Jerusalén. Mientras Israel se tambaleaba por un ataque mortal de terroristas de Hamas que rompieron barreras alrededor de Gaza y deambularon a voluntad, matando a decenas de civiles en ciudades israelíes, los jefes de defensa enfrentaron crecientes preguntas sobre cómo pudo haber ocurrido el desastre.
Un día después del 50 aniversario del inicio de la guerra de Yom Kippur de 1973, cuando las fuerzas israelíes fueron tomadas por sorpresa por columnas de tanques sirios y egipcios, los militares parecieron una vez más haber sido sorprendidos por un ataque repentino.
«Parece bastante similar a lo que ocurrió en ese momento», dijo el general retirado Giora Eiland, ex jefe del Consejo de Seguridad Nacional de Israel. «Como podemos ver, Israel quedó completamente sorprendido por un ataque muy bien coordinado», dijo en una reunión informativa con los periodistas.
Un portavoz del ejército dijo que habría discusiones sobre la preparación de inteligencia «más adelante», pero que por el momento la atención se centraba en la lucha. «Hablaremos de eso cuando sea necesario», dijo en una reunión informativa con los periodistas.
Israel siempre ha considerado a Hamás como su enemigo jurado, pero desde que infligió graves daños a Gaza en una guerra de 10 días en 2021, Israel ha adoptado una combinación de zanahoria y palo para mantener la estabilidad en el enclave bloqueado.
Ofreció incentivos económicos, incluidos miles de permisos de trabajo que permitían a los habitantes de Gaza trabajar en Israel o en la ocupada Cisjordania, mientras mantenía un estricto bloqueo y la constante amenaza de ataques aéreos.
Durante los últimos 18 meses, mientras la violencia se extendía por toda Cisjordania, Gaza había estado relativamente tranquila, aparte de enfrentamientos transfronterizos esporádicos que involucraban principalmente al movimiento más pequeño Jihad Islámico, con Hamás permaneciendo en gran medida al margen.
El gobierno de derecha del primer ministro Benjamín Netanyahu siempre ha aprovechado sus credenciales de seguridad y ha adoptado una postura intransigente hacia las facciones militantes palestinas, incluido Hamás, que controla Gaza desde 2007.
Sin embargo, cuando llegó el momento, el aparato de seguridad de Israel pareció desmoronarse cuando una fuerza de pistoleros de Hamas estimada en cientos por el ejército rompió las vallas de seguridad y se dispersó por las ciudades.
«Esto fue un fallo de inteligencia; no podía ser de otra manera», dijo Jonathan Panikoff, ex oficial adjunto de inteligencia nacional del gobierno de Estados Unidos para Medio Oriente, que ahora trabaja en el grupo de expertos Atlantic Council.
«Fue un fallo de seguridad, que socavó lo que se pensaba que era un enfoque agresivo y exitoso hacia Gaza por parte de Israel», dijo.
Para los israelíes, las imágenes de cadáveres tirados en las calles o de grupos de civiles siendo conducidos o llevados cautivos a Gaza supusieron una profunda conmoción.
Más de 250 israelíes murieron y más de 1.500 resultaron heridos, un número sin precedentes de víctimas israelíes en un solo día. El ejército sufrió pérdidas importantes y los grupos militantes palestinos dijeron que habían capturado a decenas de soldados.
Los terroristas armados también tomaron puestos de seguridad, incluida una estación de policía en la ciudad sureña de Sderot, e invadieron el cruce de Erez, una instalación de alta seguridad que canaliza a las personas que entran y salen de Gaza a través de una serie de estrictos controles.
El sábado, los medios de Hamás hicieron circular imágenes que mostraban a los combatientes recorriendo oficinas abandonadas y corriendo junto a los altos muros de hormigón del lugar.
«Han estado planeando esto durante mucho tiempo», dijo el ex asesor de seguridad nacional israelí Eyal Hulata. «Obviamente se trata de un ataque muy coordinado y, lamentablemente, pudieron sorprendernos tácticamente y causar daños devastadores».
INT/ag.agencias europapress/rp.
