lunes 29 abril 2024

Francia. El  Consejo Constitucional anula ampliamente polémica ley de inmigración

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París. Una decisión muy esperada tuvo lugar este jueves 25 de enero en Francia. El Consejo Constitucional anuló en gran medida el proyecto de ley de inmigración del Gobierno, eliminando numerosas medidas que había defendido la derecha.

Los ‘Sabios’ censuraron más de un tercio de los artículos: se consideró que 32 no tenían suficiente vínculo con el texto, entre ellos el endurecimiento del acceso a las prestaciones sociales, la reunificación familiar o el establecimiento de un «depósito de devolución» para los estudiantes extranjeros.

Otros tres artículos están total o parcialmente censurados en cuanto al fondo, incluido el establecimiento de cuotas migratorias fijadas por el Parlamento.

Las principales medidas censuradas fueron:

El delito de «estancia irregular» para los extranjeros.

La instauración de cuotas migratorias establecidas por el Parlamento

La «fianza de retorno» para estudiantes extranjeros

Las medidas de restricción del reagrupamiento familiar

Varias medidas que restringen el derecho del suelo

La ley había sido criticada por sectores de la izquierda del país, que habían salido a las calles el fin de semana mostrando su descontento con la ley que catalogaban de «extrema derecha».

El proyecto de ley de inmigración del Gobierno fue aprobado el 19 de diciembre de 2023 en la Asamblea Nacional gracias a los votos de la Agrupación Nacional, que se sumaron a los de los diputados de Los Republicanos y de los diputados de la mayoría presidencial.

Repercusiones políticas de la decisión del Consejo Constitucional

Aunque el Consejo Constitucional anuló total o parcialmente 35 artículos de la propuesta de ley, sí validó otros artículos como el 46, que estipula que los extranjeros que soliciten un permiso de residencia deben comprometerse a «respetar los principios de la República». Una validación que se acoge al discurso de los sectores más nacionalistas que exigen que “los migrantes independientemente de sus orígenes étnicos, culturales y religiosos se sometan a la laicidad y los valores franceses”.

Por lo que, la decisión de los ‘Sabios’ dividió las opiniones del espectro político. Por un lado, el Ejecutivo había anticipado una inconstitucionalidad parcial. «Algunas medidas son claramente contrarias a la Constitución», admitió el ministro del Interior, Gérald Darmanin, ante la Asamblea Nacional el 19 de diciembre.

En una rueda de prensa el 16 de enero, el presidente Emmanuel Macron tampoco descartó la posibilidad de que el texto fuera «modificado» por el Consejo Constitucional.

No obstante, Macron reivindicó una victoria del proyecto inicial que su Gobierno presentó antes de que el Senado endureciera los artículos que fueron censurados. Para el presidente la decisión del Consejo Constitucional «valida casi en su totalidad las medidas que el Gobierno había presentado» y pidió al ministro del Interior «que haga todo lo posible para que la ley se aplique lo más pronto posible».

Por otro lado, en la oposición de izquierdas hubo cierta satisfacción con la decisión del Consejo; mientras que la derecha y la extrema derecha consideraron que su decisión demostraba la necesidad de una reforma constitucional y de un referendo sobre la inmigración. Esta última propuesta fue especialmente defendida por Jordan Bardella, presidente de Agrupación Nacional, que exige que los franceses vayan a las urnas para decidir sobre la Ley de Inmigración. Además, criticó la validación de los otros 51 artículos por parte del Consejo y calificó de «golpe de Estado de los jueces, con el respaldo del presidente».

Francia, uno de los países con más población migrante de la Unión Europea

Según el Instituto Nacional de Estadística y de Estudios Económicos, en «2022 vivían en Francia 7,0 millones de inmigrantes, lo que representa el 10,3% de la población total». De los cuales, «2,5 millones de inmigrantes, es decir, el 35%, han adquirido la nacionalidad francesa».

Las mediciones de 2022 muestran que casi la mitad (48,2%) de los inmigrantes que viven en Francia son de origen africano y el 32,3%, de origen europeo. Los principales países de origen de los inmigrantes son Argelia, Marruecos, Portugal, Túnez, Italia, España y Turquía.

En el caso de las personas provenientes de Argelia y Marruecos, la asimilación de algunos franceses ha sido complicada debido al racismo y la islamofobia. Los casos de abuso policial contra jóvenes de origen magrebí en barrios marginados de grandes urbes francesas son un ejemplo de ello. También, existe un discurso cada vez más radicalizado de la extrema derecha que habla de teorías como la del gran reemplazo social, defendida en las pasadas elecciones presidenciales por el excandidato Éric Zemmour.

INT/ag.agencias,rt.europapress/rp.

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