Hasta este martes por la mañana, el Gobierno sostenía una actitud extremadamente intransigente con respecto a la posibilidad de reanudar una negociación con los gobernadores y con otras terminales políticas para discutir la “ley de leyes”. En la Casa Rosada aseguraban que el diálogo estaba en punto muerto y que, por lo tanto, el Presupuesto sería excluido del temario del Poder Ejecutivo para las eventuales sesiones extraordinarias.
Pero este mediodía el clima cambió sutilmente y algunos movimientos en la Casa Rosada y en el Congreso dieron a entender que se podría resucitar la negociación, teniendo en cuenta que el Presupuesto 2025 forma parte de un paquete más grande con otros asuntos que son de interés del Gobierno, como la reforma política (que contempla la suspensión de las PASO y cambios en el financiamiento de las campañas electorales) y los pliegos de Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla para la Corte Suprema.
Hasta ahora, sin embargo, no hubo una convocatoria concreta a los gobernadores. Los mandatarios provinciales que se autodenominaron “aliados” hoy sumaron presión a la Casa Rosada con un comunicado en el que consideraron que el Gobierno “debe contar” con el Presupuesto “para consolidar la creciente confianza de los mercados, seguir avanzando en la lucha contra la inflación, generar confianza en los inversores y, como corolario, generar puestos de trabajo en el sector privado”. Pidieron “un presupuesto con equilibrio fiscal que cumpla con la ley”.
El documento lleva la firma de los gobernadores Gustavo Valdés (Corrientes), Leandro Zdero (Chaco), Jorge Macri (CABA), Rogelio Frigerio (Entre Ríos), Marcelo Orrego (San Juan), Claudio Poggi (San Luis), Ignacio Torres (Chubut), Alfredo Cornejo (Mendoza), Carlos Sadir (Jujuy) y Maximiliano Pullaro (Santa Fe). Algunos de ellos, como Pullaro y el cordobés Martín Llaryora, participaron este martes de la conferencia de la Unión Industrial Argentina (UIA) de la que desertó la primera plana del gobierno.
Esta mañana tuvo lugar una extensa reunión de cúpula en la Casa Rosada, en donde participaron la secretaria General de la Presidencia, Karina Milei; el estratega Santiago Caputo; el jefe de Gabinete, Guillermo Francos; el vicejefe Ejecutivo, José Rolandi y el secretario de Hacienda, Carlos Guberman. Luego de ese cónclave, al menos tres colaboradores del Gobierno empezaron a deslizar que no está descartado incluir al Presupuesto 2025 en sesiones extraordinarias. Un mensaje a contramano de lo que se venía transmitiendo en las últimas semanas, donde primaba la cerrazón. “Pasaron cosas. Son negociaciones. Ahora se reabrió la ventana, quizás en cuatro horas vuelva a cambiar otra vez”, dijo un importante colaborador del oficialismo.
No todos los negociadores del Gobierno están parados en el mismo lugar. Si en la Casa Rosada vienen sosteniendo las posturas más duras, en el Congreso se exhiben más proclives al diálogo. La caída de las dos sesiones de hoy, convocadas por la oposición, donde se iban a tratar el proyecto de democratización sindical y el rechazo al DNU 846/24 que flexibiliza las condiciones para que el Poder Ejecutivo pueda canjear deuda en moneda extranjera, mejoraron el panorama del titular de Diputados, Martín Menem, que pretende mantener abierta la puerta para seguir negociando el presupuesto.
Hasta hoy, el Gobierno venía sin intención de convocar a una reunión grupal con los gobernadores para acordar el Presupuesto 2025 (“las chances tienden a cero”, decían en Balcarce 50). Tampoco los principales negociadores de la Casa Rosada estaban quemando teléfonos de los mandatarios provinciales para destrabar el proyecto más importante del año.
Cerca de Javier Milei aseguraban, una y otra vez, que todo se encaminaba para excluir a la “ley de leyes” del temario de sesiones extraordinarias. Todo en el marco de una semana de superacción legislativa, donde hay varias sesiones convocadas antes de que culmine el período ordinario este viernes.
Este mediodía se cayó la sesión prevista para tratar el proyecto de democratización sindical por falta de quórum y, horas más tarde, fracasó también la sesión convocada por la oposición para rechazar el DNU 846/24 que flexibiliza las condiciones para que el Poder Ejecutivo pueda canjear deuda en moneda extranjera.
Importantísimos colaboradores oficiales aseguraron, no obstante, que la amenaza del rechazo al DNU 846/24 no era el factor determinante para tomar decisiones en torno al Presupuesto ya que el Ministerio de Economía “cuenta con otras herramientas” para pagar los bonos que vencen en enero. Y se basaban en lo que ayer comunicó el ministro Luis Caputo cuando en X descartó la posibilidad de un canje voluntario de deuda durante 2025 y lanzó: “Se pagarán los cupones de amortización e interés en enero y no se saldrá al mercado, independientemente del nivel del riesgo país”.
En rigor, hay otro menú de asuntos sensibles que suscitan el interés Gobierno y que están en manos del Congreso. El principal interés del Poder Ejecutivo está en el proyecto de reforma política (que incluye la eliminación de las PASO y la modificación del financiamiento de los partidos) y en los pliegos de Ariel Lijo y de Manuel García-Mansilla para la Corte Suprema.
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