Los datos fueron difundidos por fuentes oficiales. Los vacunados en la ciudad rondan 248.000 porteños, mientras en la provincia recibieron su dos 986.000 bonaerenses. El cuadro de situación se ha vuelto complejo ante la llegada de los primeros fríos de otoño, y la advertencia de los científicos del posible inicio de una segunda ola de la pandemia. Ante los frustrados anuncios del Gobierno de la llegada de millones de vacunas, ahora desde el ministerio de Salud mantienen silencio, ya que no tienen un cronograma seguro del arribo de las distintas vacunas a la Argentina.
En un escenario en el que desde el Gobierno nadie quiere adelantar cuando arribaran nuevos embarques de vacunas, incluso cuando esta semana debían llegar las de Sinopharm, sobre la que no hay precisión de su arribo, sorprendió el gobernador Axel Kicillof quien afirmó que se emitieron 150.000 turnos más para mayores de 70 años, u que serán vacunados a la recepción de un nuevo lote de la Sputnik V. El mandatario puntualizó que a través de 500 postas de vacunación se están aplicando más de 50.000 dosis diarias y que además el distrito está en condiciones de aumentar el ritmo. Un anunció riesgoso, ya que genera expectativa en un grupo de alto riesgo, cuando simultáneamente se informó que las vacunas en territorio bonaerens se acaban en 15 días, si no hay nuevos arribos.
La ministra de Salud, Carla Vizzotti, eludió incurrir en los falsos anuncios formulados por ex ministro Ginés González García, cuando a comienzos del año prometió para enero y febrero 20 millones de dosis de la vacuna Sputnik V, de las cuales hasta ahora arribó poco más del 10 %. Vizzotti optó por ser prudente y en declaraciones públicas dijo: «Lo que estamos haciendo ahora es oficialmente informar la cantidad de dosis cuando tengamos la certeza de recibirlas. Eso es que nos llegue alguna documentación formal de los laboratorios productores, que esté el avión cargándose, que esté la línea aérea para mandarlas».
La ministra detalló cuáles son las razones de las demoras que hay en la entrega, la distribución y la aplicación de las dosis de vacunas. La primera dificultad está en que la producción global no fue al ritmo que se esperaba. Una vez que llegan las vacunas al país, se requiere sortear diferentes pasos de logística para asegurar la seguridad y la trazabilidad de las dosis. Finalmente, está el momento en que cada provincia recibe las dosis y lleva a cabo su propio plan de vacunación.
El Estado argentino firmó contratos para recibir 56.160.000 vacunas –habiendo gastado ya la mitad del presupuesto– para inmunizar a los argentinos contra el COVID-19 y hasta ahora solo llegaron un poco más de 4.050.540. Argentina tiene cinco contratos firmados, con el estado ruso para la Suptnik V 20 millones, solo llegaron 2,4millones, con Astrazeneca/Oxford 22,4millones, no se recibió ninguna, con la India, AstraZeneca 1.160.000, llegaron 580.000 dosis, con Covax 9 millones de dosis, no llegó ninguna, con Sinopharma, 4 millones de vacunas, llegaron 1 millón.
Quedaron olvidados los agradecimientos oficiales al Presidente ruso Putin, ya que fue el mismo quien anunció que su país no estaba en condiciones de cumplir con los contratos firmados, que su producción sería para vacunar a sus ciudadanos, y que estaban buscando tercero países, Corea del Sur, India, Irán, entre otros, para habilitar nuevos centros de producción. También quedó en el recuerdo la “Operación Moscú”, los vuelos de los AirBus 330-200 de Aerolíneas Argentinas que, según expertos aeronáuticos, costaron cada uno alrededor de 375 mil dólares, y que hubiera resultado más económico el uso de aviones cargueros.
Del total prometido por la administración Fernández, a través del despedido Ginés González García, solo entraron al país un 7% de lo anunciado. La llegada de la temporada invernal, con el riesgo que la epidemia se intensifique y que el Gobierno se vea obligado a tomar medidas restrictivas, con fuerte resistencia social, basta solo mirar lo que ocurre en Formosa, abre en medio de la crítica situación económica la posibilidad que la Casa Rosada se enfrente a una crisis política de dimensión no mensurables actualmente, pero que casi con certeza superaría otros conflictos que hoy sobrevuelan la gestión de Alberto Fernández.
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Covid-19 En CABA solo quedan vacunas hasta el sábado 20, en la provincia de Buenos Aires hasta el 31 de marzo
