viernes 5 septiembre 2025

El Ministerio de Seguridad chino es la poderosa agencia de Inteligencia del Partido Comunista que opera en el interior y exterior del gigante asiático

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Por Alejandro Vigo (*)*****

El Ministerio de Seguridad del Estado (en inglés Ministry of State Security, MSS; en chino 国家安全部, Guójiā Ānquán Bù) es la principal agencia civil de inteligencia, contrainteligencia y seguridad de la República Popular China. Considerado uno de los servicios de inteligencia más poderosos del mundo, actúa como columna vertebral del aparato de seguridad del Partido Comunista Chino (PCCh). Su radio de acción abarca tanto el interior del país como el exterior.

El MSS es un organismo muy completo y extremadamente secreto. Rara vez aparece en los medios oficiales, y existe muy poca información pública verificable sobre su personal, estructura interna o actividades operativas.

Su misión declarada es «garantizar la seguridad nacional mediante la adopción de medidas efectivas contra agentes enemigos, espías y actividades contrarrevolucionarias diseñadas para sabotear, desestabilizar o derrocar el sistema socialista chino».

Los orígenes del MSS se remontan a 1927, con la creación de la Rama Especial Central del PCCh, conocida como Teke(特科). Esta unidad fue impulsada por Zhou Enlai, entonces Secretario General del Partido. Con sede en Shanghái, su objetivo principal era contrarrestar las infiltraciones de la policía secreta del Kuomintang (KMT) e infiltrar espías propios en sus organismos de inteligencia y seguridad.

En 1939 se fundó el Departamento de Asuntos Sociales del Comité Central (SAD), que unificó el Teke con otras dos unidades: la Oficina de Protección Política y la Oficina de la Guardia. Esta nueva configuración mejoró significativamente la capacidad del aparato de inteligencia comunista.

Desempeñó un papel clave en la guerra contra Japón y permaneció activa en las décadas siguientes, incluida la fase final de la guerra civil y la fundación de la República Popular en 1949.

Semanas después de la proclamación de la RPCh, el Politburó formalizó la labor de inteligencia  

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mediante una resolución que institucionalizó su rol dentro del nuevo Estado socialista. Sin embargo, bajo el liderazgo de Kang Sheng el aparato fue desacreditado por una ola de purgas internas y represión brutal.

Para romper con ese legado, en 1955 el organismo fue rebautizado como Departamento de Investigación del Comité Central (CID). Parte del antiguo SAD se reorganizó como Departamento de Trabajo Legal y Administrativo.

El CID asumió las funciones de inteligencia del PCCh y operó durante décadas, atravesando múltiples reestructuraciones, incluidas las purgas de la Revolución Cultural.

En 1983, el organismo fue finalmente fusionado con el Departamento de Contrainteligencia del Ministerio de Seguridad Pública. Así nació el actual Ministerio de Seguridad del Estado (MSS), que se organizó como un sistema jerárquico nacional con competencias tanto internas como externas. Inspirado en la KGB, fue creado para proteger al régimen mediante vigilancia política, contrainteligencia y espionaje exterior, especialmente ante los riesgos de infiltración durante la apertura económica de China.

Tras los incidentes de la Plaza de Tiananmén en 1989, el MSS adoptó una estrategia más agresiva contra la disidencia política. También reforzó sus capacidades de contrainteligencia interna.
En los años 90, priorizó la inteligencia económica y tecnológica, utilizando infiltración humana y ataques cibernéticos para robar innovaciones a corporaciones y gobiernos extranjeros.

A partir de los años 2000, sus operaciones se centraron en penetrar empresas, gobiernos y redes estratégicas occidentales. En la década de 2020, el MSS ha ampliado su radio de acción con campañas agresivas de ciberataques, sabotaje, reclutamiento de espías y colocación de agentes de influencia en países clave.

El MSS es un organismo con poderes ejecutivos. Depende tanto del Consejo de Estado como del Comité Permanente del Buró Político del PCCh. Actúa como un brazo operativo del Partido, no como una agencia estatal tradicional.

No existe supervisión parlamentaria ni mecanismos de control civil como en democracias liberales. Desde 2022, el MSS está dirigido por Chen Yixin, figura clave en las reformas centralizadoras del sistema de seguridad nacional. 

En relación con sus competencias, combina servicios de inteligencia exterior (como la CIA) con funciones de contrainteligencia y seguridad nacional (como el FBI). En términos de volumen, constituye el mayor servicio de inteligencia civil del mundo.

