El Cairo-Gaza-Jerusalén. Israel anunció el miércoles sus peores pérdidas en combate en más de un mes después de una emboscada en las ruinas de la ciudad de Gaza, y enfrentó un creciente aislamiento diplomático a medida que aumentaban las muertes de civiles y empeoraba la catástrofe humanitaria.
Se libraban intensos combates tanto en el norte como en el sur de Gaza, un día después de que las Naciones Unidas exigieran un alto el fuego humanitario inmediato. El presidente estadounidense, Joe Biden, dijo que el bombardeo «indiscriminado» de civiles por parte de Israel estaba costando el apoyo internacional .
Aviones de guerra volvieron a bombardear Gaza y funcionarios de ayuda dijeron que la llegada de las lluvias invernales empeoró las condiciones de cientos de miles de personas que dormían a la intemperie en tiendas de campaña improvisadas. La gran mayoría de los 2,3 millones de habitantes de Gaza se han quedado sin hogar.
Israel tuvo simpatía global cuando lanzó una campaña para aniquilar al grupo terrorista Hamás que controla Gaza después de que terroristas irrumpieran a través de la valla fronteriza el 7 de octubre, matando a 1.400 israelíes, en su mayoría civiles, y tomando 240 rehenes.
Pero desde entonces, Israel ha sitiado el enclave y arrasado gran parte de él. El Ministerio de Salud de Gaza dijo el miércoles que al menos 18.608 personas han muerto y 50.594 han resultado heridas en los ataques israelíes contra Gaza desde el 7 de octubre. Se teme que muchos miles más se hayan perdido entre los escombros o fuera del alcance de las ambulancias.
Desde que colapsó una tregua de una semana a principios de diciembre, las fuerzas israelíes han extendido su campaña terrestre desde el norte de la Franja de Gaza hacia el sur con el asalto a la principal ciudad sureña de Khan Younis.
Mientras tanto, los combates sólo se han intensificado entre los escombros del norte, donde Israel había dicho anteriormente que sus objetivos militares se habían cumplido en gran medida.
Israel informó que 10 de sus soldados murieron en las últimas 24 horas, incluido un coronel al mando de una base avanzada y un teniente coronel al mando de un regimiento. Fue la peor pérdida en un día desde que murieron 15 personas el 31 de octubre.
La mayoría de las muertes se produjeron en el distrito Shejaia de la ciudad de Gaza, en el norte, donde las tropas fueron emboscadas cuando intentaban rescatar a otro grupo de soldados que había atacado a los terroristas en un edificio, dijo el ejército.
Hamás dijo que el incidente demostraba que las fuerzas israelíes nunca podrían someter a Gaza: «Cuanto más tiempo permanezcan allí, mayor será la factura de sus muertes y pérdidas, y saldrán de allí con la cola de la decepción y la pérdida, si Dios quiere».
En el sur, las fuerzas israelíes que asaltaron Khan Younis avanzaron en los últimos días hacia el centro de la ciudad. Los israelíes estaban utilizando excavadoras para destruir una carretera cerca de la casa en Khan Younis del líder de Hamás en Gaza, Yahya Al-Sinwar, dijo a Reuters Abu Abdallah, padre de cinco hijos que vive a 2 kilómetros del centro de la ciudad.
Los hospitales del norte en gran medida han dejado de funcionar por completo. En el sur, han sido invadidos por muertos y heridos, transportados por docenas durante el día y la noche.
Israel dice que ha estado alentando una mayor ayuda a Gaza a través de la frontera con Egipto y está anunciando pausas diarias de cuatro horas en las operaciones cerca de Rafah para ayudar a los civiles a llegar hasta allí. La ONU dice que las inspecciones engorrosas y la inseguridad limitan los flujos de ayuda.
La votación de la Asamblea General de la ONU exigiendo un alto el fuego no tiene fuerza legal, pero fue la señal más fuerte hasta el momento de la erosión del apoyo internacional a las acciones de Israel. Tres cuartas partes de los 193 estados miembros votaron a favor y sólo ocho países se unieron a Estados Unidos e Israel para votar en contra.
Antes de la votación, Biden dijo que Israel todavía cuenta con el apoyo de «la mayor parte del mundo» para su lucha contra Hamás.
«Pero están empezando a perder ese apoyo debido a los bombardeos indiscriminados que se producen», dijo en un acto de donación de campaña.
En la señal más pública de división entre los líderes de Estados Unidos e Israel hasta el momento, Biden dijo que el primer ministro Benjamín Netanyahu necesitaba cambiar su gobierno de línea dura y que, en última instancia, Israel «no puede decir no» a un Estado palestino independiente, al que se oponen por lejos miembros de derecha del gabinete israelí.
Yuli Edelstein, presidente del Comité de Asuntos Exteriores y Defensa del parlamento israelí, dijo a Reuters que Israel no dejaría de luchar hasta destruir la infraestructura de Hamás. No hay una fecha exacta para el final de su campaña, dijo.
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