Por Jorge de Mendonça
Brasil obtuvo en extraordinario éxito al haber logrado en 2019 el gálibo (altura) apto para doble contenedor, y por haber iniciado en este 2020 el estándar de contenedores de 53 pies.
En 2008 en Argentina se indicó desde la Subsecretaría Ferroviaria que los nuevos puentes viales sobre trocha ancha deberían ser altos como para circular con trenes con doble contenedor y doble piso de pasajeros, pero en febrero de 2009, por “sugerencia” de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte –CNRT- (área ferroviaria), se ratificó la norma de “ferrocarriles bajos” de 1981.
En 2017 la Dirección Nacional de Transporte Automotor de Cargas inició el pedido de puentes altos para doble contenedor, pero la CNRT volvió a desestimarla “porque Argentina tiene una red europea”. La norma ABGS (iniciales de Argentine Broad Gauge Standard, de 1944, afirma lo contrario.
En ese mismo año 2017 se incluyó el semirremolque de 53 pies en el borrador del futuro decreto 32/18 (Ley de Tránsito) pero, casualmente, tal medida no quedó incluida en el decreto firmado y publicado.
Bajo el pensamiento de que achicar al ferrocarril engrandecería a la Nación, en 60 años se redujo en un 75% su red, mientras que los caminos aún no llegaron a todos lados y al mismo tiempo, los barcos de cabotaje de cargas generales casi se extinguieron en nuestras costas y riberas.
Para cambiar esa matriz, hace falta que la dirigencia política comprenda que estos temas no son técnicos, y a los técnicos ayudarlos a comprender que la medida de un trailer o de un vagón, es una cuestión económica y política.
Jorge de Mendonça
Pg Planeamiento y Política de Transporte
Bahía Blanca, Septiembre 2020
EN/BN/CC/rp.