Según el FBI, podría emplear a unas 800.000 personas (en comparación con las 480.000 empleadas por la KGB en su apogeo). Se estima que cuenta con al menos 40.000 agentes en el extranjero y más de 50.000 dentro del territorio nacional.

El núcleo institucional se encuentra en Beijing. La sede administrativa figura oficialmente en el n.º 14 de la Avenida Dongchangan, en el distrito de Dongcheng, y representa la fachada institucional del Ministerio en los registros estatales.

Sin embargo, el verdadero centro de operaciones estratégicas está localizado, según diversas fuentes, en el n.º 100 de Xiyuan (Yidongyuan), en Qinglongqiao, distrito de Haidian. Esta instalación, fuertemente protegida y de acceso restringido, concentra la planificación y coordinación de las principales actividades del MSS.

El aparato está estructurado en 18 oficinas centrales especializadas, cada una encargada de una línea temática clave.

1ª oficina: Protección de secretos.7ª oficina: Contraespionaje13ª oficina: Investigación tecnológica y científica
2ª oficina: Inteligencia obtenida del ámbito internacional.8ª oficina: Investigación del contraespionaje.14ª oficina: Intercepción de comunicaciones postales, telemáticas y cibernéticas.
3ª oficina: Inteligencia política y económica.9ª oficina: Prevención y Protección Interna.15ª oficina: Análisis global de la inteligencia.
4ª oficina: Taiwán, Hong Kong y Macao. 10ª oficina: Prevención y Protección en el Extranjero.16ª oficina: Inteligencia de imágenes.
5ª oficina: Análisis y difusión de informes.11ª oficina: Centro de Información y de Inteligencia. 17ª oficina: Inteligencia económica y comercial.
6ª oficina: Guía de Trabajo.12ª oficina: Oficina de Investigación social.18ª oficina: Contraterrorismo

Por otro lado, el MSS dispone de unas 31 oficinas subnacionales (SSB), correspondientes a las divisiones administrativas de nivel provincial: 22 provincias, 5 regiones autónomas y 4 municipalidades centrales. No se incluyen las dos regiones administrativas especiales, Hong Kong y Macao.

Su funcionamiento sigue un modelo de liderazgo vertical, subordinando todas las oficinas al mando central desde la reforma de 2017.

Camufladas bajo infraestructuras civiles, actúan como nodos locales de recolección de inteligencia, contrainteligencia y represión. Operan con especial intensidad en regiones sensibles como Xinjiang, Tíbet, Shanghái, Guangdong y Hong Kong.

Cada oficina regional puede asignar diferentes niveles de prioridad a temas nacionales o internacionales. Una de las más importantes, junto con la Oficina de Seguridad del Estado de Pekín (BSSB), es la Oficina de Seguridad del Estado de Shanghái (SSSB). Esta destaca por sus operaciones contra Estados Unidos.

Como ejemplo de su eficacia, en 2017 la SSSB reclutó al contratista de defensa estadounidense y exoficial de la CIA Kevin Mallory. Él entregó información clasificada a cambio de 25.000 dólares estadounidenses. Posteriormente fue arrestado por el FBI y condenado a 20 años de prisión.

Las operaciones del MSS se enmarcan en el concepto de seguridad nacional integral promovido por Xi Jinping desde 2014, que concibe las amenazas internas y externas como interdependientes.

Este enfoque combina dos ejes estratégicos: la recolección masiva de información (sobre personas, entidades y procesos) y la instrumentalización del nacionalismo como herramienta de contrainteligencia.

Un marco legal expansivo, Ley de Contraespionaje (2014/2023), Ley de Protección de Secretos de Estado (2024) y Ley de Inteligencia Nacional (2017), amplía sus competencias y refuerza el control sobre datos estratégicos.

El MSS lidera HUMINT en China, desplegando operaciones encubiertas y abiertas tanto en el país como en el extranjero. A través de un entramado tecnológico y social, el Ministerio mantiene una vigilancia constante, apoyada en plataformas digitales y movilización ciudadana. La Ley de Inteligencia Nacional de 2017 obliga a ciudadanos y empresas a colaborar con el Estado en actividades de recopilación.

Estudiantes, empresarios, técnicos y expatriados se integran así en una red de recolección que trasciende fronteras y que se apoya igualmente en corporaciones estratégicas como Huawei, ZTE o Datang Telecommunications, señaladas en múltiples ocasiones como colaboradoras del aparato de inteligencia. La sospecha de su implicación ha motivado prohibiciones y restricciones en países como Estados Unidos, Australia e India.

