México DC. Enormes multitudes se congregaron en México el domingo para condenar las medidas del gobierno para reducir la autoridad electoral como una amenaza a la democracia, en lo que pareció ser la protesta más grande hasta el momento contra el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Los organizadores dijeron que más de 500.000 personas asistieron a la Ciudad de México, con imágenes de video en las redes sociales que muestran la plaza central del Zócalo llena de manifestantes, que también se extendieron por las calles adyacentes. Un oficial de policía cercano dijo que había escuchado la cifra de medio millón, mientras que otros dieron estimaciones más bajas.
El gobierno de la Ciudad de México, controlado por el partido de López Obrador, dijo que participaron 90.000 personas.
El Congreso de México aprobó el miércoles una importante reforma del Instituto Nacional Electoral (INE), un organismo independiente que López Obrador ha atacado como corrupto e ineficiente.
El presidente de 69 años niega que sus cambios debiliten la democracia mexicana. Los críticos han prometido llevar la legislación, que recorta el presupuesto y el personal del INE, además de reducir sus responsabilidades, a la Corte Suprema.
Verónica Echevarría, una psicóloga de 58 años de la Ciudad de México en la protesta, dijo que temía que la reorganización del INE de López Obrador fuera un intento del presidente para mantenerse en el poder. Él niega esto.
“Estamos luchando para defender nuestra democracia”, dijo Echevarría, quien portaba una gorra adornada con las palabras “Manos fuera del INE”.
Ella y miles más convergieron en el Zócalo el domingo por la mañana, muchos de ellos con banderas mexicanas y vestidos de rosa, el color del INE. Gritos de «¡Viva México!» y «¡López fuera!» resonaba periódicamente a medida que la masa de personas avanzaba.
El subsecretario de Estado de EE. UU., Brian Nichols, intervino en las protestas el domingo por la noche y dijo en Twitter que las reformas electorales estaban «poniendo a prueba la independencia de las instituciones electorales y judiciales».
“Estados Unidos apoya instituciones electorales independientes y con buenos recursos que fortalecen los procesos democráticos y el estado de derecho”, agregó.
El INE y su predecesor desempeñaron un papel clave en la creación de una democracia pluralista que en el año 2000 puso fin a décadas de gobierno de un solo partido, según muchos analistas políticos.
Fernando Belaunzaran, un político de la oposición que ayudó a organizar las protestas, argumentó que los cambios del INE debilitaron el sistema electoral y aumentaron el riesgo de disputas que nublaran las elecciones de 2024, cuando se elegirá al sucesor de López Obrador.
“Normalmente los presidentes tratan de tener gobernabilidad y estabilidad para su sucesión, pero el presidente está generando incertidumbre”, dijo Belaunzaran. «Está jugando con fuego».
Los presidentes mexicanos solo pueden cumplir un único mandato de seis años.
Belaunzaran dijo en Twitter que más de 500.000 personas se habían reunido en la capital el domingo para oponerse a la reforma del INE. Dijo que se estaban realizando manifestaciones en más de 100 ciudades.
Las protestas se llevaron a cabo en estados como Jalisco, Yucatán, Nuevo León, Querétaro, Guanajuato y Veracruz, según informes de prensa e imágenes difundidas en las redes sociales.
Al menos 22.000 personas se reunieron en la capital de Nuevo León, Monterrey, dijo el periódico Excélsior, citando a las autoridades locales. Otros 20.000 salieron a las calles en el corazón de la capital de Jalisco, Guadalajara, informó la cadena de noticias Milenio.
Ángel García, un manifestante de Ciudad de México de 50 años, dijo que las manifestaciones también eran una apelación a la Corte Suprema para que dictamine que la reforma del INE viola la constitución.
Si México no protegiera al INE, su democracia sería enviada «al pasado», argumentó García, un abogado.
«Es ahora o nunca», dijo.
López Obrador, un izquierdista que afirma que le robaron la presidencia dos veces antes de que finalmente lograra una aplastante victoria en las elecciones de 2018, argumenta que el INE es demasiado costoso y está sesgado a favor de sus oponentes. El instituto lo niega.
El presidente ha presentado las protestas del domingo como un intento partidista de la oposición para desacreditar a su gobierno.
Según el INE, la reforma del presidente viola la constitución, frena su independencia y elimina miles de puestos de trabajo dedicados a salvaguardar el proceso electoral, lo que dificulta la celebración de elecciones libres y justas.
López Obrador, cuyos índices de aprobación todavía rondan el 60% o más en las encuestas de opinión, también ha debilitado a otros organismos autónomos que controlan su poder por considerar que son una sangría para el erario público y hostiles a su proyecto político.
Las encuestas muestran que el Movimiento Regeneración Nacional (MORENA) del presidente, que en pocos años se ha convertido en la fuerza dominante en México, es un gran favorito para ganar las elecciones de 2024.
Antonio Mondragón, un dentista jubilado en la protesta de la Ciudad de México que votó por López Obrador en 2018, dijo que la gente estaba harta de que el presidente se comportara como un «dictador».
«Tenemos que volver a ser una democracia», dijo Mondragón, de 83 años, «porque el hombre se está volviendo loco».
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