Beijing. El gobierno chino amenazó el miércoles con imponer más sanciones comerciales a Taiwán si el partido gobernante se adhiere «obstinadamente» a apoyar la independencia, en una nueva escalada de la guerra de palabras a medida que se acercan las elecciones taiwanesas del próximo mes.
Las elecciones presidenciales y parlamentarias de Taiwán del 13 de enero se llevarán a cabo mientras China, que considera la isla como su propio territorio, ha tratado de obligar a Taiwán a aceptar los reclamos de soberanía chinos.
Este mes, Taiwán acusó a China de coerción económica e interferencia electoral después de que Beijing anunciara el fin de los recortes arancelarios sobre algunas importaciones de productos químicos de la isla, diciendo que Taipei violó un acuerdo comercial entre las dos partes firmado en 2010.
Esto se produjo después de que China dijera que había determinado que Taiwán había colocado barreras comerciales en contravención tanto de las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC) como del acuerdo comercial de 2010.
En una rueda de prensa habitual en Beijing, Chen Binhua, portavoz de la Oficina de Asuntos de Taiwán de China, dijo que la «causa fundamental» de la resolución de los problemas relacionados con el acuerdo de 2010 fue la adhesión del gobernante Partido Democrático Progresista (PPD) de Taiwán a la independencia formal de la isla.
«Si las autoridades del PPD están decididas a perseverar, continúan adhiriéndose obstinadamente a su posición de independencia de Taiwán y se niegan a arrepentirse, apoyamos que los departamentos pertinentes tomen medidas adicionales de acuerdo con las regulaciones», dijo Chen.
China detesta tanto al PPD como a su candidato presidencial, el actual vicepresidente Lai Ching-te, que lidera las encuestas, creyendo que son separatistas.
Lai dice que no tiene planes de cambiar el nombre formal de la isla, República de China, pero que sólo el pueblo de Taiwán puede decidir su futuro. También ha ofrecido repetidamente conversaciones con China, pero ha sido rechazado.
El gobierno republicano derrotado huyó a Taiwán en 1949 después de perder una guerra civil ante los comunistas de Mao Zedong, quienes fundaron la República Popular China.
Chen dijo que Taiwán estaba «enfrentando una encrucijada» sobre adónde ir, y que cualquier cosa puede discutirse sobre la base de oponerse a la independencia de Taiwán. Reiteró que la independencia de Taiwán significa guerra.
Sin embargo, Chen también expresó su «más sincero agradecimiento» a las empresas taiwanesas que donaron dinero para ayudar a hacer frente a las consecuencias de un terremoto en una zona remota del noroeste de China este mes que mató a 149 personas.
Pero no mencionó las condolencias de la presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, a China después del desastre ni las ofertas de ayuda de su gobierno.
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