El ex-vicepresidente, que supo domiciliarse en Av. Costanera 3065, San Bernardo, que resultó ser un médano, condenado en la causa Ciccone a cinco años y diez meses de prisión, que concluye el 1 de junio de 2024, logró que el juez de ejecución penal Daniel Obligado, primero autorizara su prisión domiciliaria, y ahora la reducción de 10 meses en la condena que fue dictada por el TOF 4, que lo encontró responsable de los delitos de cohecho y negociaciones incompatibles con la función pública, ratificada en varias instancias judiciales e incluso por la Corte Suprema de Justicia.
Obligado, fundó su resolución en el hecho que Boudou había efectuado varios cursos durante su tránsito por el penal, que los mismos se encuentra dentro del denominado “estímulo educativo” (artículo 140 de la ley 24.660), por el cual se pueden reducir los plazos para acceder a alguna salida o libertad condicional, beneficio que fue invocado por los abogados de Boudou, Alejandro Rúa y Graciana Peñafort, abogada de Cristina Kirchner y Directora de Asuntos Jurídicos en el Senado.
El ex-vicepresidente, según el juez Obligado, está en capacidad de ejercer de electricista matriculado, también como programador de sistemas, entre otros cursos a los que concurrió en los lapsos que pasó por la cárcel. Pero hoy Boudou, en prisión domiciliaria, vive cómodamente en una mansión de cuatro pisos en el barrio de Avellaneda, que alquiló por 18 meses a 840.000 más IVA, percibe una jubilación que ronda los 420 millones de pesos, por lo que difícilmente deberá recurrir a su oficio de electricista y convertirse en monotributista.
Con la reducción obtenida, por estímulos educativos, Boudou tendrá acceso a las salidas transitorias por tener cumplida gran parte de su condena: la primera vez que ingresó a la cárcel fue en noviembre de 2017. En 2022, con los dos tercios de la condena cumplidos, el ex-vicepresidente podrá formalizar el requisito temporal para dejar la penitenciaría de forma anticipada, si es que se cae su prisión domiciliara, un tema que todavía está por resolverse. Mientras tanto otras causas lo esperan, pero las mismas reposan en los estantes de los juzgados.
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