El MSS favorece la obtención indirecta, esto quiere decir que la información de valor estratégico puede provenir de miles de fragmentos aportados por fuentes aparentemente inocuas (un periodista, un científico, un banquero) que, analizados de forma agregada, revelan patrones críticos.

Se prefiere reclutar civiles y profesionales antes que personal diplomático o militar, para evitar asociaciones políticas directas. Ejemplos como la instalación de un karaoke en Buenos Aires ilustran estrategias no convencionales para cultivar relaciones con estudiantes chinos en el extranjero.

En el exterior, el MSS mantiene una presencia activa en embajadas, consulados, institutos de cooperación internacional, universidades y empresas. Sus agentes, bajo coberturas diplomáticas, comerciales, académicas o periodísticas, actúan sobre todo en países estratégicos de Occidente como Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, Canadá y Australia, combinando influencia política y espionaje industrial.

En estos entornos, el MSS ha reclutado de forma sistemática a funcionarios extranjeros, tanto en activo como retirados, incluidos agentes de inteligencia, personal del Pentágono y empleados de agencias gubernamentales estratégicas. 

El MSS también controla el Instituto de Relaciones Internacionales Contemporáneas de China (CICIR), heredero del antiguo CID, considerado su think tank operativo y dedicado al estudio de la seguridad estatal integral.Aunque Pekín no reconoce oficialmente este vínculo, numerosos informes lo señalan como un think tank operativo del Ministerio.

Las redes sociales son un canal prioritario de captación. Plataformas como WeChat se utilizan para realizar campañas de sensibilización contra el espionaje extranjero (y potenciar el reclutamiento). Esto se complementa con el canal oficial de denuncia ciudadana 12339.gov.cn, desde el que los ciudadanos chinos pueden reportar contenido considerado sensible o sospechoso. 

Por otro lado, el MSS emplea perfiles falsos en redes como LinkedIn para identificar miles de objetivos. Entre ellos se incluyen funcionarios y asesores gubernamentales. A estos les ofrecen invitaciones pagadas a conferencias en China. El patrón típico incluye identificación en línea, contacto inicial, invitación a eventos y cultivo de la relación. Este proceso puede incluir honey-traps para obtener material de chantaje.

Consultoras extranjeras afincadas en China también publicitan en webs occidentales la búsqueda de expertos con conexiones políticas, ofreciendo pagos y viajes como incentivo. En 2017, la inteligencia alemana (BfV) denunció el uso de este método para captar políticos y funcionarios en Alemania.

El MSS concentra una parte sustancial de su capacidad operativa. Sus actividades incluyen infiltración en redes gubernamentales, empresariales y de infraestructuras críticas, robo de propiedad intelectual y operaciones de sabotaje. Emplea actores afiliados que explotan vulnerabilidades tecnológicas mediante análisis masivo de datos públicos y técnicas avanzadas de intrusión.

Según agencias como CISA y el Departamento de Justicia de Estados Unidos, las unidades vinculadas al MSS superan en sofisticación y alcance a las del Ejército Popular de Liberación en materia de ciberoperaciones.

Amenazas persistentes avanzadas como APT31, APT3 o Salt Typhoon han sido atribuidas al Ministerio, destacando este último por su ataque en 2024 contra grandes empresas de telecomunicaciones estadounidenses, considerado uno de los más dañinos registrados públicamente.

El MSS también ejecuta operaciones técnicas de proximidad: infiltración física en instalaciones, escucha de cables, colocación de dispositivos de vigilancia y explotación forense digital in situ.

Interferencia y operaciones de influencia

Más allá del espionaje, el MSS ejecuta operaciones de interferencia para consolidar el poder del PCCh y proyectar sus valores a nivel global. Estas incluyen campañas de propaganda y desinformación para moldear el entorno informativo internacional, legitimar las posiciones chinas y erosionar la narrativa de las democracias occidentales.

La línea que separa influencia e interferencia es difusa: el MSS emplea organizaciones pantalla, asociaciones culturales, programas académicos, think tanks y medios de comunicación estatales para infiltrar comunidades políticas, académicas y mediáticas. Según HMG, China busca moldear la opinión pública británica no solo por interés bilateral, sino también para ganar legitimidad internacional.

(*)master analista Internacional y de geopolítica

INT/ag.agencias lisanews./rp.

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