El congelamiento de precios, la alta inflación, la imposibilidad de disponer libremente de divisas y la obligatoriedad de renegociar deudas privadas de manera unilateral son algunas de las preocupaciones que ven los empresarios y que explican por qué el sector no puede desarrollar todo su potencial.
Daniel González, director ejecutivo de IDEA, indicó que la Argentina tiene que generar empleo y eso se resuelve con más inversión. “El aumento de alícuotas o la creación de nuevos impuestos en un país que ya tiene mucha presión tributaria no ayuda a esa agenda de crecimiento. No pedimos que bajen impuestos, pero la suba es inconsistente con la atracción de la inversión”, indicó el exCEO de YPF.
Con relación a las críticas que recibe el ministro de Economía, Martín Guzmán, de una parte de la coalición gobernante, González dijo que los empresarios “no se meten en el ruido político y que no hacen especulaciones”, pero aclaró que “si hay menos ausencia de ruido, aumentan las inversiones”.
El tema central de la convocatoria de IDEA, es “Transición Energética”, y obviamente la atención se ubicó sobre el precio del petróleo que se disparó este verano y ya lleva casi dos meses con valores por arriba de los US$100 el barril. Este sector podría ser uno de los alcanzados con el impuesto de la “renta inesperada”. Sin embargo, la industria se defiende y señala que más del 80% de la producción de petróleo se destina al mercado local, donde el precio del “barril criollo” se comercializa a US$65. Esta brecha de precios con el internacional fue uno de los factores que incidió en los faltantes de gasoil, ya que las empresas importan el 25% de lo que se consume en el mercado local y lo hacen a pérdida.
De hecho, según fuentes del sector, la industria refinera importa por mes US$200 millones equivalentes de gasoil. De ese total, las compañías tienen pérdidas de US$100 millones por mes, ya que el precio del surtidor refleja un valor mucho menor al de importación. Este año, además, la demanda de combustible creció 15% con respecto a 2021 en la primera parte del año, aunque la base de comparación es traicionera porque hubo una cuarentena limitada en mayo del año pasado.
Con relación a los precios, los valores en surtidores están atrasados alrededor de 9%, según señalaron en el sector. Esta situación empeora cada mes con la devaluación de alrededor de 3,5% de la moneda que realiza el Banco Central, ya que gran parte de los costos de la industria están en dólares.
Finalmente uno de los empresarios petroleros insistió en la necesidad de tener “reglas claras y previsibles”, e indicó que “lo que vaya en contra de ello, no favorece a la necesidad que tenemos de desarrollar todo el potencial del país”. Y dijo: “La cadena de valor energética requiere inmenso capital. Nuestra industria piensa en el largo plazo, pero las decisiones las tomamos ahora. Hoy tenemos que generar oportunidades”.
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