El Boeing 747-300 de la venezolana Emtrasur Cargo tenía una tripulación inusualmente grande que había levantado sospechas anteriormente en Paraguay, donde el avión aterrizó el mes pasado en Ciudad del Este, cerca de las fronteras de Argentina y Brasil, donde permaneció entre el 13 y el 16 de mayo, dijo el ministro del Interior de Paraguay, Federico González, a una estación local de radio el miércoles.
El avión aterrizó en Paraguay con “18 tripulantes, de los cuales siete eran iraníes y 11 venezolanos”, dijo Douglas Cubilla, jefe de aeropuertos de la Dirección Nacional de Aeronáutica Civil de Paraguay, a una estación de radio local el 18 de mayo. “Los aviones de carga siempre tienen seis o siete tripulantes” y la gran cantidad de tripulantes “nos llamó la atención”.
Dos funcionarios de la dirección, entre ellos el jefe del aeropuerto de Ciudad del Este, han sido destituidos de sus cargos como consecuencia de irregularidades en el avión, dijo González.
Fue solo después de que el avión salió de Paraguay que las autoridades supieron que “pertenecía a una empresa iraní que está suspendida con sanciones del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos” y que la tripulación iraní era parte de la Fuerza Quds, dijo González.
El avión parece haber transportado cigarrillos fuera de Ciudad del Este, dijo González. González dijo que Paraguay alertó a las agencias de inteligencia de la región sobre el avión y su tripulación, aunque no especificó cuándo ocurrió.
Para las autoridades argentinas,, con el Jumbo retenido en Ezeiza y los tripulantes alojados en un hotel en la localidad de Canning, insisten en que no han encontrado irregularidades en la tripulación del avión y el jefe de la Agencia Federal de Inteligencia, Agustín Rossi, criticó a la oposición por vincularlo con el terrorismo internacional.
Rossi dijo que el avión transportaba carga para varias empresas argentinas de autopartes que cargó en México antes de pasar por Caracas y llegar a Argentina el 6 de junio. Primero aterrizó en la ciudad central de Córdoba debido a las condiciones climáticas que le impidieron aterrizar en Ezeiza.“La carga del avión fue verificada de todas las formas posibles”, dijo Rossi a C5N y argumento respecto a la numerosa tripulación que la misma estaba integrada por pilotos que estaban siendo entrenados por los cinco instructores iraníes.
Sin embargo, El juez federal Federico Villena ordenó el allanamiento en el Hotel Plaza Canning, en las proximidades de Ezeiza donde se alberga la tripulación del avión de carga Boeing 747 de propiedad venezolana-iraní cargado con repuestos para automóviles. El operativo fue efectuado por la Policía Federal, que confiscó celulares y tablets de la tripulación para su análisis.
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