Guatemala DC. Miles de guatemaltecos se manifestaron frente a la sede del Gobierno en la Ciudad de Guatemala el 2 de septiembre. Exigieron la denuncia de la fiscal general Consuelo Porras, entre otros actores gubernamentales, a quienes consideran responsables del intento de “golpe de Estado” denunciado por el presidente electo Bernardo Arévalo. El domingo, el Tribunal Supremo Electoral bloqueó temporalmente la suspensión del Movimiento Semilla, partido de Arévalo, hasta el fin del periodo electoral, el 31 de octubre.
Convocados por distintas organizaciones de la sociedad civil, incluyendo colectivos universitarios y poblaciones indígenas, manifestantes (aproximadamente 4.000, según la Agencia EFE) desfilaron por la capital y se reunieron frente al Palacio Nacional de la Cultura, sede del Gobierno guatemalteco, para exigir la renuncia de la Fiscal General Consuelo Porras y del Fiscal Especial Contra la Impunidad Rafael Curruchiche.
Ambos fueron acusados por el presidente electo, Bernardo Arévalo, de orquestar un “golpe de Estado”, para evitar que ascienda a la Presidencia el 14 de enero de 2024. Los dos fiscales forman parte de la Lista Engel de Estados Unidos, es decir, son considerados actores antidemocráticos que favorecen la corrupción en Centroamérica y por lo tanto su visa está vetada.
Los manifestantes incluyeron a Fredy Orellana (Juez que hizo efectiva la suspensión del partido Semilla el 28 de agosto) en la lista de actores políticos que consideran deberían dejar su cargo. Y el Departamento de Estado de Estados Unidos ha acusado al juez de “socavar la Justicia”.
El primero de septiembre Bernardo Arévalo hizo un llamado a la unión, para derrocar a las “fuerzas que pretenden dejarnos sumergidos en la corrupción, la impunidad y la pobreza”. Sin embargo, no convocó directamente las protestas que recorrieron el país el sábado.
“Si no hay reformas, habrá revolución” o “mi voto se respeta” eran las palabras de las pancartas que se podían leer el sábado en el centro de la capital.
Estamos aquí para defender la democracia. Estamos aquí para defender los votos, porque no queremos un golpe de Estado. Estamos aquí porque el pueblo lo eligió. Estamos aquí porque no queremos el pacto de corruptos de una dictadura, coreaban en la calle los manifestantes, según reportó el medio local Prensa Comunitaria.
La población, que ha participado en las protestas, abarca distintas etnias y edades. En Quetzaltenango, la segunda ciudad del país, las protestas fueron convocadas por la Asociación de Jubilados y Jubiladas, pero también entre los ciudadanos que se sumaron a la protesta se encontraba la cantante maya Kaqchikel Sara Curruchich, reconocida internacionalmente.
Según reportes de Prensa Comunitaria, hay convocadas más protestas en la costa Pacífica del país, el domingo, 3 de septiembre, y un día después se prevén acciones de las organizaciones de los pueblos indígenas a nivel nacional.
“El conflicto legal no es más que el maquillaje de la realidad”, dijo Walter del Cid, de la organización civil Movimiento por la Democracia, al medio local Prensa Libre. “Pretenden que el gobierno electo no se haga cargo del poder Ejecutivo”, acusó. Agregó que se seguiría convocando a manifestaciones hasta que se respetara el resultado de las elecciones y renunciaran los actores acusados de interferir en las mismas.
“Si no dan marcha atrás en su agenda golpista reiteramos el llamado a las organizaciones y a la población en general para iniciar la paralización del país”, declaró.
En un comunicado, la Fiscalía reaccionó a las protestas rechazando las acusaciones, pero aclarando que “se respeta el derecho de petición de los ciudadanos” aunque existan “mecanismos legales ya establecidos” para estas circunstancias.
Todas las acciones del Ministerio Público se han desarrollado en estricto apego y cumplimiento a su mandato constitucional atendiendo denuncias ciudadanas sin escatimar esfuerzos para garantizar una respuesta oportuna a las víctimas de delitos, lo cual brinda certeza al pueblo de Guatemala que todas las denuncias son investigadas de forma objetiva, imparcial y técnica, declaró la institución.
