Lima . Las primeras marchas empiezan en Lima y Arequipa en una jornada que se prevé de movilizaciones masivas en la capital peruana, al recibir a miles de personas de otras regiones que se han convocado en la ciudad para pedir la renuncia de la presidenta Dina Boluarte. Solo en Lima fueron desplegados más de 10.000 agentes de la Policía. Además, varias vías del país siguen bloqueadas a pesar de la orden de la mandataria de abrir el paso.
Este jueves 19 de enero es el día señalado para que las protestas en contra de la presidenta peruana Dina Boluarte se concentren en Lima. Ya son centenares los que han llegado a la capital, y a lo largo de la jornada se prevé que lleguen miles más desde las regiones del país.
Algunos grupos, principalmente de campesinos e indígenas, han viajado durante dos días para llegar a la capital. Otros, ya en Lima, se han alojado en el campus de las universidades de San Marcos e Ingeniería, apoyados por los estudiantes, para poder participar en las movilizaciones.
Esta será la primera vez que se hace una convocatoria unitaria en un solo lugar desde que empezaron las protestas el 7 de diciembre del año pasado. Además de Lima, la mayoría de las movilizaciones se han concentrado en las regiones periféricas de Perú, con mayoría campesina e indígena, al ser estos los sectores que apoyaban más ampliamente al expresidente Pedro Castillo.
Algunas manifestaciones ya han empezado y se espera que las protestas vayan tomando fuerza a medida que pasa el día. La Policía peruana anunció un despliegue de «más de 10.000 efectivos» en la ciudad.
Perú despertó todavía con varias vías bloqueadas, a pesar de la orden de Boluarte de abrir los pasos. Según los datos de la Superintendencia de Transporte, este jueves hay 106 puntos de tránsito interrumpido y 21 carreteras afectadas en un total de doce regiones del país.
Por ejemplo, en la ruta Panamericana sur hay al menos cuatro sectores con barricadas de manifestantes. La carretera Central, uno de los principales accesos a Lima, también está bloqueada.
Además de la llegada a Lima de los grupos de manifestantes, las primeras protestas ya se registraron en la ciudad de Arequipa. Grupos de trabajadores de construcción bloquearon un acceso a la urbe y la Policía usó bombas lacrimógenas para despejar la zona.
Las exigencias de los manifestantes siguen siendo claras: la renuncia de Boluarte, el cierre del Congreso y una convocatoria inmediata de elecciones generales, además de una asamblea constituyente.
El miércoles, el secretario general de la Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP), Gerónimo López, aseguró que si no se cumplen estas demandas no habrá «ni democracia ni paz» en el país.
Si Boluarte renuncia, al no tener nadie ocupando la Vicepresidencia, el mando del país pasaría al presidente del Congreso, el conservador José Williams Zapata. Es en parte por eso que los manifestantes piden un cambio total de los poderes en Perú.
Sin embargo, la presidenta, que sucedió al izquierdista Pedro Castillo, a quien la Justicia acusa de haber buscado un golpe de Estado, mantiene que su intención es quedarse en el cargo.
Desde que empezaron las protestas hace más de un mes, 52 personas han perdido la vida en el marco de las manifestaciones. La última víctima se registró la noche del miércoles en la ciudad de Macusani, en la región sureña de Puno.
En total, 42 manifestantes perdieron la vida y un agente de policía, además de nueve personas que fallecieron a raíz de los bloqueos y las protestas sin participar en ellas.
La Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) condenó el miércoles la violencia de las fuerzas de seguridad y también los destrozos a bienes públicos causados por los manifestantes.
«Condenamos la violencia por parte de las fuerzas de seguridad que están en proceso de investigación y también la violencia que ha afectado a una serie de bienes públicos», expresó el vicepresidente de la Comisión, Edgar Stuardo Ralón.
INT/ag.agencias.ep.vfn/rp.
