domingo 28 abril 2024

El Gobierno advierte a los exportadores que solo quedan 4 días del dólar soja y no lo piensa renovar

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El final inminente del dólar soja 4 y las presiones cambiarias reavivaron los tironeos con el agro. Faltando cuatro días para que se termine el incentivo a las exportaciones sojeras, el Gobierno confirmó que el régimen concluirá este viernes, como estaba previsto en el decreto del 5 de septiembre pasado.

Desde el Ministerio de Economía se lo hicieron saber a las cerealeras la semana pasada. «Nos dijeron que no iba a ser extendido», señalaron desde la Cámara de la Industria Aceitera y Cerealera (CIARA). Y en las últimas horas, lo ratificaron las autoridades, al señalar que «el viernes termina y termina».

Economía espera que los exportadores apuren la liquidación de divisas antes del cierre del programa. Esa medida permitió ampliar la oferta de divisas y sostener las durante 31 ruedas la racha compradora del Banco Central en el mercado de cambios, sumando en ese período más de US$ 1.640 millones, según Ecolatina.

En ese marco, el agro aportó el lunes el mayor volumen de dólares desde el 11 de agosto, previo a las PASO. Según datos de Salvador Vitelli, el promedio diario de liquidación del dólar soja 4 fue de US$ 76 millones, por encima de los US$ 38 millones tras la devaluación, pero por debajo de los US$ 165 millones del dólar maíz en agosto.

«El mayor ritmo desde antes de la devaluación marca una cierta tensión, pero me deja sabor a poco el hecho de que se liquida menos que lo comercializado, el hecho de que el gobierno diga que se termina puede ayudar a concentrar una operación extra y traccionar alguna venta más», explicó el economista.

Sin embargo, desde la semana pasada los analistas observan un cambio de escenario, con un volumen decreciente de liquidaciones y una menor capacidad del BCRA para retener dólares. Tan es así que el Central absorbió este martes solo US$ 3 millones en lo que fue la quinta rueda consecutiva con niveles mínimos de compra.

De esa manera, a pesar de la devaluación sectorial que implica el régimen de dólar diferencial puesto en marcha en septiembre, la autoridad monetaria no logra acumular reservas por las intervenciones para contener los dólares financieros, un mercado que empezó a tensarse en los últimos días.

«La presión de los financieros ya la estás viendo, lo único que podría hacer el gobierno para contenerlos dado que tiene pocas reservas, es extender el dólar soja para el resto de los productos, pero el daño colateral es una devaluación equivalente a una suba del 30% del tipo de cambio», dijo Emiliano Anselmi, economista de PPI.

Después del shock devaluatorio el 14 de agosto pasado, que hizo saltar el dólar oficial un 22% y recalentó las cotizaciones paralelas, el incentivo a los sojeros contribuyó a estabilizar la brecha cambiaria en torno al 100%, ya que el dólar soja 4 permite a los exportadores liquidar el 25% de las divisas en los mercados financieros.

Pero la cercanía de las elecciones y una mayor preferencia de inversores y ahorristas por dolarizarse volvió despertar al contado con liquidación y el MEP. Este martes, el CCL subía este martes a $ 775,56, un aumento de $ 17 y la brecha superaba el 120%, mientras que MEP trepaba más de $ 5 a $ 689.

En ese contexto, los analistas creen que es difícil que se mantenga la paz cambiaria. «Con cepo, el segundo semestre es en general deficitario porque la demanda de divisas es muy fuerte, y hace que el Banco Central tenga que salir a vender, si no hay un tipo de cambio diferencial el mercado puede estar estresado», dijo Vitelli.

Tampoco ayuda la sequía y el retroceso de la balanza comercial, que en agosto tuvo un déficit por séptimo mes consecutivo (U$S 1.000 millones). Por otra parte, las medidas fiscales que viene anunciando el gobierno por más de 1 punto del PBI implican más emisión de pesos y suman presión a una inflación del 170% anual.

Así las cosas, la finalización del dólar soja 4 plantea un dilema para el gobierno. Si extiende la medida a otros productos, el costo será el impacto de la devaluación sobre los precios (el trigo y el maíz tienen una incidencia del 27% en el IPC de alimentos). Y si no lo hace, se expone a una mayor presión cambiaria.

«Hay que tener mucho cuidado, tal vez te acelera la inflación y puede ser peor el remedio que la enfermedad, es probable que algo se les ocurra porque sino la brecha va a subir fuerte y junto a mayores expectativas devaluatorias. Massa debe resolver esa disyuntiva para que no se le escapa el CCL ni los precios», explicó Anselmi.

EN/ag.agencias.cl./gr.

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