En defensa de la fiscal general Consuelo Porras, que fue nombrada en el cargo tras haber pasado con éxito las distintas pruebas de la Comisión de Postulación, el documento agregó: “Obtuvo la mejor calificación en todos los aspectos académicos, profesionales y éticos evaluados, demostrando así que cumple con todos los requisitos constitucionales”, lo que le permitió continuar en su segundo periodo a la cabeza de la Fiscalía.
Bernardo Arévalo denunció un “golpe de Estado en curso”. No uno provocado por la fuerza militar sino por argucias jurídicas, pero con el mismo objetivo: interrumpir el ejercicio de un poder considerado legítimo. En este caso, bloqueándolo desde antes de ascender a la Presidencia.
En una conferencia de prensa el primero de septiembre, el líder del partido Movimiento Semilla, acompañado de la vicepresidenta electa Karin Herrera, alegó que “el aparato de justicia es usado para violar la Justicia misma”, ya que “se está burlando la voluntad popular expresada libremente en las urnas”.
El presidente electo recalcó la complicidad de la Junta Directiva del Congreso de la República, liderada por el partido oficialista, que formaría parte del “grupo de corruptos”.
El 12 de julio, la Fiscalía ordenó suspender al Movimiento Semilla por presuntas irregularidades en la constitución del partido. La ley guatemalteca establece que la única instancia con potestad para suspender un partido en contienda electoral es el Tribunal Supremo Electoral, pero gracias a un amparo de la Corte de Constitucionalidad, el partido pudo presentarse a la segunda vuelta.
Movimiento Semilla ganó las elecciones de segunda vuelta del 20 de agosto con el 58% de los votos, que contaron con un porcentaje de participación ciudadana 15 puntos más alto que en la segunda vuelta de 2019.
Mientras Bernardo Arévalo daba la conferencia de prensa, la Organización de Estados Americanos (OEA) se reunía en Washington para expresar su preocupación por el panorama político en Guatemala. Se concluyó que Luis Almagro, secretario general del organismo, tendría autoridad para vigilar la transición de poder en el país en enero.
La Administración del actual presidente guatemalteco Alejandro Giammattei organizó una primera reunión con Arévalo el lunes 4 de septiembre, que será acompañada por la OEA.
Tribunal Supremo Electoral revoca temporalmente la suspensión del Movimiento Semilla
En el más reciente giro de eventos, el Tribunal Supremo Electoral (TSE) anunció el domingo 3 de septiembre por la mañana que el pleno de magistrados frenó la suspensión del partido Movimiento Semilla, hasta que finalice el proceso electoral el 31 de octubre, tal y como debía ocurrir originalmente.
El TSE reculó en su decisión de suspender al Movimiento Semilla tomada el pasado 28 de agosto tras la orden de un juez penal, Fredy Orellana, y a pedido de la Fiscalía. Lo hizo tras una petición interpuesta por Semilla, en la que el partido alegaba que la ley electoral guatemalteca prohíbe la suspensión de un partido durante el período electoral.
El Movimiento Semilla había apelado la suspensión a través del sistema judicial tradicional, pero hasta la fecha no había obtenido resultados favorables. Es probable que a partir del 1 de noviembre el partido vuelva a estar en riesgo de suspensión.
A pesar de que el Tribunal Supremo Electoral reconoció a Arévalo como el ganador de las elecciones y el presidente en funciones y el mandatario del país Alejandro Giammattei anunció el inicio de la transición, la Fiscalía General ha estado persiguiendo activamente al Movimiento Semilla, acusándolo de haber utilizado firmas falsas para constituirse.
Después de la primera ronda de votaciones el 25 de junio, el juez guatemalteco Fredy Orellana, a solicitud del fiscal Rafael Curruchiche, ordenó al tribunal electoral suspender a Semilla mientras se investigaban presuntas anomalías en su registro como partido. Tanto Orellana como Curruchiche están en una lista de “actores corruptos” de Estados Unidos.
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