viernes 26 abril 2024

EE.UU. Las encuestas ponen en duda las posibilidades de reelección de Trump

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A tres semana de las elecciones en Estados Unidos
Por Atilio Molteni


Washington. La posibilidad de la reelección del presidente Trump el 3 de noviembre está perdiendo fuerza, debido a que la diferencia en favor de Joe Biden (según las principales encuestas) se amplió desde el mes de julio. El principal motivo es que los votantes desaprueban la manera como enfrentó a la pandemia, pero también el alto nivel de desempleo.

La ventaja en favor de Biden es de 9.7 puntos en la votación del país en su conjunto, y de 5 a 7 puntos en los Estados que se consideran claves para decidir la elección, según la experiencia de lo ocurrido en 2016 cuando Trump compitió contra Hillary Clinton. En esa ocasión ganó debido a que, entre otros, obtuvo más votos en Michigan, Pensilvania y Wisconsin; pero ahora, la diferencia en favor de Biden es muy marcada para que tenga lugar un escenario similar y se sumen a los Estados tradicionalmente republicanos, para que le ofrezcan la posibilidad a Trump de alcanzar un triunfo en el Colegio Electoral, donde son necesarios 270 votos.

Sin embargo, Trump tiene 3.2 puntos de ventaja en Texas (38 electores), pero en 2016 ganó por 9 puntos, mientras que en Florida, otro Estado decisivo por sus 29 electores, está detrás de Biden por 3,5 puntos, cuando en la elección anterior ganó por 1.2 %. Si bien el nivel de empleo mejoró en septiembre más de lo esperado, todavía la desocupación es del 7.9%, factor que según las encuestas tiene gran gravitación en las jurisdicciones mencionadas, mientras el Congreso y la Casa Blanca no se han puesto de acuerdo en una nueva ley de estímulo a la economía, muy necesaria en estos momentos.

Además, el presidente perdió una oportunidad de mejorar su situación en el segundo debate presidencial previsto para el 15 de octubre, debido a que la Comisión bipartidaria que los organiza tuvo en cuenta su enfermedad y decidió que tuviera lugar de manera remota. Trump cuestionó esta opción argumentando de que no existen razones médicas que la fundamenten, pero la Comisión no aceptó volver al esquema anterior, y sólo podría tener lugar el debate final programado para el 22 de octubre, o en una fecha alternativa.

De todas maneras, su actitud agresiva en el primero de dichos debates, no jugó a su favor pues espantó a muchos indecisos y afectó al Partido Republicano en su conjunto.

La semana pasada Trump se enfermó de Covid-19, y después de cuadro días de un tratamiento severo en un hospital donde se le aplicaron los medicamentos más avanzados, debe afrontar una convalecencia en la Casa Blanca hasta el 10 de octubre, cuando regresaría a la campaña electoral con un acto partidario en los jardines, si sus médicos lo autorizan. Su objetivo sería presidir en los próximos días un acto partidario en Florida que tiene gran relevancia para la elección, y donde en el año 2000 George Bush logró la presidencia al imponerse al candidato demócrata, Al Gore.

Sin embargo, otros especialistas consideran que es una decisión prematura, por las características imprevisibles de esta enfermedad y porque no se tendrían en cuenta las reglas de aislamiento aprobadas por las autoridades competentes. Trump podría poner en peligro a otras personas que estén en su contacto próximo, con el precedente de los numerosos casos de contagios que se originaron en una ceremonia celebrada hace dos semanas en la Casa Blanca.

Su enfermedad no le impidió estar a la ofensiva por medio de declaraciones a la televisión y radio, “tweets” y revelaciones de documentación que considera comprometedora contra su oponente Biden, y también se refirió a la candidata a vicepresidente de los demócratas, la senadora por California Kamala Harris, a quien llamó “monstruo” y “comunista”. Esta reacción puede haber sido consecuencia de su desempeño en el único debate el 7 de octubre entre ambos candidatos a vicepresidente, que fue presencial y duró 90 minutos.

Tanto Harris como el candidato del Partido Republicano, Mike Pence (actual vicepresidente) demostraron profesionalismo, actuaron como dos políticos disciplinados, y dejaron la impresión que si las circunstancias lo hacen necesario tendrían la capacidad para asumir la presidencia. Ambos expresaron sus posiciones con claridad y evitaron las preguntas que consideraron inconvenientes, muy lejos de la actitud de confrontación permanente de Trump en su debate con Biden.

El gran argumento de la candidata demócrata es que la Administración Trump, por su incompetencia y hostilidad ante la ciencia había afectado la salud pública, la economía y la seguridad nacional, lo que coincide con la percepción de la población ante los millones de enfermos y el fallecimiento de más de 210.000 estadounidenses. Mike Pence, por su parte, alegó que una Administración demócrata amenazaría la ley y el orden, aumentaría los impuestos, afectaría el crecimiento económico e impediría la lucha contra el terrorismo.

Sin embargo, Biden no tiene una agenda maximalista, pero ante las tres crisis que afectan el país -la pandemia, la crisis económica y la intranquilidad social- está en favor de una mayor acción del Estado, y su programa económico (que ya tiene) se basa en incrementar las industrias locales, la innovación, crear una economía basada en energías limpias, promocionar la igualdad racial y apoyar a los trabajadores de la salud y a los educadores.

En el campo de la salud, que tiene gran gravitación por la pandemia, está a favor de un programa universal de asistencia médica, para perfeccionar la legislación actual basada en la denominada “Affordable Care Act”, (que Trump no consiguió anular), estableciendo la edad para ciertos beneficios en 60 años y disminuyendo el precio de los medicamentos. Una parte muy importante de su programa es luchar contra el cambio climático y limitar las emisiones de carbono e invertir en una economía verde.


El gran objetivo de Biden es “restablecer el alma de América”, debido a que el país está más dividido que hace cuatro años, mientras su campaña está basada en la experiencia, la compasión y la decencia. Para muchos votantes es capaz de lograrlo.
Atilio Molteni
Embajador
IN/BN/CC/rp.

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