Quito. El jueves se anunció que el radar instalado en el cerro Montecristi entró en funcionamiento. Este es un hecho importante, considerando que el gran tema de zozobra nacional es la violencia criminal asociada al narcotráfico y la delincuencia
El anuncio del proyecto de ley de derribo de aviones en vuelos ilegales se hizo durante la ceremonia de conmemoración del 101 aniversario de creación de la Aviación Civil y Día de la Fuerza Aérea Ecuatoriana (FAE), a la que asistió el presidente Guillermo Lasso, quien señaló que pronto Santa Elena también contará con un radar.
Por años, ambas zonas han sido puntos ciegos para el tráfico aéreo no identificado. Lo que sigue, informó el mandatario, será presentar a la Asamblea un proyecto de ley que autorice derribar naves irregulares que no acepten órdenes de la FAE.
También ayer se anunció que la Policía logró la detención de doce personas durante 22 allanamientos realizados en Manta, Montecristi (Manabí) y Guayaquil, luego de quince meses de investigaciones, cuyo resultado es la desarticulación de al menos tres estructuras criminales relacionadas con la delincuencia organizada transnacional vinculadas al narcotráfico.
Las organizaciones dedicadas al tráfico de drogas ilegales funcionan con conexiones en varios países y captan miles de operadores que cada vez se vuelven menos visibles, por ello se requieren acciones articuladas de control internacional.
Un reportaje de BBC Mundo sobre la reciente captura de alias Otoniel, jefe del Clan del Golfo, explica con voces de analistas que 30 años después de la caída de Pablo Escobar, la estrategia de los nuevos capos que dominan el narcotráfico en Colombia, aprendida por su paso en guerrillas y grupos paramilitares, es volverse ‘invisibles’, por ello trasladaron su centro de acción de la ciudad a los territorios donde se siembra la coca y se procesa la cocaína, dejando la intermediación y la distribución a los carteles mexicanos.
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