El encuentro con el máximo representante diplomático de Kiev, Sergiy Nebrat, se había pautado el 14 de febrero, cuando el conflicto entre Ucrania y Rusia ya se vislumbraba pero aún no había escalado en intensidad como en las últimas horas, donde Moscú reconoció a las regiones separatistas, Donetsk y Lugansk, a las que envío tropas rusas bajo la justificación que van en “misión de paz”.
Según declaró en varias entrevistas, Nebrat le pedirá al gobierno de Alberto Fernández un apoyo hacia Ucrania, en medio de tensiones crecientes en las que las dictaduras de Maduro en Venezuela y la de Ortega en Nicaragua se han alineado con el Kremlin y respaldado el despliegue de tropas rusas, el diplomático ucraniano plantea que el jefe de Estado argentino pueda intermediar en el diálogo con el líder ruso Vladimir Putin y que Argentina se pronuncie más fuertemente por una solución pacífica del conflicto.
“Sabemos que en esta escala militar solo una persona tiene hoy el poder de frenar todo esto y esa persona es Putin. Por ello entendemos que dadas las buenas relaciones que tiene Rusia con Alberto Fernández sería bueno que el presidente interceda en favor de Ucrania y de la paz mundial”, expresó el diplomático ucraniano en una entrevista con el diario “El Cronista comercial”.
Ayer, el gobierno argentino, a través de la Cancillería, hizo pública su posición sobre el conflicto en un comunicado de dos párrafos. “La República Argentina expresa su preocupación por el desarrollo de la situación generada en Ucrania”, indicó. “El Gobierno argentino reafirma la necesidad de que todas las partes involucradas avancen en una negociación diplomática que permita una salida política a la creciente tensión en el este de Ucrania, a fin de mantener la paz y la seguridad internacionales”, se agregó en el texto.
En esa línea, se señaló: “En este marco se apela a todas las partes involucradas a resolver sus diferencias a través del diálogo, con apego a los principios de la Carta de las Naciones Unidas y el derecho Internacional, la solución pacífica de las controversias, el no uso de la fuerza entre estados y con pleno respeto de los derechos humanos”.
La postura oficial argentina se apoya en la decisión política de no utilizar la fuerza para que se produzca una resolución de este conflicto. Apunta a evitar una guerra como consecuencia de las fallidas negociaciones entre Rusia y Estados Unidos. Sin embargo, ante los nuevos despliegues de tropas dispuestos por Putin, Washington y la Unión Europea ha comenzado a aplicar sanciones económicas y financieras a Rusia, ante lo que el jerarca ruso ha respondido que accionará con suma dureza.
Alberto Fernández está convencido de que la única salida al conflicto es una solución política y pacífica, que pasa por el ámbito de la negociación. Así lo refleja el comunicado oficial que intentó evitar la polémica con el gobierno de Vladimir Putin, con quien el Presidente se vio en el Kremlin el 3 de febrero. Ese día, Fernández manifestó que pretendía dejar atrás “la dependencia” con los Estados Unidos y ofreció que Argentina fuera “la puerta de entrada de Rusia a América Latina”.
En el Gobierno nacional quieren mantener la “prudencia” frente a la situación y en la comunicación oficial siguieron la línea de tratar de mantener el equilibrio. Ni condenar a Rusia, ni ignorar la situación. Es un posicionamiento similar al que emitieron otros países de América Latina como Brasil, México y Ecuador, en las últimas horas. Diferente fue la posición de Uruguay que esta mañana condenó las intenciones de Rusia, defendió la integridad territorial de Ucrania y sostuvo que la invasión pone en riesgo “la estabilidad regional”.
Para la Casa Rosada el tema es muy sensible. Putin es uno de los mayores socios políticos y comerciales de la gestión del Frente de Todos. Pero, al mismo tiempo, Estados Unidos tiene una enorme influencia en la decisión final del Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre el cierre del acuerdo para reestructurar la deuda argentina. Por lo tanto Sergiy Nebrat, el representante diplomático de Ucrania, se llevará una diplomática respuesta por parte del vicecanciller, Pablo Tettamanti.
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