Rodeada por sus hijos y nietos, luego de una mañana agitada y de gran preocupación en el Palacio de Balmoral, este jueves murió la reina Isabel II. Tenía 96 años y llevaba 70 en el trono británico. Había llegado al trono en 1952 y fue protagonista de una historia atravesada por la Segunda Guerra Mundial y la modernización del siglo XXI.
Es el final de una era que Isabel II marcó con su vestido y su sombrero verde furioso, emoción en sus ojos celestes, el bastón en la mano, la reina Isabel hizo su histórico saludo al pueblo británico, que la aclamaba, desde el balcón del palacio de Buckingham. Era el final de sus fiestas de Jubileo y sus 70 años en el trono pero ella lo sentía como una despedida. Los miles de británicos que asistieron a las festividades tuvieron el sabor de la última vez.
La reina Isabel II ha muerto. Con ella se va un estilo de monarquía victoriana inmutable, en el reinado más largo de la historia, en el año que celebró su Jubileo de Platino.
Murió rodeada de todos los que quería en Balmoral, en Escocia, su lugar en el mundo. Un palacio gótico, de piedra, helado, que ella amaba por su privacidad. Allí estaban el príncipe Carlos, el príncipe William, sus herederos, la princesa Royal Anne, su desgraciado príncipe Andrés más Andrew, su hijo menor, y su esposa Sophie.
Su hijo de 73 años, el príncipe Carlos, automáticamente se ha convertido en rey aunque su coronación podría ocurrir meses después. «Durante este período de luto y cambio, mi familia y yo nos sentiremos reconfortados y sostenidos por nuestro conocimiento del respeto y el profundo afecto que se le tenía a la Reina», informó el flamante monarca a través de un comunicado.
La BBC transmitió el himno nacional británico «God Save the Queen», con un retrato de la monarca con su atuendo real completo cuando fue anunciada su muerte, y se colocó la bandera a media asta en el Palacio de Buckingham para marcar el fin de la segunda era isabelina.
Liz Truss, primera ministra británica, afirmó este jueves en su mensaje por la muerte de la reina Isabel II, que Gran Bretaña «es hoy el gran país que es» por la monarca más longeva de la historia. «Es un gran shock para la Nación y para el mundo», dijo en un breve discurso en el que calificó a Isabel como «una roca sobre la que se basó la modernidad» de Gran Bretaña.
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