Ciudad del Vaticano. El Papa Francisco advirtió el jueves contra posiciones ideológicas inflexibles que pueden impedir que la Iglesia vea la realidad y avance, días después de una declaración que permite bendiciones a parejas del mismo sexo que los conservadores han condenado.
Francisco, que cumplió 87 años el domingo, hizo sus comentarios en sus tradicionales saludos navideños a los miembros de la Curia, la administración central del Vaticano.
En los primeros años de su papado, Francisco hizo de las felicitaciones navideñas una ocasión para duras críticas a la burocracia, destacando lo que en ese momento llamó sus «enfermedades» y «dolencias».
El jueves mencionó el continuo debate entre progresistas y conservadores 60 años después del Concilio Vaticano II, que introdujo a la Iglesia en el mundo moderno.
«Permanezcamos vigilantes contra las posiciones ideológicas rígidas que a menudo, bajo la apariencia de buenas intenciones, nos separan de la realidad y nos impiden avanzar», afirmó.
«Estamos llamados, en cambio, a salir y caminar, como los Reyes Magos, siguiendo la luz que siempre quiere guiarnos, a veces por caminos inexplorados y por caminos nuevos», afirmó.
El lunes aprobó un fallo según el cual los sacerdotes pueden administrar bendiciones a parejas del mismo sexo bajo ciertas condiciones y siempre que no se parezcan al matrimonio y no formen parte de los rituales o liturgias de la Iglesia.
Si bien muchos acogieron con agrado la apertura del Papa a las bendiciones para las parejas del mismo sexo, los conservadores dijeron que podría sacudir los cimientos de la fe e incluso conducir a un cisma de la Iglesia.
Desde que sus compañeros cardenales lo eligieron hace 10 años, Francisco ha tratado de hacer que la Iglesia sea más acogedora para las personas que se sienten excluidas, como los miembros de la comunidad LGBT, pero sin cambiar ninguna parte de las enseñanzas de la Iglesia sobre cuestiones morales.
Dijo en la reunión del jueves que los cristianos siempre deben estar inquietos y abiertos al cambio.
«La fe cristiana –recordemos- no está destinada a confirmar nuestro sentido de seguridad, a permitirnos acomodarnos en cómodas certezas religiosas y a ofrecernos respuestas rápidas a los complejos problemas de la vida», afirmó.
Francisco dijo que cuando Dios llama, «nos envía en camino, nos saca de nuestra zona de confort, de nuestra complacencia sobre lo que ya hemos hecho, y así nos hace libres».
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