París. Los sindicatos de Francia mantendrán su lucha contra el aumento previsto de la edad legal de jubilación, dijeron el miércoles, después de que una reunión con la primera ministra Elisabeth Borne no lograra poner fin a meses de estancamiento por una reforma profundamente impopular. .
Las conversaciones del miércoles fueron la primera reunión de alto riesgo entre el gobierno del presidente Emmanuel Macron y los jefes sindicales desde que comenzaron las protestas y huelgas en todo el país contra la legislación a mediados de enero.
Las conversaciones, antes de una nueva jornada de paros y marchas prevista para el jueves, duraron alrededor de una hora. Los líderes sindicales coincidieron en decir que la reunión había sido un fracaso.
«Decidimos poner fin a esta reunión inútil… La primera ministra decidió enviarnos de vuelta a las calles», dijo Sophie Binet, la primera mujer recién elegida líder del sindicato de línea dura CGT, el segundo más grande de Francia.
El gobierno dice que es necesario aumentar la edad de jubilación de 62 a 64 años para que la mayoría de los trabajadores equilibren el presupuesto de pensiones en los próximos años. Los sindicatos dicen que el dinero se puede encontrar en otros lugares.
Borne dijo a los periodistas que estaba abierta a más conversaciones, pero que no daría marcha atrás en la edad de jubilación.
Laurent Berger, líder del sindicato más moderado CFDT, el más grande del país, llamó a los trabajadores a unirse en masa a las huelgas y protestas callejeras del jueves.
Dijo que la gran mayoría de la gente se opuso al cambio del sistema de pensiones y que la opinión pública no estaba cambiando. La determinación de los sindicatos para combatirlo fue inquebrantable, agregó.
Los representantes laborales se quejan de que no están siendo escuchados a pesar de semanas de marchas de protesta y disturbios contra la reforma de las pensiones.
«No volveremos a la mesa de negociaciones como si nada», dijo Cyril Chabanier, presidente del sindicato CFTC, leyendo un comunicado conjunto después de la reunión.
Chabanier dijo que los sindicatos le dijeron a Borne que la única forma de salir del estancamiento era que el gobierno retirara la reforma.
La decisión de Macron de aprobar la legislación sin una votación final en el parlamento el mes pasado solo aumentó la furia de los sindicatos y el público en general.
Los opositores al proyecto de ley ahora estarán esperando que el Consejo Constitucional emita su veredicto sobre el proyecto de ley el 14 de abril. El consejo tiene el poder de derogar el proyecto de ley, o partes de él, si considera que viola la constitución, pero rara vez lo hace.
INT/ag.agencias.ep..re/rp.
