En Argentina la modificación de las reglas electorales se acomodan de acuerdo con el poder de turno. El kirchnerismo es una estructura política con gran experiencia en esos procedimientos, solo basta con observar lo que ha ocurrido en la provincia de Santa Cruz.
Las PASO fueron creadas en el 2011, tras la aprobación de la Ley Nº 26571, durante el mandato de Cristina Kirchner, pero ahora en un clima de incertidumbre electoral, un grupo de gobernadores oficialista intenta suprimirlas, aducen cuestiones económicas y sanitarias, que en realidad ocultan las dudas sobre el resultado político que podría surgir de las mismas en las PASO 2021.
Pero en el fondo de ésta discusión está la garantía del resultado de los comicios, y es cuando se evalúa si se continuará con las boletas partidarias, el voto electrónico o la boleta única de papel. La cuestión es cuál de estos sistema resulta menos vulnerable, rápido, eficiente, confiable, que permita acabar con el fraude y el robo de boleta.
Un artículo de CIPPEC, fue titulado “La boleta única de papel tiene las virtudes del voto electrónico sin sus riesgos de seguridad e integridad”. Nicolás D’Ippolito, investigador del Conicet y profesor de la UBA advirtió lo simple que es violar el secreto del voto, con el voto electrónico y afirmó: “A pesar de lo que especialistas han explicado, muchos nos quieren convencer que la única alternativa al sistema de votación que tenemos hoy (boleta partidaria) es el voto electrónico, como si no existiera la boleta única en papel”.
Gustavo Lema, apoderado del partido UCR, cofundador de la Red Ser Fiscal, señaló que el sistema de boleta partidaria es considerado perimido, y que solo se utiliza en Argentina y Uruguay. Por otra parte recordó que en la actualidad en la Cámara de Diputados de la Nación, hay varios proyectos de Boleta Única, entre ellos cabe mencionar el presentado bajo el número 4086/20 por los diputados Menna, Matzen, Reyes, Berhongaray y Austin, a la espera del inicio del debate en Comisión.
Entre la consideración que expone Lema, se destaca que la boleta partidaria plantea una excesiva manipulación de papel, y que su reemplazo por la Boleta Única de Papel (BUP) permitiría disminuir en un 90% los gastos de impresión de boletas, y además se concluye con la distribución en locales partidarios, en mesas callejeras, en mano, etc. Remarca, el dirigente radical, que con la BUP, se resuelve que en una sola boleta todas las fuerzas participantes con sus candidatos en filas, y todas las categorías en columnas.
Uno de los aspectos a tener en cuenta, es que la BUP no circula de modo alguno. El presidente de mesa es el único depositario de la misma y entregará un ejemplar a cada elector habilitado para votar, verificando previamente que no contenga ningún tipo de marca o tilde. Solo a petición de un elector que requiera otro ejemplar por haber cometido un error al confeccionar el voto, se le entregará otra BUP, anulando y conservando la anulada.
Otro de los temas a destacar, es que la BUP elimina por completo la práctica perversa del robo de boletas, la sustitución de boletas oficiales por apócrifas, la destrucción parcial y otras maniobras, entre ellas la conocida como “voto cadena” y se garantiza al elector la presencia de boletas con los candidatos de su preferencia. Y a los candidatos la oferta electoral completa.
Advierte, Lema, que seguramente los partidos con mayor representación parlamentaria impondrán la opción de “lista completa”, para mantener el efecto arrastre que genera el candidato mejor posicionado en el electorado, en caso de aprobarse la BUP, y entiende también que resulta recomendable unificar los calendarios electorales nacionales, provinciales y municipales.
Finalmente, Lema, enfatiza que dado que la BUP no asegura la transparencia de las candidaturas, y que la mera presentación del Certificado de Reincidencias tampoco lo logra, se recomienda el tratamiento de los proyectos de Ficha Limpia. En Mendoza y Chubut ya rige, y en el resto del país hay proyectos con distinto grado de avance.
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