París. Decenas de miles de policías fueron desplegados el sábado en ciudades de Francia listos para una posible quinta noche de disturbios después del funeral de un adolescente de ascendencia norteafricana, cuyo tiroteo por parte de la policía provocó disturbios en todo el país.
El presidente Emmanuel Macron pospuso una visita de Estado a Alemania que debía comenzar el domingo para manejar la peor crisis de su liderazgo desde que las protestas de los «chalecos amarillos» paralizaron gran parte de Francia a fines de 2018.
Unos 45.000 policías estarían nuevamente en las calles hasta el sábado por la noche, dijo el ministro del Interior, Gerald Darmanin, y los refuerzos irán a Lyon y Marsella.
La policía lanzó gases lacrimógenos contra los manifestantes en la calle principal de Marsella al anochecer del sábado, según un testigo.
En París, la policía desalojó a los manifestantes de la Place de la Concorde y aumentó la seguridad en la emblemática avenida de los Campos Elíseos de la ciudad después de un llamado en las redes sociales para reunirse allí. Las imágenes de televisión mostraron fachadas de tiendas cubiertas con tablas para evitar posibles daños.
El Ministerio del Interior dijo que 1.311 personas habían sido arrestadas el viernes por la noche, en comparación con las 875 de la noche anterior, aunque describió la violencia como «de menor intensidad».
El ministro de Finanzas, Bruno Le Maire, dijo que más de 700 tiendas, supermercados, restaurantes y sucursales bancarias habían sido «saqueadas, saqueadas y, a veces, incluso quemadas hasta los cimientos desde el martes».
Las autoridades locales de todo el país anunciaron la prohibición de manifestaciones y ordenaron que el transporte público dejara de funcionar por la noche.
Nahel , un joven de 17 años de padres argelinos y marroquíes, recibió un disparo de un policía durante una parada de tráfico el martes en el suburbio parisino de Nanterre.
Para el funeral, varios cientos de personas hicieron fila para ingresar a la gran mezquita de Nanterre, que estaba custodiada por voluntarios con chalecos amarillos, mientras unas pocas docenas de transeúntes observaban desde el otro lado de la calle.
Algunos de los dolientes, con los brazos cruzados, dijeron «Dios es el más grande» en árabe, mientras recorrían el bulevar en oración.
Marie, de 60 años, dijo que había vivido en Nanterre durante 50 años y que siempre había tenido problemas con la policía.
“Esto tiene que parar absolutamente. El gobierno está completamente desconectado de nuestra realidad”, dijo.
El tiroteo del adolescente, captado en video , ha reavivado quejas de larga data por parte de comunidades urbanas pobres y racialmente mixtas sobre violencia policial y racismo. .
«Si tienes el color de piel equivocado, la policía es mucho más peligrosa para ti», dijo un joven que se negó a ser identificado y agregó que era amigo de Nahel.
Nahel era conocido por la policía por no cumplir previamente con las órdenes de detención de tráfico y por conducir ilegalmente un auto alquilado, dijo el jueves el fiscal de Nanterre.
Macron ha negado que haya racismo sistémico en las agencias policiales francesas.
Los alborotadores han incendiado 2.000 vehículos desde el comienzo de los disturbios. Más de 200 policías resultaron heridos, dijo Darmanin, y agregó que la edad promedio de los arrestados era de 17 años.
El ministro de Justicia, Eric Dupont-Moretti, dijo que el 30% de los detenidos eran menores de 18 años.
En Marsella, donde 80 personas fueron arrestadas el viernes, la policía dijo que había detenido a 14 más mientras intentaban dispersar a la multitud.
«Da mucho miedo. Podemos escuchar un helicóptero y simplemente no estamos saliendo porque es muy preocupante, especialmente en el Puerto Viejo», dijo Tatiana Corbellini, de 79 años, una jubilada que vive en el centro de la ciudad.
El alcalde Benoit Payan pidió al gobierno que envíe tropas adicionales para hacer frente al «saqueo y la violencia» en Marsella, donde tres policías resultaron levemente heridos el sábado.
En Lyon, la tercera ciudad más grande de Francia, la policía desplegó vehículos blindados y un helicóptero, mientras que en París desalojó a los manifestantes de la Place de la Concorde.
Un decreto emitido el sábado otorgó a la policía de París el derecho a desplegar drones en partes de los suburbios.
Los disturbios han revivido los recuerdos de los disturbios en todo el país en 2005 que obligaron al entonces presidente Jacques Chirac a declarar el estado de emergencia, luego de la muerte de dos jóvenes electrocutados en una subestación eléctrica mientras se escondían de la policía.
Los jugadores de la selección nacional de fútbol emitieron un raro comunicado llamando a la calma. “La violencia debe cesar para dejar paso al duelo, al diálogo y a la reconstrucción”, dijeron en la cuenta de Instagram de la estrella Kylian Mbappé.
El grupo de seguidores South Winners, un influyente grupo de seguidores del Olympique de Marseille, pidió a la juventud de la ciudad que «sea prudente y muestre moderación».
«Al actuar de esta manera, está ensuciando la memoria de Nahel y también está dividiendo nuestra ciudad».
Se cancelaron eventos que incluyeron dos conciertos en el Stade de France en las afueras de París, mientras que la casa de modas Celine, propiedad de LVMH (LVMH.PA), canceló su desfile de moda masculina 2024 el domingo, dijo el director creativo Hedi Slimane en Instagram.
Los organizadores del Tour de Francia dijeron que estaban listos para adaptarse a cualquier situación cuando la carrera ciclista ingrese al país el lunes desde España.
Con el gobierno instando a las empresas de redes sociales a eliminar material incendiario, Darmanin se reunió con funcionarios de Meta, Twitter, Snapchat y TikTok. Snapchat dijo que tenía tolerancia cero para el contenido que promovía la violencia.
El policía que, según los fiscales, reconoció haber disparado un tiro letal a Nahel está en prisión preventiva bajo investigación formal por homicidio voluntario, equivalente a ser acusado bajo las jurisdicciones anglosajonas.
Su abogado, Laurent-Franck Lienard, dijo que su cliente apuntó a la pierna del conductor, pero fue golpeado cuando el auto arrancó, lo que provocó que se disparara hacia el pecho. «Obviamente (el oficial) no quería matar al conductor», dijo Lienard en BFM TV.
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