Washington DC. La Casa Blanca ha dicho que podría estar cerca un acuerdo para un alto el fuego y un acuerdo de liberación de rehenes después de casi cinco meses de guerra entre Israel y Hamás., abre una nueva alternativa para la devastada Franja de Gaza.
Estados Unidos, Egipto y Qatar han estado mediando en negociaciones de tregua desde enero. El último acuerdo provocó una pausa de una semana en los combates en noviembre, durante la cual el islamista Hamas liberó a más de 100 rehenes e Israel liberó aproximadamente tres veces más prisioneros palestinos.
El viernes, los negociadores israelíes se reunieron con mediadores qataríes, egipcios y estadounidenses en París. Una fuente informada sobre esas conversaciones dijo que habían elaborado un «esbozo» de tregua que eventualmente podría conducir a un alto el fuego.
El asesor de seguridad nacional de Estados Unidos, Jake Sullivan, dijo que Israel y los mediadores «llegaron a un entendimiento» sobre los aspectos básicos de un acuerdo.
Esta semana, funcionarios israelíes se dirigirán a Qatar, donde Hamas tiene su oficina política, aunque ambas partes no hablarán directamente, dijo una fuente.
Aún así, en sus declaraciones públicas, las dos partes se mantienen alejadas en los temas más importantes.
El primer ministro Benjamín Netanyahu dice que la campaña militar de Israel debería dirigirse a Rafah, el último lugar relativamente seguro en Gaza que ha sido engrosado por un millón de personas desplazadas que huyeron de sus hogares en otros lugares.
Las agencias de ayuda, así como los aliados occidentales de Israel, temen que un ataque allí magnifique la crisis humanitaria en Gaza causada por la guerra, intensificando la presión internacional para una tregua.
Mientras tanto, el mes sagrado musulmán del Ramadán comenzará alrededor del 10 de marzo. Los países árabes han expresado temores de que la continuación de los combates en el Ramadán avivará aún más las tensiones regionales.
La mayor diferencia entre las partes se refiere a las condiciones para un alto el fuego.
Israel ha dicho que está dispuesto a aceptar un cese temporal de los combates durante un intercambio de rehenes y prisioneros, y los medios israelíes han citado a funcionarios que hablan de una tregua de seis semanas que cubrirá el Ramadán.
Pero Netanyahu está decidido a no poner fin a la campaña militar hasta que logre una «victoria total» sobre Hamás con un asalto a Rafah.
Luego prevé un control de seguridad israelí indefinido sobre Gaza que permitiría el regreso de las fuerzas en cualquier momento.
Hamás dice que sólo aceptará un acuerdo basado en un alto el fuego permanente que ponga fin a la guerra e incluya una retirada de las tropas israelíes de Gaza, en lugar de otra tregua temporal.
Netanyahu y sus principales ministros dicen que cualquier acuerdo tendría que conducir al regreso de los aproximadamente 130 rehenes que se cree que permanecen en Gaza. A cambio de la liberación de rehenes, Hamás quiere una liberación a gran escala de los palestinos retenidos por Israel.
Las negociaciones pueden abordar la proporción de prisioneros que serán liberados por rehén, la fase de las liberaciones y si se incluirían a palestinos de alto perfil o a aquellos condenados por actos de violencia grave.
No está claro hasta qué punto cualquiera de las partes haría que un acuerdo ahora dependa de otras cuestiones u objetivos a más largo plazo.
Pero Hamás busca otros compromisos como parte del acuerdo.
Quiere que todas las personas desplazadas puedan regresar a sus hogares en toda Gaza. Quiere que se permita la entrada de mucha más ayuda. Y quiere un programa de reconstrucción, ya que la mayoría de las casas y la infraestructura han sido destrozadas o dañadas por los bombardeos israelíes.
El plan de posguerra de Netanyahu, contenido en un documento de discusión del gabinete, condiciona la rehabilitación de Gaza a la desmilitarización total del enclave costero, lo que significa que Hamás tendría que deponer todas sus armas, algo que es poco probable que acepte.
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