Agen. Los agricultores franceses bloquearon carreteras y arrojaron cajas de productos importados el jueves, exigiendo medidas urgentes sobre los bajos precios al productor, regulaciones verdes y políticas de libre comercio mientras las crecientes protestas se acercaban a París.
Los agricultores dijeron que las protestas, ahora en su segunda semana después de estallar en el suroeste, continuarían mientras no se cumplan sus demandas, lo que plantea el primer gran desafío para el nuevo Primer Ministro Gabriel Attal .
«Todas las posibilidades están todavía sobre la mesa», dijo a los periodistas Arnaud Gaillot, líder del sindicato de Jóvenes Agricultores (Jeunes Agriculteurs), cuando se le preguntó sobre los informes de que los agricultores podrían comenzar a interrumpir el tráfico en París el viernes.
Los servicios de inteligencia franceses advirtieron al gobierno que los sindicatos agrícolas regionales han llamado a sus miembros a converger en la capital, dijeron el periódico Le Parisien y BFM TV.
Mientras Attal convocaba a ministros de alto rango con el objetivo de anunciar propuestas concretas el viernes, los agricultores utilizaron fardos de heno y tractores para bloquear las principales carreteras de Francia, el mayor productor agrícola de la Unión Europea.
«Siempre tenemos más reglas que seguir, siempre nos piden más y ganamos cada vez menos. Ya no podemos vivir de nuestro trabajo», afirmó Jean-Jacques Pesquerel, agricultor de 61 años del sindicato Coordination Rurale de Calvados.
Cajas de tomates, repollos y coliflores que, según un grupo de agricultores, habían sido importadas, estaban esparcidas a lo largo de la autopista A7 que une Marsella y Lyon, la segunda y tercera ciudades más grandes de Francia. En el extremo suroeste de París, decenas de tractores encabezaron una marcha lenta durante la hora punta de la mañana.
Cuando se le preguntó cuándo levantarían los manifestantes los controles de carretera, Gaillot respondió a Attal: «Él es quien tiene la llave».
El poderoso sindicato agrícola FNSEA entregó el miércoles por la noche al gobierno una lista de sus demandas, incluida una mejor aplicación de una ley diseñada para salvaguardar los precios al productor.
El sindicato también pidió continuas exenciones fiscales al diésel para vehículos agrícolas, el pago inmediato de los subsidios agrícolas de la UE, garantías sobre los pagos de seguros relacionados con la salud y el clima, y ayuda inmediata para los enólogos y agricultores orgánicos.
«Se necesitan respuestas urgentes», afirmó el director de la FNSEA, Arnaud Rousseau.
Los minoristas franceses están enfrascados en negociaciones anuales de precios con los proveedores, que el gobierno quiere concluir a finales de mes. Los agricultores dicen que serán los más afectados por los esfuerzos para bajar los precios.
Temiendo un efecto indirecto del malestar de los agricultores en Alemania , Polonia y Rumania , el gobierno francés ya ha pospuesto un proyecto de ley agrícola destinado a ayudar a más personas a convertirse en agricultores, diciendo que reforzará las medidas y flexibilizará algunas regulaciones.
Antes de las elecciones al Parlamento Europeo en junio, el presidente Emmanuel Macron teme que los agricultores sean un electorado cada vez mayor para la extrema derecha.
La líder de extrema derecha Marine Le Pen acusó al gobierno de complacencia y de respaldar regulaciones europeas que perjudican a los agricultores, como las normas sobre tierras en barbecho obligatorio.
«Emmanuel Macron se dirige a los agricultores con una mano en el hombro y luego los apuñala por la espalda en Bruselas», dijo Le Pen a los periodistas. «Los peores enemigos de los agricultores se encuentran en este gobierno», añadió.
El sindicato de extrema izquierda CGT, el segundo más grande del país, ha llamado a sus miembros a unir fuerzas con los agricultores para permitir un movimiento social más amplio contra el gobierno.
Los agricultores del suroeste que el miércoles rociaron estiércol sobre un edificio de la prefectura local en Agen, dirigieron el jueves sus excrementos animales a un hipermercado cercano Leclerc, la mayor cadena de supermercados de Francia, bajo la mirada de la policía. INT/ag.agencias.rt.europapress/rp
