Gaza. Las fuerzas israelíes bombardearon el viernes las afueras del último refugio en el extremo sur de la Franja de Gaza, donde la población desplazada, cientos de miles de personas acorraladas contra la valla fronteriza, temía un nuevo ataque sin rumbo para huir.
Más de la mitad de los 2,3 millones de residentes de Gaza están ahora sin hogar y hacinados en Rafah. Decenas de miles más han llegado en los últimos días, llevando pertenencias en brazos y arrastrando a niños en carros, desde que las fuerzas israelíes lanzaron la semana pasada uno de los mayores ataques de la guerra para capturar la adyacente Khan Younis, la principal ciudad del sur.
Si los tanques israelíes siguen llegando, «nos quedarán dos opciones: quedarnos y morir o escalar los muros de Egipto», dijo Emad, de 55 años, empresario y padre de seis hijos, a través de una aplicación de chat en un teléfono móvil.
«La mayor parte de la población de Gaza está en Rafah. Si los tanques irrumpen, será una masacre como nunca antes durante esta guerra».
El ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, dijo el jueves que las tropas ahora se dirigirían a Rafah, que junto con Deir al-Balah, justo al norte de Khan Younis, se encuentra entre las últimas áreas que no fueron tomadas en un asalto de casi cuatro meses.
«Estamos cumpliendo nuestras misiones en Khan Younis y también llegaremos a Rafah y eliminaremos los elementos terroristas que nos amenazan», dijo Gallant en un comunicado.
Como la única parte de Gaza con acceso a la limitada ayuda alimentaria y médica que llega a través de la frontera, Rafah y las zonas cercanas de Khan Younis se han convertido en un laberinto de tiendas de campaña improvisadas, atascadas por el barro invernal. El viento y el frío aumentan la miseria, derribando las tiendas de campaña o inundándolas junto con el suelo intermedio.
«¿Qué debemos hacer? Vivimos en múltiples miserias, una guerra, hambruna y ahora la lluvia», dijo Um Badri, madre de cinco hijos de la ciudad de Gaza, ahora en una tienda de campaña en Khan Younis.
«Solíamos esperar el invierno para disfrutar viendo la lluvia desde el balcón de nuestra casa. Ahora nuestra casa ya no existe y el agua de lluvia ha inundado la tienda en la que terminamos».
Con el servicio telefónico prácticamente ausente en toda Gaza, los residentes treparon a un arcén arenoso en la valla fronteriza y se agazaparon junto al alambre de púas esperando una señal móvil egipcia. Mariam Odeh intentaba hacer llegar un mensaje a la familia que aún se encuentra en Khan Younis, «para decirles que todavía estamos vivos y no somos mártires como los demás».
Las imágenes analizadas por el Centro de Satélites de la ONU muestran que el 30% de los edificios de Gaza también han sido destruidos o dañados en la ofensiva israelí.
Los mediadores están esperando una respuesta de Hamas a una propuesta redactada la semana pasada con los jefes de espionaje israelíes y estadounidenses y transmitida por Egipto y Qatar, para el primer alto el fuego extendido de la guerra.
La única tregua hasta ahora duró sólo una semana a finales de noviembre, cuando los militantes liberaron a 110 mujeres, niños y rehenes extranjeros.
La propuesta sobre la mesa prevé una primera fase que durará 40 días, durante la cual Hamas liberará a los rehenes civiles restantes, seguida de fases adicionales para liberar a los soldados y entregar los cuerpos de los muertos, según un funcionario palestino.
Pero las partes siguen alejadas sobre lo que sucedería después. Israel dice que Hamás debe ser erradicado antes de retirar sus tropas de Gaza o liberar a los detenidos, pero Hamás quiere un compromiso para poner fin a la guerra antes de aceptar una tregua.
El jefe de Hamás, Ismail Haniyeh, y el jefe de la Jihad Islámica, Ziad al-Nakhala, dijeron en una declaración conjunta que «cualquier negociación debería llevar a un fin completo de la agresión, a la retirada del ejército de ocupación fuera de la Franja de Gaza y al levantamiento del asedio». como reconstrucción, satisfacción de las necesidades básicas de Gaza y un intercambio total de cautivos.
En otro frente, el ejército israelí dijo que su sistema de defensa «Arrow» había interceptado un misil que se dirigía a Israel en la zona del Mar Rojo.
Ningún grupo se atribuyó de inmediato la responsabilidad. Pero los combatientes hutíes aliados de Irán en Yemen han disparado repetidamente misiles y drones contra barcos en el Mar Rojo y otros objetivos en lo que dicen son actos de solidaridad con los habitantes de Gaza.
La región también se está preparando para ataques estadounidenses contra milicias proiraníes en Siria e Irak, que Washington dice que está preparando después de que tres soldados estadounidenses murieran en un ataque con aviones no tripulados en Jordania.
Fueron las primeras muertes estadounidenses en la ola de violencia en toda la región por parte de grupos proiraníes que acompañaron la guerra de Gaza.
Los funcionarios estadounidenses dicen que la respuesta implicará ataques durante varios días. Teherán dice que responderá si su territorio o sus intereses se ven afectados.
Desde diciembre, varios altos comandantes de la Guardia Revolucionaria de élite de Irán que asesoraban al gobierno sirio han muerto en presuntos ataques aéreos israelíes contra Siria. Los medios semioficiales iraníes informaron el viernes que un asesor de la Guardia había muerto en otro ataque israelí contra Damasco.
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