Washington – La llamada de Biden con Putin, que duró aproximadamente una hora, es solo la última de una serie de comunicaciones con Moscú en los últimos dos días mientras los funcionarios de la administración trabajan activamente para disuadir a Putin de emprender acciones militares. Los funcionarios estadounidenses le dijeron que la inteligencia sugiere que Rusia podría invadir el 16 de febrero, y el Departamento de Estado se movió el sábado para comenzar a evacuar su embajada en Kiev , otra señal de advertencia más de Washington.
“El presidente Biden fue claro en que, si Rusia emprende una nueva invasión de Ucrania, Estados Unidos, junto con nuestros aliados y socios, responderá de manera decisiva e impondrá costos rápidos y severos a Rusia. El presidente Biden reiteró que una nueva invasión rusa de Ucrania produciría un sufrimiento humano generalizado y disminuiría la posición de Rusia. El presidente Biden fue claro con el presidente Putin de que, si bien Estados Unidos sigue preparado para participar en la diplomacia, en plena coordinación con nuestros aliados y socios, estamos igualmente preparados para otros escenarios”, dijo un comunicado sobre la llamada de la Casa Blanca.
Un alto funcionario de la administración describió la llamada como «profesional» y señaló que «no hubo cambios fundamentales en la dinámica que se ha estado desarrollando durante varias semanas» y agregó “No está claro si Rusia está interesada en perseguir sus objetivos diplomáticamente en lugar de mediante el uso de la fuerza”, y enfatizó “No tenemos una visibilidad completa de la toma de decisiones del presidente Putin”.
El secretario de Estado, Antony Blinken, sostuvo una llamada telefónica con el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergey Lavrov, el sábado, y reiteró que una invasión rusa resultaría en “una respuesta transatlántica decidida, masiva y unida”. El secretario de Defensa, Lloyd Austin, también llamó a su homólogo, el ministro de Defensa ruso, Sergey Shoygu, antes de la reunión Biden-Putin.
Se espera que Austin en Bruselas esta semana participe en una reunión de ministros de defensa planeada desde hace mucho tiempo en la OTAN, en la que Rusia claramente estará en la parte superior de la agenda. La vicepresidenta Kamala Harris también viajará a Europa para hablar en la Conferencia de Seguridad anual de Munich del 18 al 20 de febrero. Por primera vez en más de una década, los funcionarios rusos se negaron a asistir al evento .
El evento de este año en Munich marca el 15° aniversario de un discurso histórico que Putin pronunció en la reunión que ha sido visto como un presagio de su política de oposición a la expansión de la OTAN. “La expansión de la OTAN no tiene ninguna relación con la modernización de la propia Alianza”, dijo Putin en el combativo discurso de 2007. “Por el contrario, representa una grave provocación que reduce el nivel de confianza mutua”.
De acuerdo con esa doctrina y las preocupaciones de Putin sobre la expansión occidental, este diciembre Moscú envió a la OTAN un “borrador” de tratado que negaba la posibilidad de que a Ucrania se le permitiera unirse a la alianza. El documento, que fue rápidamente rechazado por las capitales occidentales, también pedía a la OTAN que se retirara de los países agregados desde 1997, lo que tendría el efecto de expulsar a los miembros del Mar Báltico y del Mar Negro de la alianza.
En Ucrania, EE. UU. y el Reino Unido ordenaron el sábado que el pequeño número de tropas que habían estacionado allí para entrenar a las fuerzas locales partieran ese mismo día. Austin ordenó a los 160 soldados de la Guardia Nacional de Florida que se trasladaran a otros lugares de Europa, mientras que 100 soldados británicos regresarán a casa. Canadá también tiene una pequeña presencia de entrenamiento militar en Ucrania, pero el Departamento de Defensa Nacional de Canadá no respondió a las preguntas sobre el estado de la misión allí.
La reducción se produce cuando 3.000 soldados estadounidenses más de la 82 División Aerotransportada se preparan para desplegarse en Polonia en los próximos días, uniéndose a los 2.000 soldados enviados allí la semana pasada. Otros 1.000 soldados del 2º Regimiento de Caballería con sede en Alemania también se trasladaron a Rumania en los últimos días.
El Departamento de Estado volvió a pedir el sábado a los estadounidenses que huyan de Ucrania, advirtiendo que el gobierno no podrá ayudar a los ciudadanos estadounidenses a irse una vez que comience un posible conflicto. Si bien todos los funcionarios ucranianos no están de acuerdo con la evaluación de amenazas de Washington, dijo un alto funcionario del Departamento de Estado, los ucranianos entienden por qué el Departamento de Estado tomó las medidas que tomó el sábado para reducir sus operaciones en el país.
“Nuestra capacidad para ayudarlos a superar esa crisis, será extremadamente limitada, y no pueden tener ninguna expectativa razonable de que el gobierno de los EE. UU. pueda rescatarlos si se encuentran en peligro en una guerra. zona”, dijo un alto funcionario del Departamento de Estado, refiriéndose a los estadounidenses en Ucrania que eligen no prestar atención a las advertencias de huir.
En las últimas 24 horas, muchos otros países, incluidos Israel, Alemania y el Reino Unido, han estado alentando a sus ciudadanos a irse y reduciendo su presencia diplomática. Mientras tanto, la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, Maria Zakharova, dijo el sábado que Rusia tiene la intención de optimizar el personal de su embajada en Ucrania , una indicación de que Moscú también está reduciendo su presencia diplomática en Ucrania por ahora.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia continuó denunciando las advertencias de Estados Unidos como propaganda el viernes, descartando las alarmas como un «ataque de información coordinado» que se «libra contra Moscú». “La histeria de la Casa Blanca es más indicativa que nunca”, dijo Zakharova. “Los anglosajones necesitan una guerra. A cualquier costo. Las provocaciones, la desinformación y las amenazas son un método favorito para resolver sus propios problemas”.
Putin también habló con el presidente francés Emmanuel Macron el sábado durante casi dos horas. Se espera que el canciller alemán Olaf Scholz viaje a Kiev y Moscú para reunirse con Putin la próxima semana. Scholz y Biden prometieron una respuesta “unida” para cerrar el gasoducto Nord Stream 2 de Rusia a Alemania si Putin avanza con una invasión.
INT/ag.europapres, politcs./rp.
