París – Con la guerra amenazando el extremo este de la Unión Europea, los franceses votarán en una elección presidencial cuyo resultado tendrá implicancias internacionales. Francia es la segunda economía del bloque de 27 miembros, la única con veto del Consejo de Seguridad de la ONU y la única potencia nuclear. Y mientras el presidente ruso, Vladimir Putin, continúa con la guerra en Ucrania, el poder francés ayudará a dar forma a la respuesta de Europa.
Doce candidatos compiten por la presidencia, incluido el actual y favorito presidente Emmanuel Macron, quien busca un nuevo mandato en medio del desafío de la extrema derecha.
En el actual escenario internacional el resultado de las elecciones francesas, que se llevarán a cabo en dos rondas a partir del domingo, son de trascendencia ante la grave situación mundial.
La guerra de Rusia en Ucrania le ha brindado a Macron la oportunidad de demostrar su influencia en el escenario internacional y pulir sus credenciales a favor de la OTAN en los debates electorales. Macron es el único favorito que apoya la alianza, mientras que otros candidatos tienen puntos de vista diferentes sobre el papel de Francia dentro de ella, incluso abandonarla por completo. Tal desarrollo asestaría un gran golpe a una alianza construida para proteger a sus miembros en la entonces emergente Guerra Fría hace 73 años.
“Macron realmente quiere crear un pilar europeo de la OTAN”, dice Susi Dennison, miembro principal del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores. “Lo ha usado para su diplomacia itinerante sobre el conflicto de Ucrania”.
En la extrema izquierda, el candidato Jean-Luc Melenchon quiere abandonar la OTAN por completo, diciendo que no produce más que disputas e inestabilidad. Un presidente Melenchon escéptico de la OTAN podría ser una preocupación especialmente para Polonia, que tiene una frontera de 1.160 kilómetros con territorio ahora controlado por Rusia.
Varios otros candidatos quieren ver una disminución del compromiso con la alianza o una retirada total. Aunque improbable, la salida de Francia de la OTAN crearía un profundo abismo con sus aliados y alienaría a Estados Unidos.
Los observadores dicen que una reelección de Macron significaría una probabilidad real de una mayor cooperación e inversión en seguridad y defensa europeas, especialmente con un nuevo gobierno alemán pro-UE.
Bajo la supervisión de Macron, el gasto en defensa de Francia aumentó en 7.000 millones de euros (7.600 millones de dólares) con el objetivo de elevarlo al 2% del producto interno bruto, algo que los líderes, incluido Putin, observan de cerca. En su segundo mandato, es casi seguro que Macron querrá construir una respuesta europea conjunta a Ucrania y evitar las amenazas rusas.
Esta elección podría remodelar la identidad de posguerra de Francia e indicar si el populismo europeo está en ascenso o en declive. Con el populista Viktor Orban ganando un cuarto mandato consecutivo como primer ministro de Hungría hace unos días, las miradas ahora se han vuelto hacia los candidatos de extrema derecha que resurgen de Francia, especialmente la líder de la Agrupación Nacional, Marine Le Pen, que quiere prohibir los velos musulmanes en las calles, y los carniceros halal y kosher. y reducir drásticamente la inmigración de fuera de Europa.
“Si gana un candidato de extrema derecha, podría crear algún tipo de alianza o eje en Europa”, dijo Dennison, del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores. “Le Pen ha estado tuiteando fotos de ella dándole la mano a Orban en los últimos días. Ella está defendiendo una Europa de estados nacionales fuertes”.
Ese eje podría incluir al presidente de Polonia, Andrzej Duda, un populista de derecha y aliado de Donald Trump. Ha alarmado a los observadores.
“Más del 30 por ciento de los votantes franceses en este momento dicen que votarán por un candidato de extrema derecha. Si incluye a Melenchon como otro candidato extremo y antisistema, eso es casi la mitad de toda la población votante. No tiene precedentes”, dijo Dennison.
El candidato de extrema derecha Eric Zemmour ha dominado las ondas de radio francesas con sus puntos de vista controvertidos sobre el Islam en Francia y la inmigración.
Sin embargo, incluso el centrista Macron alborotó las plumas en los países musulmanes hace dos años cuando defendió el derecho a publicar caricaturas del profeta Mahoma. Eso ocurrió durante un homenaje a un maestro decapitado por un fundamentalista por mostrar las caricaturas a sus alumnos como parte de una clase sobre libertad de expresión.
Estados Unidos a menudo promociona a Francia como su aliado más antiguo, y desde las sanciones rusas hasta el cambio climático y las Naciones Unidas, Washington necesita un socio confiable en París. Francia es un amigo transatlántico vital para Estados Unidos, sobre todo por su condición de único miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU en Europa continental con poder de veto.
A pesar de la amarga disputa entre Estados Unidos y Francia el año pasado sobre un acuerdo multimillonario para suministrar submarinos a Australia, que vio a Francia humillada, el presidente Joe Biden y Macron ahora están en términos sólidos.
“Obviamente, Macron es el único candidato que tiene antecedentes y credenciales en la relación con Estados Unidos. Todos los demás estarían empezando de cero en un momento de gran incertidumbre geopolítica”, dijo Dennison.
A diferencia de Macron, un Elíseo en manos de Zemmour o Le Pen probablemente significaría una menor preocupación por temas que Estados Unidos considera prioritarios, como el cambio climático. “Es posible que no prioricen el gran costo económico de mantener vivo el Acuerdo Climático de París y el potencial de limitar el calentamiento global al 1,5%”, agregó Dennison.
A la luz de una gran afluencia de inmigrantes en Europa el año pasado, la posición de Francia sobre la inmigración seguirá teniendo un fuerte impacto en los países de su periferia y más allá. Esto es especialmente así debido a su ubicación geográfica como una etapa en el viaje de muchos inmigrantes al Reino Unido.
Un barco de migrantes zozobró en el Canal de la Mancha en noviembre pasado, matando a 27 personas, lo que provocó una disputa entre Francia y el Reino Unido sobre quién tenía la responsabilidad. Los británicos acusaron a Francia de no patrullar la costa lo suficientemente bien, pero Macron dijo que era una tarea imposible. Los observadores consideran que Francia no es un país particularmente abierto a los inmigrantes dentro de un contexto europeo y ven a Macron como relativamente intransigente con respecto a la inmigración.
Pero Le Pen o Zemmour probablemente marcarían el comienzo de políticas más duras que Macron si salen victoriosos, como recortar las asignaciones sociales a los ciudadanos no franceses y limitar el número de solicitantes de asilo. Algunos candidatos han apoyado una construcción de vallas fronterizas al estilo Trump.
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