegada, una condición que no existía hasta ahora.
«A la luz de las nuevas variantes del coronavirus (…) todo el que vuele a Estados Unidos procedente de otro país necesitará realizarse una prueba antes de partir y autoaislarse cuando lleguen», explicó.
En su primer día completo en la Presidencia estadounidense, Biden también firmó otra batería de órdenes ejecutivas vinculadas a la lucha contra la pandemia, una de sus prioridades que marca distancia con la estrategia adoptada por su predecesor, Donald Trump, para enfrentarse a la COVID-19.
En un mensaje televisado, explicó que su estrategia fue creada para contrarrestar el «fracaso» de la administración Trump y actuar con «la urgencia, el enfoque y la coordinación» que Estados Unidos «necesita».
«Nos llevará meses cambiar las cosas», reconoció, antes de asegurar que, no obstante, el país «saldrá de esto». «Derrotaremos esta pandemia. Y para una nación que espera acción (…) la ayuda está en camino», añadió.
Entre las medidas adoptadas por Biden, ha extendido el uso obligatorio de la mascarilla para los viajes entre estados del país, donde los ciudadanos tendrán que llevarla en trenes, aviones o autobuses, así como el aumento de los suministros para vacunación, pruebas y equipos de protección personal o el impulso al desarrollo de terapias para tratar la COVID-19, según informó la cadena de televisión CNN.
«Las cosas seguirán empeorando antes de mejorar», lamentó Biden, subrayando que el número de fallecidos por la COVID-19 en Estados Unidos, el país más golpeado por la pandemia del mundo, «probablemente superará los 500.000». Hasta el momento, las autoridades sanitarias estadounidenses han contabilizado más de 24,5 millones de personas contagiadas, incluidas más de 408.000 víctimas mortales.
También ha firmado una orden ejecutiva destinada a mejorar la recopilación, producción, intercambio y análisis de datos sobre el virus en Estados Unidos y ordenó a la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional (OSHA, por sus siglas en inglés) que publique una guía clara sobre la COVID-19 y decida si establecer estándares temporales de emergencia, entre otras medidas.
Según manifestó, otro de los objetivos «prioritarios» de la estrategia de su Administración contra la pandemia es restaurar la «confianza pública» de la ciudadanía estadounidense.
«Sobre todo, nuestro plan es restaurar la confianza pública. Nos aseguraremos de que científicos y expertos en salud pública os hablen directamente», aseveró, antes de señalar que los estadounidenses escucharán «mucho más» por parte del epidemiólogo de la Casa Blanca, Anthony Fauci, «no por parte del presidente sino de verdaderos expertos y científicos».
IG/europapress/cc.rp.