Dubai – jerusalén. Las explosiones resonaron el viernes en una ciudad iraní en lo que fuentes dijeron que fue un ataque israelí, pero Teherán restó importancia al incidente e indicó que no tenía planes de represalias, una respuesta que parecía destinada a evitar la región. -guerra amplia.
El ministro de Asuntos Exteriores de Irán dijo que los drones, que según las fuentes Israel lanzó contra la ciudad de Isfahán, eran «minidrones» y que no habían causado daños ni víctimas.
La escala limitada del ataque y la silenciosa respuesta de Irán parecieron indicar un esfuerzo exitoso por parte de los diplomáticos que han estado trabajando para evitar una guerra total desde un ataque iraní con drones y misiles contra Israel el sábado.
Los medios y funcionarios iraníes describieron una pequeña cantidad de explosiones, que, según dijeron, fueron el resultado de defensas aéreas que impactaron contra tres drones sobre Isfahán, en el centro de Irán. Se refirieron al incidente como un ataque de «infiltrados», más que de Israel, obviando la necesidad de represalias.
Un alto funcionario iraní dijo a Reuters que no había planes de responder contra Israel por el incidente.
«La fuente extranjera del incidente no ha sido confirmada. No hemos recibido ningún ataque externo y la discusión se inclina más hacia la infiltración que hacia el ataque», dijo el funcionario.
El Ministro de Asuntos Exteriores iraní, Hossein Amirabdollahian, también se mostró cauteloso en sus comentarios a los enviados de los países musulmanes en Nueva York.
«Los medios de comunicación que apoyan al régimen sionista (Israel), en un esfuerzo desesperado, intentaron sacar la victoria de su derrota, mientras que los mini-drones derribados no causaron ningún daño ni víctimas», dijo Amirabdollahian, citado por los medios iraníes.
Israel no dijo nada sobre el incidente y su aliado Washington se negó a dar declaraciones.
Cuando se le preguntó repetidamente al respecto en una conferencia de prensa en Italia, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, dijo que no haría comentarios, salvo decir que Estados Unidos estaba comprometido con la seguridad de Israel pero no involucrado en ninguna operación ofensiva.
La Casa Blanca también dijo que no tenía comentarios, en un cambio para una administración que habitualmente opina sobre los últimos acontecimientos en el conflicto israelí.
El secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, habló con su homólogo israelí el viernes. Un comunicado del Pentágono no hizo mención específica a Irán, pero dijo que los dos discutieron temas que incluyen «esfuerzos para mantener la estabilidad regional».
La violencia entre Israel y sus representantes iraníes en todo el Medio Oriente se ha intensificado a lo largo de seis meses de derramamiento de sangre en Gaza, lo que genera temores de que la guerra en la sombra de los enemigos de larga data pueda convertirse en un conflicto directo.
Israel había dicho que tomaría represalias después de los ataques del sábado, el primer ataque directo contra Israel por parte de Irán, que no causó muertes después de que Israel y sus aliados derribaran cientos de misiles y drones.
Teherán lanzó esos ataques en respuesta a un presunto ataque aéreo israelí el 1 de abril que destruyó un edificio en el complejo de la embajada de Irán en Damasco y mató a varios oficiales iraníes, incluido un alto general.
«Israel trató de calibrar entre la necesidad de responder y el deseo de no entrar en un ciclo de acción y contrarreacción que escalaría sin cesar», dijo Itamar Rabinovich, ex embajador israelí en Washington.
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