jueves 25 abril 2024

Cuba. El régimen castrista militarizó las calles para impedir la marcha del 15N

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La Habana – La plataforma opositora Archipiélago ha denunciado este lunes arrestos y presiones contra quienes tenían previsto participar en las movilizaciones de este lunes contra el Gobierno de Cuba, que semanas atrás avisó a los organizadores de las consecuencias legales a las que se enfrentarían si alentaban unas protestas no autorizadas.

«Este hostigamiento es parte de las acciones de acoso policial e intimidación que las fuerzas represivas están ejerciendo sobre quienes han declarado su decisión de participar en la marcha del 15 de noviembre», ha publicado Archipiélago en su perfil de Facebook.

El grupo también ha dado por desaparecido a su moderador, Adrián Nápoles Capote, después de que su familia no haya logrado ponerse en contacto con él. Al mismo tiempo ha denunciado presiones a las puertas de los domicilios de algunos opositores para que no puedan acudir a las movilizaciones convocadas.

Un día antes fue el dramaturgo Yunior García, líder de Archipiélago, quien ya tuvo que suspender una caminata en solitario por las calles de La Habana tras denunciar haber sufrido un «bloqueo cruel, ilegal e inhumano» por parte de agentes del Estado y partidarios del Gobierno.

«Un grupo de personas no puede continuar privando a otros de ejercer sus derechos. Estos ‘actos de repudio’ son una vergüenza nacional que ya no tiene cabida en nuestra sociedad», denunció Archipiélago.

Hace un par de semanas, el Gobierno del dictador, Miguel Díaz-Canel, no dio el visto bueno a estas protestas al considerar que estaban financiadas por potencias extranjeras con el claro fin de desestabilizar el orden constitucional, algo que lo ha sido negado por quienes las convocan, defendiendo su carácter cívico y pacífico.

Fuentes de la oposición informaron de que varios disidentes históricos fueron detenidos cuando salían de sus casas para manifestarse. En las calles de La Habana, sobre todo en los barrios y espacios públicos más calientes y señalados desde las manifestaciones del 11 de julio, incluido el malecón, el paseo del Prado y el Capitolio, la presencia policial era notable, tanto de uniforme como de civil, y la sensación era que cualquier incidente que pudiera ocurrir duraría poco. Durante el día, muy pocas camisas blancas en señal de identificación con la causa se vieron en la calle, como habían pedido los organizadores.

Intelectuales y académicos cubanos señalan que harían mal  las autoridades si presentaran este 15-N como una victoria. “El Gobierno cubano ya no puede evadir la obligación de lidiar públicamente con la disidencia política. No es algo que le sea posible. Con lo que está haciendo quizás logre contener el 15-N, pero lo que sí no va a contener es el 11-J, que se va a seguir expresando de mil modos hasta que vuelva a ser coro inevitablemente y con los costos altísimos que eso tiene para la nación”, expresó días antes de la marcha la psicóloga Ailynn Torres. En la misma línea, la historiadora Alaina Bárbara, coordinadora del portal La Joven Cuba, expresó que el Gobierno no debería presumir de “mayor consenso del que de verdad posee” sin hacer una lectura del contexto real y entender que el descontento es grande y el país ha de abrir espacios democráticos de participación, pues en lo adelante “el inmovilismo ya no será una opción aceptable para la ciudadanía”.

INT/ageuropapress.vfn/rp.

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