viernes 26 abril 2024

Venezuela. Maduro espera combustible de Irán y tensa la situación en el Caribe con EE.UU

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Caracas. Washington mantiene patrullas de su Cuarta Flota en el Caribe, y notificó a Teherán que las sanciones que pesan sobre el gobierno de Maduro implican no efectuar negocios con PDVSA. El país caribeño posadao sobre petróleo debió racionar el abastecimiento de combustible. Las refinerías están prácticamente fuera de servicios por falta de mantenimiento. El régimen de Maduro pidió asistencia a Irán que envía cinco tanqueros, para atenuar el desabastecimiento de naftas.

La crisis política-económica-social, sumada al drama de la pandemia del Covid-19, y una pésima y corrupta gestión de la petrolera del Estado, llegó al punto que el abastecimiento de combustibles colapsó. La destilería de Paraguaná, que en su momento de máxima producción llegó a procesar casi un millón de barriles de petróleo por día, hoy está parada, con daños provocados por fallas, cortes permanentes de sistema eléctrico y faltante de agua. Resultado, el Gobierno dispuso un rígido racionamiento de combustible con la entre de solo 30 litros por vehículo.

Las complicaciones en la industria petrolera venezolana, se agravaron cuando la empresa rusa Rosneft, que prácticamente era la operadora principal con que contaba Maduro, resolvió retirarse, ante las reiteradas advertencias de Washington sobre las sanciones que podía aplicarle si continuaba sus negocios con PDVSA. Si bien Rosneft está bajo las directivas del gobierno de Putin, la empresa también está integrada por inversores privados que prefirieron salir de la plaza venezolana y no correr riesgos con sanciones de Washignton.

Frente a este escenario, desde el Palacio de Miraflores, se buscó la asistencia de Teherán, y el primer paso fue la llegada de técnicos petroleros iraníes que intentan poner en marcha la destilería de Paraguaná. Los operadores del mercado estima como sumamente difícil que lo logren. Por otro lado se acordó la provisión de combustibles, que según fuentes del Departamento de Estado, se trata de cinco buques tanqueros que ya están viaje. Según las mismas fuentes Caracas recibiría combustibles y Teherán en pago recibiría oro.

Pero está operación, imprescindible para el régimen de Maduro que comenzó en 2013, se ha convertido en una situación geopolítica que en medios diplomáticos es calificada de alto riesgo. En el escenario del mar Caribe habrá en los próximos días una tensa situación. Cinco naves iraníes, que según datos del ministerio de Defensa de Venezuela serán escoltadas por naves y aviones de guerra, y buques de la Cuarta Flota de Estados Unidos con base en Jacksonville, Florida, que patrullan diariamente la zona.

Se prevé que la ruta de los petroleros iraníes cruza el área de patrulla de la Cuarta Flota, y si Trump mantiene su advertencia de impedir el tráfico hacia puertos venezolanos, deberán cumplir la tarea de disuadirlos de continuar a su destino. En fuentes periodísticas, occidentales en Teherán, se considera que la situación será de alto riesgo, mientras que en los mercados del petróleo se evalúa como poco probable que la situación se desborde. Aunque se advierte que nunca se sabe que reacción puede tener Trump, que hoy tiene en su manos todos los problemas que genera el coronavirus, y su campaña para las elecciones antes de fin de año.
IN/EP/rp.

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