jueves 18 abril 2024

La deuda “cuasi fiscal” del BCRA supera el déficit del Tesoro Nacional que la origina

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La emisión monetaria es el principal recurso con el que se financia el gobierno de Alberto Fernández para cubrir el elevado déficit fiscal, pese al destacado desempeño de la recaudación tributaria con nuevos impuestos.

Para contener el impacto inflacionario del excedente de pesos, que son emitidos sin respaldo bajo la figura de Adelantos Transitorios y Transferencia de Utilidades, el Banco Central recurre a la esterilización (absorción) a través de sus propios instrumentos de deuda (Leliq y Pases pasivos) que le coloca a los bancos.

El stock de Leliq y Pases alcanza los $4,2 billones. En 2021 aumenta un 47% o $1,36 billones, por encima de los $870.000 millones del resultado negativo de las finanzas públicas hasta agosto

Este desequilibrio creciente llevó en 2021 a una situación tan inusual como delicada, según la mirada de los economistas, pues la deuda del Banco Central genera un costo -llamado “cuasi fiscal”- y crece en monto muy por encima del déficit del Tesoro que le da origen.

En concreto, a agosto de este 2021, el déficit financiero de las finanzas públicas-incluidos vencimientos de deuda- acumulado en ocho meses se ubicaba en torno a los $870.554 millones, es decir, el 2% del PBI.

En tanto, el stock de Leliq (Letras de Liquidez, a 28 días) y Pases pasivos (a 1 y 7 días de plazo) creció en los primeros nueve meses de 2021 en $1,36 billones, equivalente a 3,1% del PBI. Al cierre de 2020, el stock de Leliq y Pases alcanzaba los $2.843.343 millones ($2,84 billones), mientras que en el tramo final de septiembre llegaba a 4,2 billones de pesos.

Todos los números

1) El stock de los pasivos remunerados que el BCRA coloca a bancos para absorber el exceso de liquidez ya representa el 9,6% del PBI;

2) Su monto iguala al de las reservas internacionales brutas del BCRA, del orden de USD 42.000 millones, una relación de equivalencia que no se observaba desde la crisis cambiaria de 2018, cuando la Argentina debió acudir al auxilio financiero del FMI;

3) Las Leliq y los Pases pasivos están respaldados por el 48% de los depósitos totales ($8,59 billones) y el 95,9% de los depósitos a plazo fijo ($3,33 billones). Hay que recordar que los bancos toman el dinero de los depositantes para colocar en estos instrumentos, ante la insuficiente demanda de crédito privado;

4) El stock de Pases pasivos ($2.170.303 millones al 30 de septiembre) superó al de Leliq ($2.022.725 millones), lo que significa que el BCRA coloca cada vez más deuda a plazo más corto;

5) Aunque estos títulos rinden una tasa efectiva anual en torno a 45,4%, inferior a la inflación -hoy sobre el 50%-, exigieron el pago de intereses por $929.589 millones entre enero y el 28 de septiembre, que debieron ser reabsorbidos con nuevos Leliq y Pases, dinámica que espiraliza a los pasivos y agranda el déficit cuasi fiscal.

Ecolatina subrayó en un informe a la prensa que “el Banco Central actúa ‘por dos ventanillas’, apuntando a cumplir con su doble rol. Por un lado, emite para financiar al Tesoro, mientras que por otro retira esos pesos de la economía para contener el crecimiento de los agregados monetarios colocando Leliq y Pases a los bancos comerciales. Dicho proceso se conoce como esterilización y su contracara es la factura de intereses que el BCRA paga por los instrumentos colocados -y que cobran mayormente los depositantes-”.

“Si la emisión no es inocua, la esterilización tampoco lo es. El stock de deuda en pasivos no remunerados del Banco Central crece licitación tras licitación, y ya representa el 140% de la base monetaria. Con ello, aumenta la carga de intereses, que treparía más de 70% en 2021, deteriorando el balance público consolidado ‘ampliado’”, consideró Ecolatina.

Un informe de la Bolsa de Comercio de Córdoba mostró que “en total, el gasto electoral estimado antes de las elecciones legislativas rondaría $500.000 millones, lo que equivale a 1,2% del Producto Bruto Interno, y podría llegar hasta $650.000 millones si se extiende el alcance de algunas de las medidas en discusión”.

 “Esto representa un incremento elevado, que equivale a más del doble del déficit primario del Gobierno en el primer semestre del año y que pondrá presión sobre el déficit fiscal y requeriría de más aumentos de la emisión monetaria para financiarlo. Lo más preocupante es que estas medidas electorales profundizarán los desequilibrios macroeconómicos, generando más inflación de la prevista para 2022″, agregó el estudio.

José María Segura, economista Jefe de PwC Argentina, advirtió que “la disyuntiva que aparece no es si habrá más gasto sino cuánto más, siendo el principal límite la capacidad de financiación de dicho aumento. El acceso al crédito en pesos se ha ido restringiendo y lo más probable es que se acuda al financiamiento vía emisión monetaria por parte del BCRA. En un contexto donde la inflación ronda el 50% anual y las reservas monetarias del Banco Central no crecen o disminuyen, el resultado esperable será más inflación y mayor profundización de la tensión en el mercado de cambios”.

Para Joaquín Bagües, Head of Strategy de Portfolio Personal Inversiones, “la economía argentina está muy deteriorada. En este marco, la venta de reservas por parte del Banco Central es un elemento fundamental a monitorear, considerando que el país debe afrontar pagos con el Fondo Monetario Internacional y hay mucha expectativa en torno a esta negociación. Incluso, si uno mira el panorama monetario en los últimos 15 días, todo fue emisión indirecta, vía planes sociales o transferencias a provincias. Hay un caudal de pesos que tarde o temprano, ejercerá presión sobre el dólar”.

EN/ag.ifb.JG./gr.rp.

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