El discurso de la candidata a presidenta de Juntos por el Cambio, Patricia Bullrich, en el Council of the Americas arrancó de manera explosiva. “Quiero dejar una cosa muy clara: hemos expuesto nuestra posición contraria al ingreso a Brics”, afirmó la referente de Pro, horas después de que Alberto Fernández anunciara el ingreso al bloque y lanzara un mensaje especial para comunicarlo.
En su primera intervención frente a los personajes más importantes del empresariado y en el evento que nucleará a los candidatos para las elecciones generales, Bullrich buscó todo el tiempo imprimir una idea de orden en caso de acceder al Ejecutivo.
Sostuvo de momento que el Presidente está “en una situación de enorme debilidad y sin poder ejercer su cargo de mandatario”. Después, ahondó sobre su oposición al ingreso al espacio que conforman Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, y al que invitaron no solo a la Argentina, sino también a Egipto, Etiopía, Arabia Saudita, Irán y Emiratos Árabes Unidos.
“El Presidente acaba de comprometer a la Argentina a la entrada a los Brics, mientras se desarrolla la invasión a Ucrania y, con más razón, junto al ingreso de Irán, país con el que la Argentina tiene una herida abierta profunda por los ataques terroristas antisemitas en nuestro territorio y antiargentinos”, reclamó Bullrich, que se llevó un primer aplauso a los pocos minutos de haber iniciado, cuando dijo: “Creemos en un orden internacional basado en reglas para preservar la paz y el respeto del derecho internacional. La Argentina bajo nuestro gobierno no va a estar en Brics”.
Bajo la misma postura en la que buscó imprimirle una idea de inacción a la Casa Rosada, Bullrich se refirió a los saqueos a supermercados y comercios que se dieron esta semana. “Antes que nada quiero hacer una breve mención a lo que está pasando en estos días: caos, desorden, una sociedad sin ley. Una ausencia total de un gobierno que no está. La gente sola en las calles defendiéndose como puede. Los comerciantes perdiendo su poco capital y el Gobierno disperso sin tener una línea clara”, marcó.
A la vez, señaló que el país “parece estar a la deriva”, al alegar que hay una profunda crisis social y económica. “Pero lo que más nos preocupa: hay una profunda crisis de dirección de los jóvenes y de la gente. Adónde vamos, qué vamos a hacer como país, qué futuro tenemos, qué futuro tiene cada familia argentina”, se preguntó.
Sin embargo, aseguró que si es elegida el 22 de octubre esas cuestiones cambiarán. “Queremos plantear como un precepto fundamental y estratégico para la Argentina que frente a este caos, nosotros vamos a plantear el orden que necesita cualquier democracia para vivir, para trabajar, para invertir, para tener futuro. Y ese orden democrático que la Argentina precisa es el camino fundamental que va a guiar el conjunto de las acciones que vamos a llevar adelante”, aseveró.
Prometió, asimismo, aplicar un “capitalismo de reglas” y lo sintetizó como “un sistema donde cada uno tenga la posibilidad de crecer porque a la autopista del Estado se le terminan los obstáculos”, en un guiño a los empresarios que suelen quejarse de las cargas impositivas y de las trabas económicas de esta gestión. Es que Bullrich consideró que el caos de los últimos días “no es una casualidad”, sino que enfatizó que se trata de un modelo y de un “sistema de esclavización de la sociedad” que -según dijo- cada día depende menos de su trabajo y más de un Estado que “de manera discrecional, sin reglas, sin ley y a la lógica monárquica” le entrega a la gente algo.
Los celulares se multiplicaban alrededor de los parlantes que amplificaban la voz de Bullrich, cuyo discurso se estiró por algo más de 20 minutos, más del doble del brindado por Horacio Rodríguez Larreta, que la precedió en el uso de la palabra.
Bullrich prometió que si llega a la Casa Rosada, su gobierno será “el más austero que recuerde la República Argentina”, despertando una segunda ola de aplausos moderados en el salón Versailles del hotel Alvear. En ese sentido indicó: “En mi caso especial no estoy acá para hacerme ni rica, ni famosa. Vengo de una familia con posibilidades, que siempre las tuvo, y dediqué mi vida a pensar la política como un modelo de austeridad”.
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